Así sonaban los grandes éxitos musicales del siglo XV
El músico sevillano Fahmi Alqhai, líder de la formación Accademia del Piacere, publica un disco con el cancionero custodiado en la Biblioteca Colombina de Sevilla
Nadie en su tiempo entendió el afán y el celo bibliófilo del hijo menor de Cristóbal Colón, Hernando, que llegó a reunir más de 15.000 ejemplares manuscritos hasta conformar la mayor biblioteca del Renacimiento, hoy custodiada en la catedral de Sevilla, donde se conservan unos 4.500 volúmenes. Tampoco fue comprendido el valor de la colección. Muchos libros fueron sospechosos en tiempos de la Reforma, la Inquisición hizo desparecer los de Erasmo de Rotterdam, y el tiempo hizo el resto: desde el deterioro provocado por la humedad hasta los robos habituales en el siglo XIX (la leyenda de Colón y los aficionados al libro antiguo provocaron el saqueo continuado de estos fondos). Pero a pesar de estas depredaciones, la biblioteca que se conserva en Sevilla es una joya única en el mundo.
Entre tanto tesoro manuscrito, destaca una rareza musical: el cancionero al completo que Hernando Colón adquirió en 1534, manuscrito muy probablemente en la opulenta capilla del todopoderoso Duque de Medina Sidonia, y que es testimonio de la gran Sevilla de la era colombina, entonces capital comercial europea y a punto de convertirse en la puerta de América. Este libro de canciones único en el mundo toma ahora forma de novedoso trabajo discográfico gracias al mimo y el rigor histórico del músico sevillano Fahmi Alqhai (uno de los mejores violagambistas de nuestro tiempo), hijo de sirio y palestina ya nacido en la capital hispalense, donde fundó hace ahora 20 años la formación Accademia del Piacere, auténtico referente nacional y europeo en la Música Antigua.
Alqhai despliega todo su plumaje de erudición musical enfundado en su particular contraste estético. Recibe a EL PAÍS en su estudio de grabación con su melena de reminiscencias heavy y una camiseta negra de Metallica, el legendario grupo de rock duro. “Fueron mis comienzos, de aquí vengo yo”, reconoce al ser interpelado por esta simpática paradoja. De esos comienzos le queda la pasión con la que hilvana en su discurso las particularidades únicas del disco Colombina. Music for the Dukes of Medina Sidonia, un extracto de este libro musical que servía en la época para su interpretación en fiestas religiosas y profanas y que se confeccionaba siempre en función del gusto del cliente.
En este caso, “y según los últimos estudios realizados, fue seleccionado por uno de los músicos más importantes del siglo XV sevillano, que es Juan de Triana. Un maestro muy célebre en la ciudad que vivía entre lo divino y lo humano, cantaba en la catedral, pero también organizaba las fiestas del duque de Medina Sidonia, uno de los principales magnates del reino de Sevilla”, relata Alqhai. Por orden del aristócrata se recopila, pues, este conjunto de piezas musicales —incluida toda la obra conocida del propio Juan de Triana— que, según los estudios de la musicóloga Lucía Gómez, autora del libro Música, nobleza y mecenazgo y asesora de este disco, con toda probabilidad fue interpretada en Sevilla por uno de los primeros consorts de violas da gamba (entonces llamadas vihuelas de arco) documentados en el mundo.
“Es un cancionero muy pensado”, explica Fahmi Alqhai y bromea cuando se refiere al conjunto de piezas como algo que hoy en día podría considerarse “no exactamente como una horterada, pero sí lo que en nuestros años ochenta era el Boom 6″, en relación con los discos recopilatorios que las casas discográficas lanzaban en las campañas de Navidad con lo mejor del pop español de cada año: “Los éxitos musicales del momento que debieron escuchar tanto los duques de Medina Sidonia como sus invitados están presentes aquí”.
