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Ópera

‘Orgia’: Hèctor Parra y Calixto Bieito ponen en pie una ópera basada en una obra de Pasolini

El compositor y el director de escena dejan sin aliento al teatro Arriaga de Bilbao en el estreno mundial del montaje

Un momento de 'Orgia', la nueva ópera de Hèctor Parra y Calixto Bieito.
Un momento de 'Orgia', la nueva ópera de Hèctor Parra y Calixto Bieito.© E.MORENO ESQUIBEL (E.MORENO ESQUIBEL)
Virginia López Enano

Un ahorcado convulsiona. De él solo se sabe que es un varón a punto de morir, que lleva un vestido ensangrentado y que su cuerpo es un péndulo que baila grotesco con los pies a medio metro del suelo. Cuesta apartar la vista, pero al fondo del escenario hay un espejo. No muestra la agonía del moribundo porque está esquinado, pasa desapercibido, pero ahí está. Obligando al espectador a ver sobre él su propio reflejo. Eso consigue Orgia, la nueva ópera del compositor Hèctor Parra y el director de escena Calixto Bieito. Que el público se enfrente a su lado más oscuro. Que, casi sin darse cuenta, no pueda dejar de mirarlo. Y en su estreno mundial en el Arriaga de Bilbao el pasado jueves consiguió también dejar a todo un teatro sin aliento. Este sábado vuelve al teatro vasco con una última función, el año que viene se podrá ver en abril en el Liceu y está prevista, aunque sin fecha, en el Festival de Peralada, ambos también coproductores.

“A mí me evoca cuando me disgusto profundamente conmigo. Cuando menos me gusto. Y cuando miro al vacío en la oscuridad. La incertidumbre. Estamos en un momento de cambio y no sé hacia dónde vamos”, confiesa Bieito tras unos segundos de silencio. Un efecto parecido le causa esta obra a Parra. Le refleja sus miedos y sus complejos: “Me hace pensar en momentos de duda, de falta de lucidez”. Remueve las entrañas y el mérito es de Pier Paolo Pasolini y de su obra de teatro Orgia, ahora transformada en ópera, que narra la brutal relación sadomasoquista de un matrimonio que acaba con el suicidio de él tras tomar conciencia de su homosexualidad.

Parra leyó el texto de Pasolini hace unos 13 años. Se enamoró de él, le apabulló. Lo habló con Bieito en 2015, con quien entonces estrenaba Wilde. Pero la cosa no fue a más. Después llegó su segunda colaboración juntos: Les Bienveillantes. Y en 2019 el músico recibió un encargo del Festival de Peralada. Había llegado por fin el momento de crear Orgia. Y de volver a trabajar con Bieito, quien en esta ocasión firma también el libreto. “Conozco casi todo lo de Pasolini, películas y textos. Recuerdo que muy joven fui al cine a ver Saló. Me quedé vacío, atónito. Cuando empecé con Orgia pensé que era un terreno un poco... Pero entonces empecé a recuperar recuerdos e imágenes”, cuenta Bieito.

El proceso creativo no ha sido el mismo para ambos. El director de escena sufrió bloqueos que retrasaron la entrega del libreto al compositor. Pero cuando el texto llegó por fin a manos de Parra, provocó un torrente creativo. La idea de crear una ópera con Orgia llevaba demasiado tiempo rondándole: “Cuando empecé fue como una fuente. Tenía tantas ganas que no podía... He sentido una pulsión”, explica el músico. Además, conseguir la residencia Villa Medici de la Academia de Francia en Roma le permitió vivir en la capital de Italia durante un año. Allí se empapó de Pasolini: “En Roma hablé con mucha gente que lo conoció. Era una persona con una voz muy tierna, acogedora. A veces tenía rabia, pero era un personaje modesto. Estuve un par de veces en su restaurante y visité también la Fontana delle Tartarughe, una fuente con torsos de jóvenes atractivos. Él en un poema habla de su enamoramiento de estos cuerpos. Orgia no es solo angustia y muerte, es también erotismo y amor por el cuerpo”. Conoció además a su sobrina y heredera, de quien obtuvo la confirmación definitiva que necesitaba su editor para realizar la ópera. “Creo que ella vio que era un libreto sólido y respetuoso con la obra de su tío”, cuenta Parra.

Dibujo hechos por Hèctor Parra durante el proceso creativo de 'Orgia'.
Dibujo hechos por Hèctor Parra durante el proceso creativo de 'Orgia'.DANIELE MOLAJOLI

En Roma también se empapó de arte. Y volvió a pintar. De niño, Parra dibujaba animales. Quizás porque quería ser pastor. A los 20 pintaba al óleo, copiaba a Rembrandt... Pero con 24 la música le absorbió lo suficiente como para tener que dejarlo. No había vuelto a pintar. Hasta ahora. Contemplar el arte de los museos romanos mientras escuchaba el texto leído de Orgia le impulsó a hacerlo. “No pinté por pintar, pinté para pensar estos ritmos escuchando el texto de Pasolini y fue como un trance”. Pintó y pintó torsos desnudos. Algunos con sanguina y la mayoría con tinta roja. Estos dibujos están ahora expuestos en el teatro Arriaga.

A pesar del trance, el proceso creativo no ha sido solitario. “Ha sido único. Los cantantes no solemos estar involucrados en la creación, nos llega la ópera ya hecha y somos marionetas para el director musical y el de escena. Pero aquí hemos estado desde el principio, incluso antes de que la primera nota estuviera escrita. Héctor ha escrito para nosotros, para nuestras voces y nuestras personalidades”, explica la soprano Ausřinė Stundytė, que brilló en el estreno junto al barítono Leigh Melrose.

Una ópera que duele

En Orgia duele la violencia física. Los golpes, violaciones, asesinatos... Se hace también insoportable el dolor que provocan las palabras. Pero si lo que ocurre sobre el escenario obliga al espectador a apartar la mirada, el dolor de la música le seguirá hiriendo. Y no se libraría de él ni tapándose los oídos. Es una obra que duele, como le dolió a la soprano Jone Martínez, que interpreta aquí a una prostituta, cuando leyó el libreto por primera vez: “Iba en un avión y me removió muchísimo. Me lo tuve que pensar, lo hablé mucho en casa con mi familia y amigos. Tuve que analizar hasta qué punto me podía afectar de manera negativa entrar en un mundo tan brutal. Con el tiempo he conseguido observar e intentar entender qué es lo que quería expresar Pasolini”.

Un aviso antes al espectador: que vaya preparado para que le revuelva las tripas.

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Sobre la firma

Virginia López Enano
Trabaja en el equipo de Redes de EL PAÍS. Ha pasado por varias secciones del periódico, como la delegación de Sevilla, Nacional o El País Semanal, donde ha escrito temas de música y cultura. Es Licenciada en Historia y Graduada en Periodismo por la Universidad de Navarra y Máster de Periodismo de EL PAÍS.

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