La mayoría de los italianos se consideran satisfechos
, Italia no sería un país angustiado, en permanente desastre, con un sistema económico y político en bancarrota. El 70 por 100 de los italianos entrevistados por el Censis, uno de los centros de investigación sobre la sociedad italiana más acreditados, se ha declarado contento, incluso muy contentos de su propio tenor de vida. Todo marcha mal para un 5-10 por 100, mientras los poco contentos fluctúan del 15 al 20 por 100.El descontento de los italianos es proporcional a sus ingresos mensuales, y es mayor en el sur que en el norte. Dos tercios de los entrevistados se contentarían con un aumento al mes que va de las 70 a las 120.000 liras.
En cuanto al trabajo, los Italianos prefieren trabajar en organismos u oficinas públicas. Sólo el 14 por 100 prefiere trabajar en una empresa privada, mientras el 28 se declara inseguro. La tendencia al empleo estatal se explicaría por una aplastante vocación a la seguridad, tanto del puesto de trabajo como del sueldo.
Un informe de CIA
La imagen de la sociedad italiana que se desprende de la investigación del Censis, explicaría el éxito en las elecciones del 20 de junio pasado de la Democracia Cristiana y del Partido Comunista. Ambos partidos, que se han llevado el 70 por 100 del electorado, se han apoyado en la moderada satisfacción y el moderado deseo de cambio de los italianos.
Extrañamente parece coincidir con esta visión y perspectiva de la sociedad italiana un informe secreto que expertos de la CIA -la central de espionaje norteamericana- habría redactado días antes de las elecciones y que esta semana publica la revista Panorama.
Para los expertos de la CIA, la participación de los comunistas en el Gobierno. no sólo es probable, sino deseable, a fin de dar al Gobierno más estabilidad y credibililad.
Carecerían de fundamento las objeciones que suelen ponerse a la idea de una participación comunista: las aspiraciones totalitarias, escasa fidelidad a Occidente, dependencia de Moscú, política económica.
El informe de 15 hojas de la CIA, según Panorama, sobre cuya autenticidad no dudó la comisión Exteriores de la Cámara norteamericana en una reunión del 4 de agosto a puerta cerrada, de mostraría la clamorosa advertencia en el seno del ejecutivo americano, entre el servicio secreto y la política de Kissinger.
Kissinger habría afirmado por razones electorales que la participación de los comunistas italianos en el poder es vista con ansiedad y preocupación por la Administración Ford.
Investigación «Lockheed»
Por otra parte, la «comisión inquirente», o tribunal de los ministros, proseguirá el proceso del escándalo Lockheed bajo la dirección de un presidente democristiano elegido ayer, el senador Mino Martinazzoli. Casas en media Italia, de ciudad, de mar y de montaña, se había construido el ingeniero Crociani, todavía escondido en el extranjero. Y en Seveso, la zona contaminada por la dioxina, mientras ha sido detenido un tercer directivo de la fábrica francesa, el ingeniero Giovanni Radice, la comisión de expertos nombrada por el Gobierno asesorada por el profesor Albert Polland, de la Universidad de Princeton, ha declarado que para una total descontaminación de la zona más afectada, será preciso extirpar toda vegetación, quemarlo todo y derrumbar las casas existentes. Quienes alimentaban todavía la esperanza secreta de retornara su casa, construida con el sudor y ahorro de años, se encuentran hoy supeditados a la clemencia de la asistencia del Estado o de la región, amparados a la buena en hoteles o en dormitorios colectivos oficiales.
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