La magia de ver El Retiro desde las alturas
El Ayuntamiento ha rehabilitado el monumento de Alfonso XII y su mirador, cerrado durante más de 30 años
La escalera negra, algo estrecha, metálica, como de una fábrica metalúrgica de principios del siglo XX, asciende a través de 97 escalones entre sillares blancos de piedra caliza. Arriba, a 30 metros sobre el suelo, un pequeño espacio de techo abovedado muestra el premio al esfuerzo: cuatro amplios ventanales que permiten contemplar el parque del Retiro desde las alturas, una perspectiva muy poco habitual.
“Desde aquí se aprecia perfectamente el poderío de la masa vegetal, los distintos tonos de verde, que cambian según las estaciones, y sobre todo la dimensión real del Retiro, cómo se engarza con la ciudad. Además, la altura te aísla del ruido y te hace comprender mejor la historia de este parque magnífico”, explica Mercedes Pérez Gallo, técnico del departamento de Patrimonio Histórico del Ayuntamiento de Madrid, organismo responsable de la restauración del monumento de Alfonso XII y su mirador, en la que se han invertido 281.000 euros.
El monumento es bien conocido por los madrileños, que los fines de semana suelen sentarse en su escalinata o pasear entre sus columnas, pero el mirador es un pequeño secreto, ya que ha pasado más de 30 años cerrado. El próximo 25 de abril comenzarán las visitas guiadas gratuitas para redescubrirlo, si bien las reservas para los próximos meses se agotaron en solo una hora. En octubre se abrirá un nuevo plazo.
Los afortunados que asciendan contemplarán una perspectiva magnífica. De frente, el estanque, donde varios grupos reman y juguetean con las barcas; detrás, las copas de los árboles se entremezclan con varias tonalidades de verde, y, más allá, los edificios más altos de Gran Vía, el Edificio España y, más atrás, la Casa de Campo. En los días claros se puede ver incluso la sierra. Si nos movemos a la ventana de la derecha, se observa la Torre de Colón. En la siguiente, distinguimos el repetidor de Televisión Española conocido como el Pirulí. En el último lado, la masa arbórea que lleva hacia Atocha.
Escultura de Benlliure
El monumento, obra del arquitecto José Grases Riera, se inauguró en 1922; la estatua ecuestre de Alfonso XII que lo corona (bajo la que se encuentra el mirador) la realizó el escultor Mariano Benlliure. Está emplazada frente al estanque para jugar con el reflejo en el agua. “Benlliure tiene más obras en el Retiro, como el monumento al periodista Miguel Moya y el monumento al general Martínez Campos, que es anterior al de Alfonso XII. Martínez Campos fue el general cuyo pronunciamiento desencadenó la restauración borbónica en la persona de Alfonso XII, pero en el Retiro ambos personajes se dan la espalda”, explica Ignacio Bazarra, de la Asociación de Amigos de los Jardines del Buen Retiro.
Además de en el mirador, el Ayuntamiento ha realizado una “intervención integral” sobre todo el monumento. “El material que se utilizó es una piedra caliza de Colmenar, cómoda para tallar pero muy delicada, que sufre mucho desgaste al estar a la intemperie”, explica la técnico municipal. “Por ello, se ha realizado un mapa de daños detallado y luego una restauración intensa, que ha incluido recomponer piezas sueltas y consolidar el conjunto”, añade Pérez Gallo. La restauración del hemiciclo norte se hizo en 2016, mientras que el hemiciclo sur y la torre mirador se hicieron de septiembre de 2017 a enero de 2018.
Entre los elementos restaurados, Pérez Gallo destaca “la preciosa columnata del exterior” y el poco usual friso que la corona. “Está cargado de simbología y refleja los escudos de las entonces 49 provincias, cada uno junto a los oficios más característicos de la zona”. Por ejemplo, A Coruña aparece con el escudo de la Torre de Hércules; a los lados, un pescador y una persona cosiendo las redes de pesca. Un escenario monumental que ahora puede verse desde otra perspectiva.
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