Lo nuevo de Kanye West y el himno del Celta de C. Tangana, historia de una coincidencia

El artista, productor y músico Kanye West se ha convertido en meme y objeto de mofa por sus habituales declaraciones polémicas y excentricidades. Un escarnio en parte merecido, pero también injusto si tenemos en cuenta que se trata del autor de un disco considerado revolucionario, My Beatiful Dark Twisted Fantasy, creador de la multimillonaria marca Yeezy y organizador de aquellas delirantes misas gospel en su rancho de Wyoming, por poner solo algún ejemplo. Como afirmaba hace unos días el actor y músico Donald Glover (Childish Gambino) ante la pregunta de quién es en su opinión el mejor rapero de todos los tiempos: “Kanye. Sé que es controvertido, pero creo que de no ser por él no tendríamos a ninguno de los raperos de ahora”.

Vultures 1 es el título de su nuevo álbum que, tras mucha expectación y un lanzamiento caótico, que incluyó su retirada de plataformas por líos de distribución, enseguida se situó en el número uno de Spotify, Apple Music y la lista Billboard. “Somos número uno, ¿sabes? Todo lo que han hecho no ha hecho más que ayudarnos. Me gusta. Retiradnos. Me gusta la simplificación. De todos modos, las plataformas son una mierda para los artistas”, declaraba West en redes sociales la misma semana en la que emitió en el intermedio de la SuperBowl un cutrísimo vídeo selfi anunciando los productos de su web. Un original impacto publicitario que le reportó 19 millones de dólares en un solo día, según sus propios cálculos. Su última amenaza contra los gigantes del streaming es que cuando publique Vultures 2 quizá lo venda exclusivamente a través de Yeezy.com.

Una de las cosas que más llama la atención de su esperado trabajo junto al cantante Ty Dolla Sign es la participación de ultras del Inter de Milán vociferando en dos de sus canciones. El origen de este cameo de aficionados italianos está en un partido del Génova contra el Milan —justo, curiosamente, el rival ciudadano del Inter—al que asistió Kanye con su hijo Saint y en el que se quedó deslumbrado por el ambiente y cánticos futboleros de la afición. El mismo enamoramiento que vimos en otras estrellas del hip hop como Snoop Dogg, fan declarado del Real Madrid y coleccionista de equipaciones, o Drake, que vive prendado del Manchester United.

La cosa es que también el máximo referente de la música urbana en España, C. Tangana, es amante del balompié y más concretamente del R.C. Celta de Vigo, equipo de la ciudad natal de su padre. En julio de 2023, varios meses antes de la experiencia deportiva en el estadio genovés Luigi Ferraris que inspiró a West a la hora de meter berridos futboleros en su disco, el músico madrileño ya incluyó a miembros de una peña celtista haciendo coros en Oliveira Dos Cen Anos, el himno que compuso para el equipo gallego en su centenario. Las imágenes de los hinchas de Curva Nord Milano berreando con auriculares durante la sesión de grabación de la introducción de Carnival recuerdan a las de los siareiros de la peña Tropas de Breogán haciendo lo mismo en los estudios Planta Sónica de Vigo.

Sin llegar a la dimensión de Macarena, bailada hasta por Bill Clinton en los años noventa (y Hillary hace un mes en Sevilla), no cabe duda de que el nuevo himno del Celta ha tenido proyección internacional, siendo alabado por medios como The Guardian (“El himno de fútbol más ambicioso artísticamente de todos los tiempos”) y The New York Times (uno de los 10 mejores lanzamientos de la semana). Sería extraño que la canción no hubiese llegado a oídos de Kanye West o que incluso le entusiasmara tanto como a esa entrenadora personal de Arizona que subió a su cuenta de Instagram con un millón de seguidores el vídeo viral de una clase de spinning pedaleando al compás de: “¡Un escudo no meu peito! ¡Sempre celta!”. La hipótesis de si la obra de El Madrileño inspiró, aunque sea levemente y de forma inconsciente, al controvertido genio de Atlanta no es más que eso, una hipótesis. Y ni siquiera es relevante.

