Neil Young abandona Spotify tras acusar a la plataforma de propagar falsedades sobre las vacunas

Neil Young se va de Spotify. El artista ha cumplido con su palabra y ha ordenado bajar de la plataforma las obras de sus 60 años de trayectoria. El músico mantuvo un pulso con el comediante Joe Rogan, que ha prestado su podcast, el más oído del planeta, a teorías no confirmadas o bulos sobre las vacunas contra la covid-19. “Spotify se ha convertido recientemente en una fuerza dañina por su desinformación y mentiras sobre la covid”, afirma Young en un comunicado publicado este miércoles en su página oficial, en el que en ningún momento se refiere a Rogan o a su programa. Su amplio catálogo, que se inicia con su debut de 1969, ya ha sido borrado. “Lamentamos la decisión”, asegura en su nota de respuesta Spotify, que “espera que regrese pronto”.

Young (Ontario, Canadá, 76 años) es una leyenda del rock desde los años sesenta. A diferencia de muchos de sus contemporáneos, sigue estando muy activo. Lanzó su más reciente álbum, Barn, el pasado 10 de diciembre. Pero no solo se ha mantenido presente en los escenarios. También como activista. Esta semana anunció que se iría del servicio de streaming después de leer una carta de más de 200 médicos que exigían a Spotify poner un alto a la desinformación de Rogan en su programa. “Durante la pandemia, repetidamente ha propagado falsedades e inexactitudes, lo que ha provocado desconfianza en la ciencia y la medicina”, señalaba el texto de los especialistas.

Rogan (Nueva Jersey, 54 años), un comediante conocido por un sentido del humor iracundo que Spotify fichó con un acuerdo de distribución exclusivo de 100 millones de dólares (84,1 millones de euros), tiene una audiencia de 24 años de media. Los no vacunados de la covid-19 de este grupo de edad son 12 veces más propensos a ser ingresados en hospitales si se contagian. A pesar de esto, los 11 millones de personas que se descargan cada episodio de The Joe Rogan Experience escuchaban a su titular insinuar que no era necesario vacunarse, afirmar que las vacunas son terapia genética y sugerir tratar la enfermedad con ivermectina, un medicamento de uso veterinario. La gota que colmó el vaso fue una entrevista de más de tres horas a Robert Malone, un médico que ha sido suspendido en redes sociales como Twitter por comparar la campaña de inmunización en marcha en Estados Unidos con el Holocausto.

“Los jóvenes creen que Spotify nunca ofrecería información gravemente incorrecta. Desafortunadamente, están equivocados. Sentía que debía hacer algo al respecto”, dice Young en el texto donde justifica su decisión. “Se venden mentiras a cambio de dinero. Me di cuenta de que no podía continuar contribuyendo a la potencialmente mortal desinformación de Spotify”, añade, mientras invita a otros artistas y discográficas a seguir su ejemplo.

El músico, que conformó hace décadas una de las primeras superbandas junto a David Crosby, Graham Nash y Stephen Stills, ha dicho que la decisión no ha sido sencilla porque estaba “contractualmente obligado” y no tenía control del destino de su música. En su texto revela, sin embargo, que su compañía, Warner, y su sello, Reprise Records, lo han apoyado para borrar su catálogo de la plataforma, a pesar de que esta aporta el 60% de las reproducciones totales de su obra. “Es una inmensa pérdida que debe absorber mi compañía, pero incluso así me han apoyado mis amigos por el peligro que representa la desinformación de Spotify”, afirma el artista.

Young ha aprovechado el adiós para dar un golpe al servicio de streaming, que lleva años siendo criticado por algunos artistas por los pocos ingresos que las reproducciones les reportan a pesar de sus 165 millones de suscriptores. “Spotify continúa mercadeando con la música con la peor calidad entre los reproductores”, afirmó Young sobre una de sus ya famosas cruzadas. En 2015, por ejemplo, lanzó Pono, un servicio de música digital que ofrecía grabaciones de alta calidad. El lanzamiento fue un fracaso y Young perdió una gran cantidad de dinero hasta que lo cerró. El artista recuerda a sus seguidores que su música puede seguir siendo escuchada en los servicios de Amazon, Apple, Qobuz y tiene como gran biblia su página de archivos, que permite estudiar los cientos de canciones que ha publicado. Ninguna de estas compañías ofrece el programa de Rogan, quien, de momento, parece salir victorioso de esta batalla.

El libro Neil Young sobre Neil Young, que recopila varias entrevistas con el artista, rescata un momento de 1989 durante una conferencia de prensa en Ámsterdam. Un periodista preguntó al músico si creía que los artistas tenían la responsabilidad de compartir su visión del mundo.

―No ―respondió secamente el autor de Harvest.

―¿Y por qué lo hace entonces? ―quiso saber el reportero.

―Es irresponsable por mi parte, pero es simplemente algo que hago. Así soy yo ―contestó entre risas Young.

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