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‘In Memoriam’: Natalie Zemon Davis, la mujer que incluyó en el estudio de la historia “las voces del pasado”

Fallecida el sábado a los 94 años, incorporó importantes cambios en la investigación de los estudios historiográficos a finales de los años setenta

Natalie Zemon Davis
La historiadora canadiense-estadounidense Natalie Zemon Davis, retratada en París en 1991.Frederic REGLAIN (Gamma-Rapho/Getty Images)

Nadie representó mejor que Natalie Zemon Davis la transición de la historia social a la historia cultural, que se plasmó en importantes cambios en la investigación y en la historiografía a finales de los años setenta y comienzos de los ochenta. Nacida en Detroit, en 1928, educada en las mejores universidades de Estados Unidos, desde Harvard a Michigan, la historiadora murió el pasado sábado, unos días antes de cumplir 95 años.

Obreros y campesinos, clases trabajadoras en general, se constituyeron en el principal sujeto histórico de la historia social impulsada, frente a la historia política tradicional, por la escuela de los Annales en Francia y los historiadores marxistas británicos. Y aunque pocos lo hicieron con la lucidez e imaginación mostradas por E. P. Thompson, los discursos sobre la “clase”, la “experiencia de clase” y la “formación de clase” inundaron la literatura marxista y radical.

Pero la inundaron en un momento en que los nuevos movimientos sociales mostraban ya una creciente “conciencia” de que había también otras divisiones que contaban. Dos de ellas, la raza y sobre todo el género, se hicieron un hueco en las agendas de algunos historiadores y de bastantes historiadoras.

Así las cosas, la verdadera igualdad estaba por llegar. Sería aquella que incorporara sujetos nuevos, secciones de la población que habían buscado establecer su identidad al margen de las elites de la historia política y de los trabajadores masculinos de la historia social. La inserción de lo “periférico”, de lo “inarticulado”, de la cultura entendida como el estudio de las condiciones de vida y de las experiencias cotidianas: esa era la verdadera igualdad. Significaba también el final de la “gran narrativa”, auspiciada por las aproximaciones científicas al pasado, sustituida por una fragmentación de objeto de estudio de la historia.

El expresidente de EE UU Barack Obama entregaba la Medalla Nacional de Humanidades a Natalie Zemon Davies en 2013.
El expresidente de EE UU Barack Obama entregaba la Medalla Nacional de Humanidades a Natalie Zemon Davies en 2013.Pete Marovich (Getty Images)

Natalie Zemon Davis lo resumió con precisión en un artículo publicado originalmente en Storia della Storiografia (1990): “¿Qué es la historia social a finales de los años ochenta? Como mínimo es, además, historia cultural. La historia social clásica mantiene estrechos vínculos con la sociología y la economía; la nueva historia social parece mantenerlos más bien con la antropología y la literatura”.

Según ella, el historiador no inventa libre y arbitrariamente, sino que sigue “las voces del pasado”. Y el historiador, según las voces que quiera escuchar, emplea unas determinadas fuentes, métodos o hace unas preguntas u otras al material investigado. Es también la historia “así se recuerda lo que sucedió”, bandera de la historia oral, de la nueva historia sociocultural y hasta de la novela histórica.

A la investigación de las estructuras invisibles, Natalie Zemon Davis la denominó “la creatividad social de lo inarticulado”. Los ecos de esas voces del pasado que se transmiten de generación en generación fue la base de historia novelada El regreso de Martin Guerre, donde la ficción y verdad, siempre relativa en la investigación histórica, se daban la mano.

Y Natalie Zemon Davis transmitió sus enseñanzas durante décadas a cientos de estudiantes en el Departamento de Historia de Princeton y después en la Universidad de Toronto. En la Central European University de Budapest (Hungría) dedicaban desde hace años unas jornadas anuales al estudio de su obra: historia moderna de Francia, antropología, teoría literaria, mujeres marginadas… Su obra es la mejor forma de aproximarse a la miríada de posibles enfoques sobre el pasado. Seguiremos transmitiendo tus enseñanzas, Natalie Zemon Davis.

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