Y no lo es porque Pucho señala insistentemente sus limitaciones musicales, habla sin tapujos del síndrome del impostor y destaca que lo que se le da bien es “ver el talento de otros”. De hecho, en Oliveira Dos Cen Anos, no solo se sirve de ritmos ancestrales y tradición oral, sino que la construye con un dream-team de artistas que ya habían mezclado folclore y electrónica con el músico catoirense Baiuca.

Lo cómico es que no sería descabellado que Kanye West, impulsivo y fagocitado por su personaje, reprochase cualquier día a C. Tangana que los ecos de muiñeira y mujeres que golpean sachos de labranza en su cantiga celtista son una copia del arranque épico de su canción Power. O que las bengalas que desplegó en el vídeo junto a la ría de Vigo están copiadas del videoclip rodado por Romain Gavras para su tema No Church In the Wild. En cambio, Pucho, controlador y preciso en sus declaraciones, luce más sosegado y próximo a la teoría de una conciencia colectiva en forma de nube compartida de la que nos servimos para coger ideas.

Probablemente, Tangana reste importancia al parecido remoto entre el escudo de Vultures 1 con el que Kanye ha estampado sudaderas y el suyo para el lanzamiento del himno del Celta, que hoy lleva tatuado Iago Aspas. El infografista de The Washington Post Artur Galocha, cofundador de la revista Líbero y diseñador del libro del Celta 100 Anos de Afouteza e Corazón, ve semejanzas “en la elección del blanco sobre negro y en que los dos tienen esa forma clásica de escudo que viene de la heráldica”. Matiza que “el de Kanye es más obvio, menos trabajado, un escudo estereotípico que recuerda al Bundesadler alemán y es justo lo que te esperarías de un yanqui al que le gusta el fútbol”. El emblema celtista “está más trabajado, es casi una ilustración, con efecto desgastado y las ramas de olivo símbolo de la ciudad”, explica Galocha, inmerso justamente en crear la cubierta de La tribu vertical (Libros del K.O.), obra de Borja Bauzá sobre hooligans y bandas radicales.

Todo ese imaginario macarra de grada enfurecida es, según el divulgador musical especializado en rap Al Sobrino, “un movimiento muy Kanye”. El responsable de la plataforma El Sonidero indica que West “en la canción Off the Grid ya menciona a Lionel Messi y el fenómeno ultra conecta con las obsesiones que ha demostrado a lo largo de los años”. En ese saco entrarían “la moda desde un punto de vista del impacto popular, la cultura más callejera londinense, su conexión con Europa y su ya extinta relación con Adidas”. Añade que “su ADN es el trabajo colaborativo juntando a perfiles dispares bajo un mismo techo y la integración de momentos culturales en su obra”. Para ilustrarlo, pone como ejemplo los BRIT Awards de 2015, cuando subió al escenario al británico Skepta junto a decenas de encapuchados vestidos de negro y un par de lanzallamas. “Es la misma clase de energía y espíritu que persigue ahora”.

Tecleando “Kanye West” en el apartado de noticias del buscador aparecen los siguientes titulares: Los hijos de Donna Summer denuncian a Kanye West por usar ‘I Feel Love’ en una de sus canciones, Bianca Censori, esposa de Kanye West, podría ir a prisión por el conjunto que usó en la semana de la moda de París, Kanye West critica a Adidas por lanzar Yeezys falsos sin su consentimiento y Kim Kardashian harta de los señalamientos de Kanye West.

Ojalá pronto podamos leer este titular: Kanye West asiste de incógnito a un partido en Balaídos disfrazado de mascota del Xacobeo cantando Oliveira Dos Cen Anos junto a los aficionados de la peña celtista Tropas de Breogán.