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Querella criminal contra Clesa, Ram y el presidente del sindicato lechero

Un comerciante de la zona de Pacifico, José Angel Cisneros, ha recibido una serie de supuestas presiones por parte de otros comerciantes y del Sindicato Provincial de Lecheros, para impedirle vender la leche pasteurizada de bolsa a precios más baratos que los normales, según se detalla en la querella criminal presentada (y admitida por el juzgado) contra los anteriormente citados.

La bolsa de leche, que normalmente se vende al precio máximo autorizado, 24,50 pesetas, a vendía a 22,50, lo que molestó a varios comerciantes cercanos. Siempre según la querella, éstos le pidieron que subiera el precio, y al negarse, hablaron con el presidente del Sindicato, quien también le presionó en el mismo sentido. Al persistir en su actitud, el mismo presidente del Sindicato habló con las centrales lecheras Clesa y Ram, quienes le cortaron el suministro. El comerciante recurrió entonces a Industrias Lácteas, quien le sirvió hasta que recibió presiones del mismo tipo y dejó de hacerlo también.En la querella se califican estos hechos como delitos de coacciones contra las personas y de maquinación para alterar el precio de las cosas.

El citado comerciante, José Angel Cisneros, está intentando demostrar que los márgenes de beneficio que se obtienen de la mayoría de los productos perecederos (leche, carnes, frutas, etcétera) son muy altos, y se podrían rebajar sustancialmente de cara al consumidor, sin que eso significara la ruina del detallista. La teoría del señor Cisneros es que la capacidad adquisitiva de las familias tiene un límite, y que si un producto alcanza precios abusivos para estas economías, la gente deja de comprarlos, simplemente. En un estudio económico detallado intenta demostrar que la bolsa de leche, que el comerciante compra a 22,20 pesetas, puede venderse al público a 22,50, dejando un margen lógico y suficiente, en base a que este producto es de inversión rotatoria. Es decir, el comerciante paga un día esas 22,20, y el mismo día vende el producto y cobra 22,50, con las que ya puede pagar la leche que le suministren al día siguiente, y así sucesivamente. Dado que una familia media de cuatro miembros viene a consumir dos litros y medio de leche durante los 365 días del año, el beneficio que se obtiene al año de esa primera inversión de 22,20 es del orden de 70 %, lo que ya es bastante.

Actualmente, cuando la leche se vende a 24,50, su precio máximo permitido, el margen de beniieficio debe superar el 400 %, lo que el señor Cisneros califica como abuso.

Esa familia media, ahorrándose cinco pesetas diarias (de los dos litros y medio de consumo medio) se ahorraría cerca de las 2.000 pesetas anuales. Si este mismo tipo le procesos estudiados de abaratamiento se hiciera sobre todos los productos, el ahorro sería le decenas de miles de pesetas.

Parece que este planteamiento no gustó a algunos comerciantes, a los que José Angel Cisneros había absorbido bastante clientela según se relata en la querella, más pormenorizadamente, el 17 de septiembre se presentó en su establecimiento Julio del Valle, propietario de otra tienda en el barrio y vocal de la Junta Sindical Provincial de Lecheros de Madrid, quien le dijo que estaba perjudicando a otros lecheros, y que si no bajaba los precios presionaría ante las centrales Clesa y Ram para que dejaran de suministrarle

El 23 de septiembre se personaron en su local Miguel Angel Pérez, director de Clesa, y José Miguel Aguilar, director de Ram, manifestándole que por presiones ejercidas por un funcionario amparado en su cargo sindical y en el apoyo del presidente del Sindicato, Pedro Jiménez, habían decidido cortarle el suministro, cosa que se produjo por fin el 30 de septiembre.

El señor Cisneros se puso entonces en contacto con Industrias Lácteas Madrileñas (Latki), quien le sirvió leche un solo día, ya que al siguiente Ignacio Romano, directivo de la empresa, le visitó para decirle lo mismo que los anteriores. En esta ocasión, y previendo lo que iba a suceder, el comerciante grabó la conversación en cinta magnetofónica, una de las pruebas presentadas en la querella.

El juez del Juzgado de Instrucción número 17 de Madrid, que entiende el asunto, ha llamado a declarar a las partes interesadas

La posibilidad planteada por José Angel Cisneros de vender leche más barata puede ser la continuación al affaire del pan barato y la venta de libros de texto, temas asumidos por las asociaciones de vecinos como forma de luchar contra el fraude y la carestía.

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