Penélope Cruz: “No puedo renunciar a ver el mundo con los ojos de una niña”
La actriz dona los 30.000 del Premio Nacional de Cinematografía a la Plataforma de Afectados por la Hipoteca, a la unidad CRIS contra el cáncer del hospital La Paz y al fondo asistencial de Aisge para actores en dificultades
Una muy emocionada y casi abrumada Penélope Cruz (Alcobendas, Madrid, 48 años) ha recibido el Premio Nacional de Cinematografía este sábado en San Sebastián, dentro del festival donostiarra. “No quería olvidarme de nadie, porque han sido muchos quienes me han acompañado a lo largo de esa carrera”, contaba acabado el acto. “Empezando por mis padres. No había un referente cercano artístico en mi familia. No había ni una sala de cine cerca, y yo veía las películas en un vídeo betamax, que mis padres compraron por mi insistencia. Gracias al carnet del videoclub, mis tardes eran volver del cole, hacer los deberes y ver cine, cine y cine”, recordaba con el diploma en la mano, un galardón al que le acompaña una cuantía económica de 30.000 euros que, anunció, dividirá y donará a la Plataforma de Afectados por la Hipoteca, a la unidad CRIS contra el cáncer del hospital madrileño La Paz y al fondo asistencial de Aisge para actores en dificultades.
Para la ganadora del Oscar, hay detalles que recibió de sus maestros de interpretación, Cristina Rota y Juan Carlos Corazza, que no puede olvidar: “No puedo renunciar a ver el mundo con los ojos de una niña. Cuando eres intérprete, eres investigador de la vida, debes mantener las ganas de aprender. Y buscar referentes: un día puedes ser Meryl Streep y otro, una señora, como la que he visto esta mañana en la calle, que me ha fascinado en su manera de andar. La mitad de mi tiempo libre yo lo paso en la calle, estudiando, casi espiando, y habrá gente que piense que por qué la mira esa tía borde”.
Minutos antes, en su discurso, Cruz había dado las gracias a quienes la acompañaban en el acto. “El cine es y ha sido mi pasión desde niña. Desde que soñaba en el salón de la casa de mis padres con mundos por explorar más allá de nuestro barrio. Esas calles se convertían a veces en decorados de historias increíbles. Mi infancia era fantasear con actuar, con vivir tan intensamente la vida que pudiera abarcar muchas vidas a través de decenas de personajes que ensancharían mi corazón, mi imaginación y mi conocimiento del mundo”, recordó. Por eso, los primeros mencionados fueron sus padres, ya que por ellos inició su viaje a las clases de interpretación, y tras pedir perdón porque tenía mucha gente a quien recordar por su carrera, explicó que se iba a centrar en unos pocos: “A Bigas Luna y a Fernando Trueba, con quienes empecé”. A Pedro Almodóvar, el director con el que más veces ha trabajado, al que describió: “Te lleva a tal nivel de exigencia que, en esa búsqueda, siempre he terminado descubriendo algo nuevo sobre mí misma”. Y a Katrina Bayonas, su representante, que no la expulsó de su oficina cuando se presentó allí “por tercera vez con 15 años”.
La actriz aludió a Kavafis para dibujar su recorrido vital: “Un hermoso poema de Kavafis decía que si vas a viajar a Ítaca, intentes que el viaje sea largo, porque lo importante no es llegar, lo realmente importante son las aventuras que se viven por el camino. Y eso es así en la vida, pero también lo es en el cine. No es el resultado, es la increíble aventura de vivir otras vidas, conocer otras realidades, descubrir secretos maravillosos del corazón humano y compartirlos con el mundo. La aventura de este largo, largo viaje hacia Ítaca, está siendo más emocionante de lo que nunca hubiera podido soñar desde el salón de la casa de mis padres”.
La aventura de este largo, largo viaje hacia Ítaca está siendo más emocionante de lo que nunca hubiera podido soñar”
En su discurso explicó que el dinero del galardón, 30.000 euros, se donará dividido en tres: para la Plataforma de Afectados por la Hipoteca, “una asociación que lleva más de una década luchando por aquellos que sufren en sus carnes el drama de los desahucios”; otro tercio a la unidad CRIS de terapias avanzadas contra el cáncer del hospital madrileño La Paz, y al fondo asistencial de Aisge de ayuda a actores con necesidades creado por Pilar Bardem. Aguantando las lágrimas, acabó agradeciendo a su marido, Javier Bardem, a sus hijos y al cine: “No dejen nunca de proteger y cuidar nuestro cine, porque es una seña de nuestra identidad y una parte importante de lo que nos hace reconocernos y entendemos. Y vayan a las salas”.
A la entrega, realizada por el ministro de Cultura y Deporte, Miquel Iceta, también acudió la vicepresidenta primera del Gobierno y ministra de Asuntos Económicos, Nadia Calviño. Junto a ellos, compañeros, miembros de la industria del cine, de festivales y de asociaciones profesionales. Iceta recordó los más de 9.000 kilómetros que distancian Alcobendas y Los Ángeles. “Penélope no actúa, encarna, moldea, da vida a sus personajes. Nuestras retinas nunca quieren dejar de mirarla. Y todos ellos son una, Penélope”, alabó Iceta. “Penélope no olvida sus raíces, ni quiere ni puede”.
Al discurso de Penélope Cruz le precedieron los panegíricos de los actores Goya Toledo y Luis Tosar. Toledo recordó que la conoció en verano de 1989, a su llegada a Madrid de Canarias, y ese mismo día ya la invitó a dormir en casa. Tosar ha trabajado en las dos películas que Cruz ha producido: En los márgenes y Mama. “Yo conozco a la madre, a la hermana, a la hija, a la amiga, a la compañera, la jefa, a todas las Penélopes. Y todas ellas son simpáticas, solidarias, alegres, firmes, revolucionarias, empáticas...”, describió Tosar, que agradeció estar a su lado y “verla brillar”. Y subrayó: “Probablemente, no seas consciente de la enorme influencia que ejerces en el cine de este país, y que por ello recibes el premio más grande posible para una cineasta en España”.
Con la concesión del premio Nacional de Cinematografía, el currículo de Cruz se completa tras haber sido cuatro veces candidata al Oscar —la última, en la última edición, con Madres paralelas—, que ganó en 2009 con Vicky Cristina Barcelona. Tiene el César de Honor francés, tres premios Goya de 13 nominaciones, el Donostia del festival de San Sebastián, el Bafta británico, un premio de interpretación en Cannes junto al resto de compañeras de Volver, la Copa Volpi del certamen de Venecia (es la primera actriz española en ganarlo), y un David di Donatello italiano.
Babelia
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