Y en él, prosigue el músico sevillano, “hay de todo tipo de músicas y canciones: loando a la Virgen, el nacimiento de Cristo, temas de batallas, y mucha música profana, con preocupaciones sentimentales, desde el amor perdido a cuestiones muy lascivas, de ahí su importancia histórica, porque nos da una visión muy completa de todo lo que se escuchaba en la época, el uso más popular de la música”.
El concertista sevillano, que ha grabado este disco junto con su agrupación Accademia del Piacere, siente que su publicación ha sido un placer al que se sentían predestinados. “El cancionero de la Colombina es muy conocido, pero es cierto que está muy poco visitado. Yo lo había trabajado hace ya mucho tiempo, para mí es un proyecto de juventud. Arranqué con este cancionero y con Juan de Triana cuando tenía 20 años. Siempre hemos metido algunas piezas sueltas en los conciertos de Accademia del Piacere, pero no ha sido hasta ahora cuando hemos abordado un proyecto de este calibre”.
Música de palacio
De las 95 piezas que conforman el corpus polifónico más antiguo del repertorio español —donde el compositor predominante es Juan de Triana, pero también contiene música de otros autores de renombre como Johannes Cornago, Johannes de Urrede y Johannes Ockeghem—, Fahmi Alqhai ha seleccionado 15 piezas que componen el disco. “El objetivo principal era encontrar una selección que fuera orgánica y coherente, pensando en un concierto o en el formato de un disco. No queríamos hacer nada mastodóntico y el material de la Colombina no es todo igual de precioso, hay cosas en ese centenar de obras que no tienen sentido repetirlas porque muchas tienen el mismo formato y la misma temática, son piezas muy parecidas. Además, yo como artista antepongo siempre la experiencia: cómo le llega este material al público, el disfrute, más que hacer una cuestión historicista demasiado sesuda”, explica Alqhai.
Precisamente este acercamiento a todos los públicos es uno de los sellos que ha convertido a Accademia del Piacere en una de las formaciones musicales más demandadas en festivales, programaciones musicales estables y giras internacionales. “Será por aquello del piacere [placer] de nuestro nombre”, bromea. “El público, para mí como músico, es siempre el primer objetivo, como pasaba en la época de los duques de Medina Sidonia. Si lo que escuchaba le hubiera parecido un rollo, probablemente te hubiera echado de su palacio. Así que aquí hay que hacer lo mismo: que la música te transporte en el tiempo, pero, sobre todo, que te emocione”.
Para ello, Accademia del Piacere ha realizado un profundo trabajo de arreglos y actualización de las partituras. “En el cancionero de la Colombina la música está escrita de una manera muy esquemática, muy en los huesos, por lo que no hay una evidencia de cómo era la práctica, ni siquiera el sonido original, eso que se habla mucho en la Música Antigua. Es una entelequia, nadie podrá llegar jamás ahí, pero si disponemos de los instrumentos para acercarnos de la manera más fiable posible”, explica Alqhai, que para la grabación del disco decidió salir del estudio y trasladar a toda la formación y voces participantes hasta el Convento de San Pedro de Alcántara, una pequeña joya arquitectónica de la ciudad de Sevilla desconocida para el público general y que guardaba las condiciones acústicas y de sonoridad adecuadas. “Va a ser nuestra casa de aquí en adelante”, se ríe el músico.
Para poder materializar este disco, Alqhai recibió una beca a investigadores y creadores culturales en música y ópera de la Fundación BBVA y que ha abarcado tanto la concienzuda investigación previa como la grabación. “Reconozco que Colombina. Music for the Dukes of Medina Sidonia es un capricho, no es un proyecto pop y los discos son casi una cosa pretérita, así que no sé si vamos a hacer las más de cien fechas de otras giras, pero ojalá se pudieran permitir los artistas más caprichos como éste y no tener que estar siempre peleando con el mercado”, reivindica el músico sevillano.
Babelia
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