Polémica sobre el Teatro Principal, de Burgos
«Ante la declaración de ruina que por el Ayuntamiento de Burgos se hace respecto al edificio Teatro Principal y dadas las especiales características arquitectónicas y urbanísticas que en él concurren, la junta-delegada en Burgos del Colegio de Arquitectos de Madrid, solicita que se declare monumento histórico-artístico. La comisión, informa favorablemente dicha petición y acuerda elevar el expediente a la Dirección General del Patrimonio Artístico y Cultural.»Esta resolución de la comisión provincial del Patrimonio fechada en enero de este mismo año señala uno de los puntos álgidos de la polémica desarrollada fundamentalmente entre el Ayuntamiento y el Colegio de Arquitectos desde que el concejo aprobó en 1967 el derribo y sustitución del actual edificio del Teatro Principal, por otro nuevo, convocando, para ello, concurso de anteproyecto.
En estos momentos, esta petición está congelada. Actualmente el tema está en estudio por parte de los servicios técnicos de la Dirección General, y ni siquiera se ha incoado expediente, indispensable, para la declaración de monumento histórico-artístico. El Ayuntamiento, por su parte, había seguido tramitando los expedientes necesarios para la declaración de ruina del teatro a pesar de que incluso los inquilinos de los bajos del local intentaron impedirlo con estudios técnicos en contra de la declaración de ruina.
En sesión de la comisión municipal permanente de 3 de diciembre de 1975 se declaró definitivamente el Teatro Principal en ruina, fundamentalmente porque el Ayuntamiento consideraba los daños existentes como irreparables y el costo de la posible reparación era superior al 50% del total del coste del edificio, presupuestos recogidos ambos en la ley sobre Régimen del Suelo y Ordenación Urbana como condiciones para la declaración en ruina.
Desde el otro punto de vista, la delegación del Colegio de Arquitectos desarrollaba su defensa del edificio habida cuenta de que «incluso frente a quienes sostengan que la calificación de monumento histórico-artístico sea excesiva en una interpretación estricta de su calidad arquitectónica, afirmamos que el valor urbanístico, cultural y testimonial del edificio permanece, y son válidos todos los argumentos esgrimidos en su defensa».
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