Quince costes añadidos al precio final de los productos hortofrutícolas

Quince factores intervienen en los costes de comercialización de un producto hortofrutícola, según un estudio del Iresco (Instituto de Reforma de las Estructuras Comerciales), que recoge Logos. Estos factores dan un resultado final añadido sobre el precio del producto de 14,58 pesetas de 1974.Al desmenuzar de manera sustancial los canales de comercialización, el estudio permite conocer el volumen anual de operaciones de un almacenista de tipo medio: 1.500 toneladas, en un almacén de seiscientos metros cuadrados, una cámara de prerrefrigeración de cien metros cúbicos y con un personal fijo compuesto por un titular, un escribiente y un mozo de almacén. Según el informe, «el almacenista debe alcanzar un volumen mínimo de operaciones de 2.000 toneladas por año, siendo aconsejable, como óptimo, un volumen de 5.000 toneladas por año».

El desglose de los quince factores es el que se indica en el cuadro.

Los corredores, a pesar de que tienen un importante peso a nivel nacional, tienden a desaparecer, según el estudio del Iresco, y son sustituidos por las entidades asociativas de productores, por los almacenistas en origen y por los mayoristas de destino. La importancia de los mercados centrales en el abastecimiento a los núcleos urbanos viene señalada por los de Madrid, que comercializan entre el 75 y el 80 %. En los mercados de abastos madrileños, los asentadores comercializan volúmenes de productos hortofrutícolas estimados en un 98%, de los que el 55-60% lo son de mercancías propias y el 40-45 % de mercancías a comisión. Señala el estudio que las fuentes de aprovisionamiento de estos asentadores son del 40 % de productores, el 40 % de almacenistas de origen y el 20 % de cooperativas, y hermandades de labradores.

Las conclusiones finales del análisis señalan que gran número de establecimientos no son empresarialmente rentables, por los bajos volúmenes de ventas.