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Leonardo Padura, premio Pepe Carvalho de la BCNegra 2023

El autor cubano, creador de la serie de Mario Conde y gran narrador de la realidad de su país, recibe el reconocimiento del festival barcelonés a toda una carrera

Leonardo Padura, en el Hay Festival de Cartagena (Colombia), a finales de enero.
Leonardo Padura, en el Hay Festival de Cartagena (Colombia), a finales de enero.RICARDO MALDONADO ROZO (EFE)
Juan Carlos Galindo

En 1989, cuando Leonardo Padura (La Habana, 67 años) peleaba con el día a día del periodismo en Cuba mientras empezaba a perfilar al personaje de ficción que ha marcado su carrera, no podía imaginar que el mundo iba a cambiar para siempre, pocos meses después, con la caída del Muro de Berlín. Tampoco, que esa carrera literaria todavía en ciernes le iba a otorgar grandes reconocimientos. El último, esta tarde de lunes cuando ha sido galardonado con el Premio Pepe Carvalho de la BNegra a toda su carrera, un premio de un festival que celebra su decimoctava edición y que en las últimas ediciones han ganado Don Winslow, Juan Madrid, Joyce Carol Oates o Claudia Piñeiro, que ha sido la encargada de anunciarlo.

Padura, que ha homenajeado esta tarde a su amigo Manuel Vázquez Montalbán y ha subrayado “el hueco irrellenable” que dejó su muerte en la cultura española, ha emplazado a los lectores al discurso que dará el jueves, cuando recoja el premio en uno de los actos centrales de BCNegra, palabras que ya tiene escritas en “seis cuartillas a doble espacio” porque, bromeaba, es un hombre “muy disciplinado”.

El autor cubano publicó la primera novela protagonizada por Mario Conde en 1991. Se titulaba Pasado perfecto, capítulo inicial de una tetralogía que marcó un punto y aparte en la literatura negrocriminal en español. Protagonizada por un policía que no quiere serlo, o que no sabe serlo al servicio del poder, la serie nos muestra, en “novelas escuálidas y conmovedoras” como las que le gustaría escribir al propio Conde, La Habana de 1989 a través de unas tramas policiales sólidas y de un conjunto de personajes inolvidables. Así definía el autor en Agua por todas partes, su libro de reflexiones sobre su obra y la literatura, la relación de sus personajes con una ciudad en la que sigue viviendo. “Mis personajes son, como yo, habaneros. Algunos, aunque no lo confiesen, son en realidad mantilleros. Y casi siempre son gentes aferradas a su origen, a su circunstancia, a su tiempo, a su ciudad. Tipos que padecen la insularidad pero que, a la vez, se revuelcan en ella y que, si deben partir, se sienten partidos: una de sus mitades se va, otra se queda”.

Esas novelas narran un mundo en conmoción, la vida en 1989 en un país que ha ocupado un lugar en la historia reciente muy por encima de su influencia geopolítica o su tamaño. “Mi generación creció en medio de la revolución, participó en ella, pero cuando alcanzó su momento de madurez, de recoger los frutos, a principios de los años noventa, vio cómo caía la Unión Soviética y todo se desmoronaba. A ese proceso también se le sumó el acceso a una información que no teníamos antes. Todo eso generó una conmoción que he podido trasladar a mis novelas, pero siempre partiendo de los personajes”, explicaba en una entrevista en EL PAÍS. Padura ha frecuentado el relato, las memorias, el reportaje periodístico y otras obras híbridas como La novela de mi vida, pero es en su serie negra, es a través de la mirada y las vicisitudes de Mario Conde, como mejor se refleja en lo cotidiano este intenso devenir histórico.

El autor de Herejes recibió en 2015 el Premio Princesa de Asturias, un galardón que un año antes había recibido John Banville (Benjamin Black cuando es autor de la serie del patólogo forense Quirke) y en 2018 Fred Vargas en una muestra de la pujanza de un género que tiene en Padura a uno de sus mejores representantes.

Tras la Tetralogía de las cuatro estaciones, como se conoce a esas cuatro primeras novelas, da un salto temporal hasta el presente para las otras cinco que completan el ciclo por el momento. La última de ellas, Personas decentes (Tusquets, como toda la serie) es el mejor reflejo de la vitalidad de un personaje, Mario Conde, ya en los anales del género, y de un conjunto de novelas circunscrito a La Habana pero de alcance universal. Mario Conde tiene 62 años y ha envejecido en lo físico y en lo mental. Es 2016, hace casi tres décadas que no es policía, ocupación a la que dedicó “la barbaridad de 10 años” y sobrevive vendiendo libros (o cualquier cosa con algo de valor) de segunda mano. Sigue a cuestas con su “pesimismo histórico”, su lucidez para interpretar la vida, pero también atrapado, como le recuerda su amigo Carlos el Flaco, “entre el dolor del presente y el temor al futuro”. Primero con Herejes y luego con La transparencia del tiempo, Padura acometió un cambio de estilo en el que la parte histórica ganaba terreno y el número de páginas aumentaba considerablemente. En Personas decentes ese nuevo propósito alcanza su mejor expresión, lo que augura un buen futuro a la serie de Conde.

Fuera de lo criminal, es autor de El hombre que amaba a los perros (Tusquets) una novela sobre el asesinato de Trotsky a manos de Ramón Mercader, un trabajo de más de 20 años de investigación en el que el autor se convirtió en detective para completar un relato de ficción lleno de realidad, una novela en la que todos mienten, un monumento literario.

Amante del juego de pelota (béisbol) desde niño, tiene pendiente una novela sobre su gran pasión y asegura que si sus lectores no la han disfrutado todavía es porque no ha descubierto “cómo hacerlo”. “Creo que Cuba puede contar su historia sin hablar de sus escritores, de sus pintores o de su gastronomía, pero no puede hacerlo sin hablar de sus músicos o de sus jugadores de béisbol”, comentaba a este diario para reflejar su gran pasión.

El premio homenajea al Pepe Carvalho de Manuel Vázquez Montalbán, un personaje esencial en la historia de la novela negra mediterránea, lúcido analista de la realidad de su época, un carácter único, un particular sentido de la fidelidad, una mirada diferente a la vida. Seguro que, como sus creadores, Carvalho y Conde habrían sido buenos amigos.

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Sobre la firma

Juan Carlos Galindo
Es responsable de la sección de Pantallas y, además, escribe sobre libros en Cultura y Babelia y coordina el blog de novela negra Elemental. Lleva en EL PAÍS desde 2008. 'Hontoria' es su primera novela, publicada por Salamandra en 2023.

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