La música de baile y la inteligencia artificial celebrarán los 30 años de Sónar

El Sónar cumple 30 años y su manera de celebrarlo es continuar fieles a una idea que defienden desde hace tres décadas: “No haremos nada especial, lo de siempre, proyectar una mirada al presente y al futuro en términos de música, arte y tecnología”, indicó Ricard Robles, codirector del certamen, en la rueda de prensa en la que presentaron una edición que vuelve a tener la Inteligencia Artificial (IA) como epicentro. De hecho, tal y como recordó Antònia Folguera, comisaria de Sónar+D, “el Sónar lleva reflexionando sobre la Inteligencia Artificial desde el año 2016, todo y que parece que los años clave en su desarrollo e impacto ciudadano son el pasado y este”. Con un Sónar+D que cumple también años, en su caso 10, el festival renueva su apuesta por un modelo que Robles definió como “un lugar en el que puedes comenzar la mañana en una conferencia y acabar la noche bailando”. Para ello, mucha música de baile, de la bailable y de la que colapsa sinapsis, muchas apuestas avaladas por universidades como la Politécnica, la Pompeu Fabra y la de Barcelona y propuestas curiosas como animales imaginarios creados por una inteligencia digital en una especie de homenaje al naturalista y divulgador científico David Attenborough.

En cuanto al formato, este Sónar presenta novedades como la remodelación del SónarVillage que, para adaptarse a las temperaturas del cambio climático, estará cubierto en su práctica totalidad y así mejorará la habitabilidad; un Sónar+D que ocupará el Palacio de Congresos de la Fira de Montjuïc al completo y un SónarCar, una de las más pintorescas ideas del festival en forma de pista de autos de choque nocturna y con música electrónica, que en esta edición albergará también conciertos en directo, lo que puede garantizar colisiones de mayor calado artístico. El Sónar+D para los acreditados, la comunidad científica y los participantes funcionará de 10.00 a 15.00, siendo esta última la hora de inicio de las actividades abiertas al público en general, incluido el Sónar+D de tarde. El calor ha hecho aconsejable, indicó Robles, abrir el festival dos horas más tarde de lo habitual (las 13.00), en sus días de celebración, del 15 al 17 de junio.

El cartel musical ofrece un rastreo de las tendencias actuales por parte de nombres clásicos como Aphex Twin, un artista que no cabe en las etiquetas de gamberro, terrorista sonoro o enfant terrible porque tiene algo de todas; Bad Gyal, que se estrenó en el festival en 2017 y que ahora actuará en un escenario central nocturno; Fever Ray, otra artista absolutamente inclasificable aunque siempre angulosa e impredecible; Eric Prydz, artista que presentará Holo, un espectáculo holográfico que promete trascender el escenario para implicar a la propia audiencia con su propuesta audiovisual; Ryoji Ikeda, un artista que ejemplifica como pocos la fusión entre músico y creador visual, amén de toda una serie de artistas como Amelie Lens que aceleran el ya de por sí rápido ritmo de la electrónica hasta subirlo a las 140 BPM imprimiéndole una aceleración acorde con los tiempos. Eso sin olvidar artistas de hip-hop como Little Simz, que presentará su estupendo último disco No thank you; Kode 9, alias de Steve Goodman, músico y responsable del influyente sello Hyperdub; así como interesantísimas propuestas locales como las del dúo Desert, cuyas proyecciones serán generadas por IA, o Marina Herlop, una artista cuyo predicamento en el extranjero comienza a ser superior al logrado en su propia tierra.

Volviendo al Sonar+D, se convertirá en punto de encuentro entre comunidad científica y artística con presencias como la de Kate Darling, especialista en relaciones entre humanos y robots que no deben olvidar aspectos éticos; con la celebración de un festival de cine generado completamente por IA, el proyecto de investigación entre el estudio Playmodes y la facultad de Telecomunicaciones de la UPC con el que buscan energía de uso tecnológico no lesiva para el planeta y la escudriñan en la luz de los astros, así como la participación de Daito Manabe, este año omnipresente en la programación por medio de varias intervenciones, que con su estudio Rhizomatiks trabajan en la creación de generadores de opinión digitales en la red, “influencers” ni de carne ni de hueso. En conjunto, más de 200 propuestas con 10.350.000 euros de presupuesto, de los que un 77,60% se generan por recursos propios, un 5,65% proviene de subvenciones y un 16,70% de patrocinios. Para acabar la celebración de los 30 años, el Sónar se encargará de la música del Piromusical que cerrará las fiestas de la Merçé.