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Un militar profesional

En lo que va de año el alto staff de las fuerzas armadas soviéticas ha perdido a tres de sus más relevantes figuras. A la muerte del general Shtemenko, jefe del Estado Mayor del Pacto de Varsovia y a la del mariscal Grechtko, acaecidas el pasado mes de abril, sucede ahora el fallecimiento del mariscal Ivan Ignatievich Yakubovsky, comandante en jefe de la alianza militar de la Europa oriental y uno de los especialistas mundiales en carros blindados.Yakubovsky nació en 1912 en Bielorusia en el seno de una familia obrera y nada parecía indicar que el joven Ivan Ignatievich, trabajaba en una fábrica de ladrillos, llegaría a alcanzar el más alto grado militar existente en la URSS.

La vocación militar de Yakubovsky nació independientemente de sus inclinaciones políticas. Al contrario que los mariscales de nuevo cuño (léase Brejnev y Ustinov, que se han servido de la política para acceder a los más altos escalafones del poder militar), el jefe del Pacto de Varsovia ingresó en la política después de haber demostrado sus cualidades de militar profesional. Comenzó la carrera militar en 1932 y tan sólo cinco años después ingresaría en el Partido Comunista en una época negra y marcada por masivas depuraciones y deportaciones. Sin embargo, la promoción ascendente de Yakuboysky no se verá comprometida con las campañas de terror stalinistas o, con las revoluciones de palacio que seguirán a la muerte de Stalin en 1953.

Diplomado en la escuela del Estado Mayor en 1948, Yakubovsky ya se distinguía por su conocimiento exhaustivo de los blindados, la guerra en sus distintos frentes donde sirvió le valió una experiencia suficiente como para ser nombrado general de brigada al término de la misma.

Kruschev le designará como jefe de las fuerzas soviéticas estacionadas en la República Democrática Alemana después de los disturbios de 1953. A pesar de su aparente fracaso en la crisis de Berlín en 1961 (tuvo que ceder su puesto al mariscal Koniev). Yakubovsky merece toda la confianza de los dirigentes del Kremlin, ese año ingresa en el comité central y un año después lo hace en el Soviet Supremo.

Hasta la muerte del mariscal Malinovsky, en 1967, el militar fallecido estuvo al mando de las fuerzas armadas en Kiev, capital de la República de Ucrania. La muerte de aquél fue su gran oportunidad, ascendió a mariscal, fue nombrado viceministro de Defensa y comandante en jefe del Pacto de Varsovia, y como tal llevó a cabo la invasión de Checoslovaquia en 1968 por lo que fue condecorado en 1970 con la medalla de Héroe de esta república.

Cuando murió el mariscal Grechtko, Yakubovsky era uno de los candidatos a sucederle, sin embargo, se pensó en Ustinov, entre otras razones porque el marsical sería más útil a la alianza militar. Ahora su vacante podría ser cubierta por el general Gribkov (sustituto de Shtemenko), que asistió como representante del Pacto a la cumbre de Bucarest la semana pasada, es de suponer, que el estado de Yakubovsky sería grave y Gribkov asistió para estar al corriente de las nuevas medidas entre los países aliados, cuya situación «preocupa a Brejnev», que está al, corriente de que por debajo de la relativa calma «poderosas fuerzas sociales ansían mayor independencia nacional», como escribió ayer un corresponsal del New York Times en Moscú. La URSS pierde en unos momentos importantes a un hombre enérgico, a un militar profesional dispuesto a recibir toda clase de órdenes.

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