“Adieu, Bébel”: Macron rinde un último homenaje nacional a su “magnífico” Jean-Paul Belmondo
El presidente francés preside una ceremonia nacional en los Inválidos de París, donde miles de personas también han querido dar su último adiós al actor
A los familiares, amigos y compañeros de pantalla que quisieron darle un último adiós público no les cabía ninguna duda: Jean-Paul Belmondo habría esbozado una vez más esa gran sonrisa que inmortalizó en tantas de sus películas si hubiera podido ver el gran homenaje nacional que le brindó su país este jueves en Los Inválidos de París. La ceremonia, solemne y un tanto festiva a la vez, estuvo presidida por el jefe de Estado francés, Emmanuel Macron, quien tras conocer la muerte del actor galo, este lunes a los 88 años, no dudó en calificarlo de “tesoro nacional” merecedor de unos honores de Estado reservados a muy pocas personalidades de Francia.
“Queríamos a Jean-Paul Belmondo porque se nos parecía. Lo admirábamos, nos hacía reír. Belmondo era un poco nosotros, pero en mejor”, dijo Macron al celebrar a un “héroe de las mil caras” que era “como de la familia”. Belmondo supo “atravesar estilos, épocas, romper todas las barreras” acompañando, para lo bueno y lo malo, a Francia durante más de seis décadas de cambios dentro y fuera de la gran pantalla, afirmó. “Querido Jean-Paul, perderte, hoy, para tantos franceses y francesas, es perder a un inmenso actor, un largo momento mágico del cine francés, y una parte de nuestras vidas”, agregó el mandatario antes de despedirse con un sencillo “Adieu, Bébel”.
Tras un minuto de silencio y la entonación de La Marsellesa, el himno nacional, el féretro del actor, cubierto con una gran bandera francesa, fue sacado a hombros de la Guardia Republicana del patio de honor de Los Inválidos, epicentro tradicional de los honores a militares donde Francia también ha despedido, en los últimos años, a personalidades como el expresidente Jacques Chirac, la exministra y activista Simone Veil o el también artista Charles Aznavour. Su último paseo público lo hizo Belmondo al ritmo de Chi Mai de Ennio Morricone, banda sonora de la película El profesional, mientras un emocionado público aplaudía al paso del cortejo y de la familia del actor.
“Allí donde esté, estoy seguro de que está sonriendo, como siempre, muy contento de este homenaje”, dijo, en nombre de la familia del As de ases, uno de sus nietos, Victor Belmondo. ”Durante toda su vida, [Belmondo] no cesó de buscar la felicidad, pero sobre todo de darla. Fue y seguirá siendo un sol (…). Pásatelo bien con esos amigos que tanto echabas de menos”, le deseó acompañado, también, de la hija menor del actor, Stella, de 18 años.
Los admiradores de El magnífico habían empezado a llegar desde primera hora de la mañana hasta los Inválidos, donde los recibió una gigantesca fotografía del actor, sonriente como siempre. Con un aforo limitado a 1.000 personas, la mayoría tuvo que conformarse sin embargo con seguir la ceremonia desde las pantallas gigantes instaladas en los alrededores del histórico recinto militar donde también reposan los restos de Napoleón.
Puertas adentro, el patio tuvo poco que envidiar a una alfombra roja. Entre quienes quisieron dar un último adiós al actor que marcó a varias generaciones de artistas —y tantos franceses— estaban Jean Dujardin, Marion Cotillard, Albert Dupontel, Nathalie Baye o Gilles Lellouche, que describió a su amigo Belmondo como un “ser humano fantástico, delicioso, que daba a los otros ganas de vivir. Un sol”. El también actor y cantante Patrick Bruel se declaró por su parte “orgulloso” de poder llamarse amigo de Belmondo, un hombre “que no conocía un solo enemigo, nadie dijo jamás algo contra él”. El popular periodista y presentador Michel Drucker, vecino y amigo de Belmondo, aventuró por su parte que, esté donde esté ahora, el actor “va a seguir riéndose mucho” porque era una estrella “inmortal” que “nunca se tomó muy en serio” a sí mismo.
En el homenaje nacional participaron también deportistas y, sobre todo, políticos: además de los miembros del gabinete de Macron, desde el primer ministro, Jean Castex, a la ministra de Cultura, Rosselyne Bachelot, asistieron el expresidente socialista François Hollande —acompañado por su pareja, la actriz Julie Gayet—, el exministro de Cultura Jack Lang o el antiguo primer ministro Jean-Pierre Raffarin. Tampoco quisieron perderse el homenaje nacional el senador conservador Bruno Retailleau, que recientemente renunció a presentarse a las primarias del partido Los Republicanos para elegir a un candidato presidencial para 2022, o Anne Hidalgo, alcaldesa de París y que se dispone este domingo a anunciar su propia candidatura al Elíseo por el Partido Socialista. Solo faltó a la despedida, en una tarde parisiense de bochorno, su amigo y compañero Alain Delon.
Tras un último adiós popular a Bébel —las puertas de Los Inválidos se abrieron en la tarde para todo quien quisiera rendir homenaje al actor—, el funeral de Belmondo será celebrado este viernes en la intimidad familiar en la iglesia parisiense de Saint-Germain-des-Prés.
Babelia
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