José Zoilo gana el Edhasa de novela histórica con la gran aventura de los alanos en el ocaso del imperio romano

El escritor José Zoilo (San Cristóbal de la Laguna, Tenerife, 45 años) ha sido proclamado este mediodía en Barcelona ganador del Premio Edhasa Narrativas Históricas en su sexta edición por su novela La frontera de piedra, centrada en la gran aventura del pueblo nómada de los alanos en las postrimerías del imperio romano. Zoilo, que presentó su novela sin pseudónimo, ha ganado el premio por unanimidad. Concurrían al galardón 339 novelas de las que fueron aceptadas por cumplir con las bases 271. El jurado ha destacado de La frontera de piedra que se trata de “una magnífica evocación de una época muy interesante pero poco conocida, la de la caída del imperio romano en su frontera oriental”, y que está escrita con gran rigor histórica. Ha resaltado asimismo los personajes, “que son diversos y ricos”, el tono épico, y que el autor consigue “arrastrar al género histórico-bélico los más profundos sentimientos humanos”.

La novela, que aparece ya en Edhasa, es la sexta de Zoilo, que publicaba hasta ahora con Ediciones B y ha ganado anteriormente varios premios del género como el Cerros de Úbeda y el Ciudad de Cartagena. La frontera de piedra está protagonizada por dos alanos, Goar y Safrax, primos entre ellos, a través de los que se narra la historia y vicisitudes de este pueblo de la estepa y su interrelación con Roma a finales del siglo IV e inicios del V. Presionados por los hunos, los alanos, junto a otros pueblos llegaron a las fronteras del imperio romano, del que fueron enemigos y aliados en diversos momentos.

En el acto de entrega del premio, dotado con 10.000 euros, el editor de Edhasa, Daniel Fernández, ha resaltado la calidad de Zoilo como “gran narrador de batallas” y lo ha comparado con Bernard Cornwell. El ganador se ha revelado gran admirador de Cornwell y de otro autor de Edhasa, Simon Scarrow, y ha explicado que su referencia como lector siempre fue el catálogo de narrativas históricas de la editorial. Ha dicho que empezó a escribir novelas del género en 2011 aunque no publicó la primera hasta 2019. “Escribo sobre lo que me gusta y quería darle una vuelta al pueblo de los alanos, que siempre me ha fascinado”, ha apuntado. Zoilo ya escribió sobre ellos y su papel en Hispania, pero ahora se ha remontado a su llegada a las puertas del imperio.

Ha reflexionado que las escenas dramáticas que los alanos (iranios parientes de los sármatas) y otros pueblos como los godos (germanos) protagonizaron en la frontera de Roma y que describieron los historiadores latinos despiertan muchos ecos hoy. “Me gustan las épocas de conflictos y de esperanzas”, ha añadido, matizando que lo que era una tragedia humana presentaba también elementos positivos: gente que buscaba y a veces accedía a una vida mejor. También los pueblos guerreros nómadas proporcionaban la posibilidad de renovar las tropas imperiales para enfrentar a otros enemigos.

De los hunos, que aparecen descritos como verdaderos salvajes, ha subrayado que se trata de su primera llegada al mundo romano y que estamos aún lejos de los tiempos de Atila y Aecio. Fernández ha bromeado con que el huno que aparece al mando, Uldin, es realmente “el uno”.

Zoilo ha explicado que tuvo claro desde el principio el título de la novela, que hace referencia a la impresión que debió producirles a los nómadas de las estepas la visión de los`puestos fortificados romanos a lo largo del Istro (el Danubio). Ha reconocido la profunda influencia en su novela del historiador romano Amiano Marcelino, que incluso aparece en un cameo (también salen las dos osas del infortunado emperador Valente, Pepita de Oro e Inocencia), así como la de Gibbon, y la de expertos actuales como Peter Heather, Javier Arce, Santiago Castellanos o José Soto Chica —que en su faceta de novelista ganó el Edhasa en 2021 con El dios que habita la espada, otra historia de bárbaros (godos) en tiempos oscuros—. Para Zoilo, como él mismo ha explicado, fue un hallazgo descubrir que Safrax, personaje histórico, señor de la guerra de las tribus greutungas, pudo haber sido un alano.

Tras unas consideraciones eruditas sobre los vándalos y su mala prensa (culpa de un obispo francés que los elevó a la categoría de adjetivo), y de explicar que seguramente La frontera de piedra va a tener continuidad, Zoilo ha festejado su premio con un catering en el que no se ha echado a faltar la carne cruda que se dice que los hunos y otros pueblos esteparios maceraban bajo las monturas de sus caballos.