Madrid entra en la lista del Patrimonio Mundial
La Unesco otorga valor universal, en la categoría de Paisaje Cultural, al conjunto urbano donde se articulan el parque del Retiro y el paseo del Prado. El ámbito premiado incluye seis museos y se originó en el siglo XVI
Madrid lucirá el marchamo de la Unesco. El conjunto urbano donde se articulan el parque del Retiro y el paseo del Prado entra en la lista del Patrimonio Mundial, con más de 1.200 sitios únicos. La decisión, alcanzada este domingo con el acuerdo unánime del organismo, supone la inscripción del 49º hito español. El país es uno de los que cuenta con más registros, solo por detrás de Italia y China, pero hasta ahora ninguno de ellos se encontraba en Madrid, única capital europea fuera del club. Sí existían en el resto de la región: el monasterio de El Escorial, la localidad de Alcalá de Henares, el casco histórico de Aranjuez y el hayedo de Montejo. El mismo día se ha otorgado tan ambicionado estatus al templo indio de Kakatiya Rudreshwara, más conocido como Ramappa, a la ciudad china de Quanzhou, puerto de ascendencia persa, y al ferrocarril transiraní.
El embajador de España ante la Unesco, Andrés Perelló (PSOE), ha sido el encargado de defender el proyecto y activar los resortes diplomáticos necesarios para conseguir el respaldo al menos de dos tercios del comité, 15 votos en una cámara integrada por 21 países. La propuesta llegaba este domingo al plebiscito con el rechazo previo del Consejo Internacional de Monumentos y Sitios (ICOMOS), entidad asesora de la Unesco, que mostró sus reticencias a unir ambos bienes bajo la misma inscripción, y solicitó descartar el parque con el objetivo de estudiar solo el paseo. Ante esta petición, Perelló fue contundente: “Lo que nos piden es que Madrid se arranque un pulmón. El Prado y el Retiro son una feliz unión, cuya acta matrimonial se certifica con una cartografía de más de tres siglos de antigüedad”. Los orígenes del bulevar galardonado se encuentran en una alameda de 1565, que coincidió con el establecimiento de la corte en Madrid. Y habría que viajar hasta el Siglo de las Luces para situar la apertura del Retiro al público.
España recibió el apoyo, entre otros, de Brasil, Etiopía, Rusia, Uganda, Omán, Nigeria, Malí, Tailandia y Kirguistán, capitaneados por Arabia Saudita. Fue la princesa Haifa Al Mogrin, delegada de aquel país, quien introdujo una serie de enmiendas al estudio de ICOMOS, allanando el terreno para recabar más simpatías. La mayoría estuvo comprometida hasta el último momento, cuando Perelló resumió en apenas tres minutos las bondades de la candidatura madrileña. “Cuando se dice: ‘De Madrid al cielo’, yo me pregunto para qué querrán el cielo si el cielo ya está en Madrid”, declaró el embajador, cuya intervención se ha retransmitido en directo, desde el auditorio del Museo del Prado, para el resto de delegaciones, que se conectaron desde sus respectivos países. Los representantes de la organización internacional, por su parte, se encontraban reunidos a orillas del río Min, en Fuzhou (China), donde tiene lugar el 44º Comité de Patrimonio Mundial de la Unesco, pospuesto en 2020 a causa del coronavirus.
La Unesco cataloga el conjunto madrileño según tres criterios: atestiguar un intercambio de influencias arquitectónicas considerable, constituir un ejemplo representativo de algún tipo de construcción o de conjunto y estar asociado con tradiciones vivas. El organismo internacional evalúa cada año 25 propuestas de ámbito global. El respaldo a la iniciativa por parte de las instituciones españolas ha sido unánime, comunión que este domingo derivó en una inusual foto de familia frente a la iglesia de los Jerónimos. El ministro de Cultura, Miquel Iceta; el ministro de Exteriores, José Manuel Albares; la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso; la delegada del Gobierno, Mercedes González; el alcalde de la capital, José Luis Martínez-Almeida; la vicealcaldesa, Begoña Villacís, o el director general de Patrimonio Cultural en la Corporación, Luis Lafuente, fueron algunos de los cargos públicos reunidos en el Prado.
La votación ha estado a punto de posponerse a petición de la relatora de la Unesco, que esgrimía falta de tiempo para valorar una “candidatura compleja”. Solo han logrado reanudar la sesión las intervenciones de Nigeria y Noruega, país este último partidario de descartar un proyecto que se remonta a 2014, cuando la entonces alcaldesa de la capital, Ana Botella, anunció su pretensión de presentar el eje Prado-Retiro a la lista de Patrimonio Mundial, algo que fue cobrando fuerza a lo largo de la siguiente legislatura, con Manuela Carmena a la cabeza. En abril de 2018, el Consejo de Patrimonio Histórico de la ciudad, que preside Lafuente, dio el visto bueno a estas intenciones y fijó su presentación formal a nueve meses vista. El evaluador de la Unesco visitó la ciudad durante la primera semana de octubre de 2019, se reunió con Almeida y recorrió el trazado aspirante. Pero ICOMOS emitió el mes pasado un informe desfavorable que parecía acallar las aspiraciones madrileñas.
