“Vive como si fueras a morir hoy”: diez actores que fallecieron jóvenes
El accidente de esquí de Gaspard Ulliel suma a la estrella francesa a una lista desgraciada de intérpretes cuya carrera quedó dramáticamente truncada, como Chadwick Boseman, Heath Ledger, Brittany Murphy o River Phoenix
El fallecimiento ayer, miércoles, del actor francés Gaspard Ulliel a los 37 años por culpa de un traumatismo craneal tras un accidente de esquí ha conmocionado al mundo cinematográfico. Ulliel no solo era un intérprete carismático, ganador de dos premios César, que en los últimos tiempos había rehuido las comedias románticas buscando cine de autor, sino que a finales de marzo iba a estrenar la nueva serie de Marvel, Caballero Luna, con Oscar Isaac y Ethan Hawke, con toda la parafernalia que un estreno de este calibre arrastra y que se ha convertido en un trabajo póstumo. Como Ulliel, ha habido otras estrellas que han muerto en mitad de carreras interesantes. Repasamos algunos de los casos más destacados.
Chadwick Boseman. Un cáncer de colon acabó con la vida del protagonista de Black Panther el 28 de agosto de 2020, a los 43 años. Estaba en el apogeo de su carrera, era uno de los actores más carismáticos gracias a su participación en la saga de Marvel como T’Challa (Pantera negra), a los detalles de compañerismo que otros actores revelaban de él y a sus trabajos en un cine más de autor; ya fallecido, fue candidato al Oscar a mejor secundario por La madre del blues. Boseman había además encarnado en la pantalla a varios mitos de la comunidad afroamericana, y parecía llamado a grandes trabajos.
Anton Yelchin. Yelchin era un trabajador nato hasta su muerte el 19 de junio de 2016, a los 27 años, cuando su propio coche le atrapó en su casa contra un muro, en un fatal atropello accidental. Además de dar vida a Chejov en la nueva saga de Star Trek, Yelchin había acumulado más de sesenta apariciones en cine y televisión, porque empezó muy joven, con 10 años, cuando trabajó en la serie Urgencias. La fama la logró con la película de Nick Cassavettes Alpha Dog (2006) y también participó en filmes como Corazones en Atlántida, Terminator: Salvation, Solo los amantes sobreviven o Green Room.
Paul Walker. Walker, uno de los protagonistas de la saga Fast and Furious, falleció el 30 de noviembre de 2013 a los 40 años en, ironías del destino, un accidente de tráfico. Iba como copiloto en su Porsche Carrera GT, que se estampó contra un poste a unos 150 kilómetros por hora, en una carretera de Santa Clarita, al norte de Hollywood. En ese momento se encontraba rodando la séptima entrega de la serie y su fallecimiento fue uno de los primeros que se convirtió en fenómeno viral.
Brittany Murphy. La muerte de Brittany Murphy, el 20 de diciembre de 2009, a sus 32 años, estuvo envuelta en todo tipo de rumorología. Icono del cine de adolescentes, en el que había debutado con Clueless (Fuera de onda), la causa de su fallecimiento fue un paro cardiaco. Acababa de concluir su última película, Something Wicked, cuyo estreno acabó retrasándose casi seis años. La actriz de 8 millas, Inocencia interrumpida, Recién casados, Sin City o Happy Feet llevaba varios días enferma de neumonía, a lo que sumaba una anemia por falta de hierro. Su viudo, el guionista británico Simon Monjack, falleció cinco meses más tarde, también de infarto de miocardio. El padre de la actriz, Angelo Bertolotti, con lazos con la mafia, pero que no había tenido mucha relación con su hija, habló de envenenamiento. Todas las pruebas rechazaron un posible homicidio.
Heath Ledger. Fue una auténtica hecatombe, como no se había conocido desde los tiempos de River Phoenix o James Dean. El 22 de enero de 2008, y con solo 28 años, Ledger falleció en su apartamento por intoxicación accidental por medicamentos (de los que tenía receta). Todavía no había estrenado El caballero oscuro, que le llevó a ganar un Oscar póstumo dando vida al Joker. La estatuilla la recogieron sus padres y su hermana. En el momento de su fallecimiento, Ledger estaba interpretando a Tony en El imaginario del Doctor Parnassus, de Terry Gilliam. En su currículo, Brokeback Mountain, Destino de caballero, El secreto de los hermanos Grimm, 10 razones para odiarte o I’m Not There, y la sensación de que iba a ser grande.
Brad Renfro. La carrera de Brad Renfro se había truncado ya, por culpa de sus adicciones al alcohol y las drogas, antes de su muerte, por sobredosis, el 15 de enero de 2008, a los 25 años. Descubierto por Joel Schumacher, con el que debutó en 1994 en El cliente, después apareció en Que nada nos separe, Sleepers, Verano de corrupción o Ghost World, pero cayó en picado. De sus últimos trabajos solo es rescatable Los confidentes (2008).
River Phoenix. El mayor de los Phoenix falleció a los 23 años de una sobredosis el 31 de octubre de 1993, a las puertas del club copropiedad de su amigo Johnny Depp, el Viper Room, en West Hollywood. A su lado, su hermano Joaquin y su novia, la actriz Samantha Mathis. River Phoenix era el líder de una gran generación de actores, y no hay más que mirar su currículo para advertir su talento: Exploradores, Cuenta conmigo, La costa de los mosquitos, Indiana Jones y la última cruzada, Mi Idaho privado, La última apuesta, Sneakers, Lengua silenciosa o Esa cosa llamada amor. La noche de su muerte iba a tocar en el club con Depp y Flea (bajista de The Red Hot Chili Peppers), pero el escenario era muy pequeño y se sentó a verles. Con el tiempo se supo que había tomado una copa con speedball sin que le avisaran de que contenía esa droga. Por cierto, el mismo día murió Federico Fellini.
Brandon Lee. Brandon Lee falleció en el rodaje de El cuervo el 31 de marzo de 1993, en un accidente provocado por una pistola cargada con munición real. Tenía 28 años y protagonizaba la película con la que esperaba convertirse en estrella. El actor era hijo de la leyenda Bruce Lee, que murió justo dos décadas antes, en 1973, a sus tan solo 32 años, por un edema cerebral.
Sharon Tate. Tenía 26 años y se iba a comer el mundo, porque pocas como ella aunaban belleza y talento. Estaba embarazada de Roman Polanski, su marido, que en ese momento se encontraba en Inglaterra. El 8 de agosto de 1969, Sharon Tate estaba a dos semanas de dar a luz cuando varios miembros de la familia Manson, liderada por Charles Manson, irrumpieron en su casa y asesinaron a la actriz y a los amigos que la acompañaban. Aquella noche fue reescrita en la pantalla por Quentin Tarantino en Érase una vez en... Hollywood, un homenaje a la intérprete de El baile de los vampiros, El valle de las muñecas, La mansión de los siete placeres o ¿Cuál de las 13?.
James Dean. Antes de Dean ya había habido carreras truncadas prematuramente en Hollywood, como la de Jayne Mansfield, pero la muerte de Dean ocurrió en mitad de un cambio generacional en Hollywood. El accidente de coche en el que falleció esta estrella incipiente de 24 años, el 30 de septiembre de 1955, cuando se dirigía a una competición automovilística en Salinas con su Porsche Spyder 550, es recordado por generaciones de cinéfilos. Solo trabajó en tres películas como protagonista (Rebelde sin causa, Al este del edén y Gigante), suficientes para construir la leyenda del tipo que dijo: “Sueña como si fueras a vivir para siempre. Vive como si fueras a morir hoy”.
Babelia
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