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La película de la semana
Crítica
Género de opinión que describe, elogia o censura, en todo o en parte, una obra cultural o de entretenimiento. Siempre debe escribirla un experto en la materia

‘To Leslie’, alcoholismo olvidable

La triste historia de esta mujer adicta, o la manera en la que la cuenta el director, deja indiferente en comparación con películas clásicas de la misma temática

Andrea Riseborough, en 'To Leslie'.
Carlos Boyero

Hollywood, tan pendiente en los últimos tiempos de las cuotas para dignificar su negocio, acostumbra a incluir en sus nominaciones a los Oscar alguna película fabricada por el cine independiente, o indie como le denominan los modernos. Y ahí, como en el resto del cine, aparecen algunos títulos interesantes y también mucho celuloide olvidable o tonto. Eso sí, rodado con poco dinero e inmensa libertad, orgulloso de la prestigiosa etiqueta que lleva consigo.

En este año sombrío para la cosecha estadounidense, tampoco se salvan las películas indies. Pero han logrado colar en el apartado de las mejores intérpretes femeninas a Andrea Riseborough, protagonista de To Leslie. Interpreta a una borracha. Y sabemos del amor ancestral que siente el Oscar hacia personajes que arrastran taras, o sufren locura, o están en el límite por sus penosas circunstancias físicas o mentales. O sea, que podrían dárselo, aunque la lógica asegure que el trabajo de la espléndida Cate Blanchett en la retorcida Tár no admite competencia.

To Leslie se centra en el vagabundeo a la búsqueda de un techo provisional a lo largo de Texas de una señora a la que años atrás le tocó la lotería y no solo se la fundió en pasotes, sino que la envió a la intemperie absoluta, por dentro y por fuera, buscando entre su muy agotado hijo, familia y antiguos amigos que la ayuden a pasar las noches (y también los días), que le ofrezcan una cama y una botella de whisky.

Sinatra, el supremo cantor de la soledad, afirmaba con incontestable lucidez que todo es válido si te ayuda a pasar la noche. Y me resulta inevitable observando la desesperada historia de esta señora recordar las obras maestras centradas en el alcoholismo que nos ha dado el cine, películas tan creíbles como conmovedoras. Pensaba en Días sin huella, en Días de vino y rosas, en Fat City, en El buscavidas, en Otra ronda.

Qué estremecimiento me otorgan aquellas palabras que escribe en su diario la novia del buscavidas Eddie Felson, la futura suicida en un hotel de Kentucky, que interpreta admirablemente Piper Laurie. Creo que escribía algo como esto: “Hemos firmado un contrato de mutua tristeza y una impenetrable oscuridad nos rodea”. Y bastantes lectores alucinamos con lo que ocurre en el cerebro del cónsul Geoffrey Firmin, habitante de Cuernavaca, en esa impresionante novela titulada Bajo el volcán.

Pero no me ocurre nada parecido a lo que sentí ante esas historias de alcohólicos, siguiendo la ruta vital y mental de la tal Leslie. Le deseo encarecidamente que encuentre un refugio fijo, que espante definitivamente a sus demonios, que sea duradera y plena su relación con el dueño de motel que le ofrece trabajo y amor, que la reconciliación con su paciente y cansado hijo sea definitiva, pero su triste historia, o la manera en la que me la cuenta el director, me deja indiferente.

Los subidones y los bajones de la ciclotímica dama, aunque ella no vaya de quejumbrosa, no me afectan, no me tocan fibras sensibles. Acaba bien. Pues que le dure. Y es una temática que me interesa por haber conocido a fondo, para bien y para mal, el universo del alcohol. Pero solo me fascina en el cine cuando esas historias las narran los clásicos. Con estilo, sentimiento y profundidad. Aquí están ausentes. Se puede ver sin que te ocurra nada malo, aunque la olvido inmediatamente.

To Leslie

Dirección: Michael Morris.

Intérpretes: Andrea Riseborough, Marc Maron, Allison Janney, Andre Royo, Owen Teague. 

Género: drama. EE UU, 2022.

Duración: 119 minutos.

Estreno: 3 de marzo.

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