"Creo firmemente en la libertad de expresión y creación"

"A los libreros nos entristece profundamente ver que todavía en España está vigente la inquisición de los atentados a las librerías», comentó Sebastián Fabreques, presidente nacional del gremio de libreros, horas antes de que el ministro de Información y Turismo inaugurara oficialmente el V Congreso Nacional de Libreros, acto que se celebró ayer en La Coruña.«El libro es, sin duda señarió el señor Martín Gamero en su discurso, el instrumento más eficáz y más permanente para infuir y,condicionar el pensamiento social. Creo firmemente en la libertad de expresión y de creación intelectual, pero soy consciente por ello mismo del grave alcance que puede tener la obra impresa. El Estado tiene la obligación de facilitar vuestra noble tarea creando el marco jurídico más apropiado y buscando las mejores soluciones posibles, pero vosotros -añadió el ministro no podeis olvidar que precisaminte por la trascendencia y nobleza, del campo en que actuais, también os alcanza una grave responsahilidad: la de no envilecer por meros motivos económicos o por un irreflexivo snobismo intelectual, una mercancía que es, sin la menor duda, el gran motor y el más importante condicionante de la nueva sociedad hacia la que estamos avanzando».

El señor Martín Gamero comenzó su discurso con una detaliada exposición de la historia del comerció del. libro, especialmente en España, haciendo hincapié en la tolerancia al respecto de las ediciones en el reinado de los Reyes Católicos y el Emperador Carlos, y en el encuadre de esta actividad, la de los libreros, y la de tedos cuantos participan en la factura de un libro, en el marco de la convivencia colectiva: «Nuestras vidas no son átomos incomunicados -dijo-. Nuestra vida es una iadical convivencia en la humanidad». En alusión a los atacantes, de librerías, dijo: «desde que se inventó la imprenta, habeis sido vosotros, los libreros, quienes habeis hecho realidad el milagra de que todos los humanos lectares hayamos sido ese hombre-humanidad con Homero, Dante, Shakespeare, Cervantes, Dostoievski, o Juan Carlos Onetti. Que aquéllos que menosprecien vuestro trabajo ,y agreden vuestras casas, se imaginen lo que sería un mundo donde no existiesen esos centros -me resisto a llamarlos comercios- con sus estanterías cuajadas con los ubérrimos frutos de toda la ilusión de la humanidad encerrada en letras de molde, con sus grandezas y sus miserias, pues también éstas son inherentes a la condición humana».

Importancia del libro

Reiteré más adelante, «oportuné et inoportunel con la expresión de San Pablo, mi insistencia ante la opinión pública y ante el Gobierno acerca de la importancia cultural, comercial y ciudadana de vuestra labor». «Y no he sido yo -dijo-, han sido los Reyes de España quienes tras la inauguración oficial del edificio del INLE en Madrid, en una visita prolongada allende el protocolo, subrayaron esta importancia del libro, con la dialéctica más segura, la de los propios hechos, Cuanto afirmé y dije en aquella ocasión, lo mantengo ahora. Reiterarlo ante vosotros no sería del caso».

Sin embargo, yo quisiera agregar -dijo poco después- la observación de que acaso en el mundo masificado y tecnificado en el que vivimos acaso ya no vaya quedando lugar natural. para que el librero clásico, que conocía a todos los libros como a sus hijos, y que saludaba a todos sus clientes como a sus amigos. Hoy precisa la librería la especialización en géneros y en locales, en temas. y en talante. Tiene el Ii8rero que contar, aún, con esos' viejos compradores silentes, que hojean sus libros y saben lo que compran, mas tiene también que orientar a todo ese grupo mucho más numeroso, que, de no ser orientado, podría quedarse en el .título sugestivo o en la atrayente portada». «Permitidme -dijo.por ello, que antes de terminar, os recuerde nuestra común responsabilidad frente a una sociedad en trance de cambio y a la búsqueda de nuevos carninos».

El señor Fabreques comentó después que «estamos cerca del. centenar de atentados. Desde que ,tomamos las riendas del gremio, y gracias a las grandes campañas de solidaridad de los libreros pudimos compensar las pérdidas que estas acciones produjeron. Estos actos solidarios tal vez han paliado en algo el daño moral que provocan. Con todo -señaló- es demasiado lamentable que en un país que pretende homologarse con Europa sean necesarias estas actitudes solidarias».

Se ha inaugurado un Congreso, en el que el gremio de libreros, con 533 asistentes, estudiarán sus problemas, que son múltiples y diversos».