El texto recomendaba sacar al parque de la ecuación —al no hallar “justificaciones históricas” que lo emparentaran con el paseo— y denunciaba la contaminación atmosférica del entorno. El Ayuntamiento, sin embargo, se mantuvo firme y defendió su postura ante el resto de miembros durante un encuentro en la capital. Les presentó una relación de medidas destinadas a minimizar el uso del transporte privado, anunciadas bajo el nombre de Madrid360, que incluyen la peatonalización de 10 kilómetros en 48 tramos de calles. Y alegó que el palacio y los jardines del Retiro se instalaron allí por la preexistencia del paseo del Prado, que ya contaba entonces con una arboleda longitudinal, tal y como recoge el plano de Pedro Teixeira de 1656. El conde duque de Olivares, valido de Felipe IV, habría considerado este bulevar como un gran recibidor para el lugar de recreo real. Fuentes cercanas al regidor de la capital señalan a Lafuente como el principal defensor de unificar el parque y el paseo ajardinado, aunque ello entrañaba riesgos.
El comité de la Unesco ha incorporado en estos días más sitios únicos a la lista de Patrimonio Mundial: el área cultural Ḥimā, en Arabia Saudí, por sus “imágenes rupestres que describen la flora, la fauna, las formas de vida y las actividades cinegéticas humanas a lo largo de un periodo de 7.000 años”; el faro de Cordouan en Francia; la serie de frescos del siglo XIV en Padua (Italia), que incluye a los que realizó Giotto en la capilla de los Scrovegni, o la Mathildenhöhe de Darmstadt, lugar que acogió una colonia de artistas entre finales del siglo XIX y comienzos del XX en Alemania; y el conjunto de célebres balnearios situados en 11 ciudades de siete países europeos: Baden bei Wien (Austria); Spa (Bélgica); Františkovy Lázně, Karlovy Vary y Mariánské Lázně (Chequia); Vichy (Francia); Bad Ems, Baden-Baden y Bad Kissingen (Alemania); Montecatini Terme (Italia) y City of Bath (Reino Unido) son los otros proyectos que han contado con un veredicto benigno tras el examen. Está previsto que se aborden más candidaturas hasta el 28 de julio.
El puerto de Liverpool pierde su estatus
Los anuncios de la Unesco suelen provocar fiestas. Un nuevo lugar entra a formar parte del Patrimonio Mundial —como este domingo el madrileño conjunto urbano del parque del Retiro y el Paseo del Prado—, un país se frota las manos pensando en más prestigio, más dinero y más turismo, y algún que otro viajero toma nota, por si el sitio merece una visita en el futuro. Sin embargo, el mismo organismo que otorga tal reconocimiento, también puede retirarlo. Tan solo había sucedido en dos casos en la historia: el valle del Elba en Dresde (Alemania) y el santuario del Oryx árabe (Omán). Pero, desde el pasado miércoles, el puerto marítimo mercantil de Liverpool es el tercer sitio que disipa el reconocimiento, debido a la “pérdida irreversible de su valor universal excepcional”. Madrid podría sufrir la misma suerte en caso de no implementar las recomendaciones de ICOMOS antes del 1 de diciembre de 2022.
El puerto marítimo mercantil de Liverpool había entrado en 2004 en la lista del Patrimonio Mundial. Aunque, en 2012, la Unesco ya envió a la ciudad un primer aviso de que aquello podría no durar para siempre: las preocupaciones por el desarrollo del enorme proyecto urbanístico llamado Liverpool Waters llevaron al organismo a trasladar el lugar a la categoría de Patrimonio en Peligro. “Desde entonces, el proyecto ha continuado, al igual que otros desarrollos urbanísticos dentro del sitio y en su zona de amortiguamiento. El Comité considera que estas construcciones van en detrimento de la autenticidad e integridad del sitio”, reza el comunicado de la Unesco que finalmente, nueve años después, culminó sus temores. Hubo 13 votos a favor de la decisión, cinco en contra y dos inválidos.
La alcaldesa de Liverpool, Joanne Anderson, calificó la decisión de "incomprensible", según la BBC. Sostuvo que la Unesco ha alcanzado esta conclusión “una década después de la última vez que visitó la ciudad para verla con sus propios ojos". Añadió que estudia la posibilidad de apelarla, junto con el Gobierno británico, y agregó: “"Nuestro patrimonio mundial nunca ha estado en mejor condición, pues se ha beneficiado de la inversión centenares de millones de libras en decenas de edificaciones así como en los espacios públicos". La propia BBC recuerda que la ciudad ha afrontado grandes cambios desde 2004 y que, entre otros proyectos, se construyó el mayor centro comercial abierto de Reino Unido y el Everton FC, uno de los dos principales clubes de fútbol, planea construir un enorme estadio en la zona litoral.
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