10 cómic esenciales de Astiberri para resumir 20 años

En dos décadas Astiberri ha construido un catálogo de 751 títulos, que incluyen 310 obras españolas, que representan alrededor del 41% de la colección. Entre ellas figuran seis que recibieron el Premio Nacional de Cómic, que se estrenó en 2007. Arrugas, de Paco Roca, es su libro más vendido (15 ediciones: 78.573 ejemplares), pero se trató de una producción del mercado francés que la editorial tradujo. De sus producciones propias, encabeza la lista de ventas Los surcos del azar, también de Roca, con 10 ediciones y 64.266 ejemplares. La presencia de autoras es aún escasa, ya que se han ido incorporando al catálogo en menor medida que los dibujantes. Aquí va una selección del cómic de autor español de la casa, que nada tienen en común excepto la libertad creativa, la variedad temática y la diversidad gráfica. En la elección han participado los socios de Astiberri y esta redactora. Es el resultado de cinco criterios subjetivos.

María y yo (2007). Miguel y María Gallardo. Uno de los títulos del boom (junto a Arrugas, de Roca, también de 2007) fue este diario íntimo de unas vacaciones del dibujante Miguel Gallardo con su hija autista, María. Dibujado con sencillez, humor y ternura, se convirtió en un éxito, que se tradujo a nueve idiomas y se llevó al cine. En 2015, el dibujante publicó la segunda parte, centrada en la adolescencia y la juventud de su hija: María cumple 20 años.

Sangre de mi sangre (2011). Lola Lorente. Nada más macabro que una historia de niños inadaptados. Lorente usa la tinta para desasosegar y forzar preguntas en una obra llena de tránsitos: de la niñez a la adolescencia, de una identidad sexual a otra o de la protección al desamparo. Alrededor de las pérdidas y las distintas maneras de afrontarlas, la valenciana ofreció una ópera prima talentosa y artesanal.

El héroe (2011-2012). David Rubín. En sus 600 páginas consagradas a Heracles y sus 12 pruebas comparten espacio el mp3 y la barca de Caronte. Casi un ajuste de cuentas con los superhéroes actuales del tebeo de la mano de un mito clásico. Fue la obra que le abrió de par en par las puertas de Estados Unidos a Rubín, uno de los dibujantes más prolíficos y contundentes del cómic español.

Los surcos del azar (2013). Paco Roca. La prueba de la naturaleza camaleónica del medio. Roca recrea la historia de los republicanos exiliados de La Nueve que participaron en la liberación de París con el rigor de los historiadores y el ritmo de los novelistas. La obra más vendida de las producidas por Astiberri inspiró también una exposición sobre su proceso creativo. La alianza entre Roca y sus editores ha dado algunos otros títulos magistrales, como los intimistas La casa y Regreso al Edén.

Murderabilia (2014). Álvaro Ortiz. Hay dos talentos en Álvaro Ortiz que volvieron a ir de la mano en esta obra: originalidad y humor (cenizo, brillante). Una siempre se pregunta de dónde salen unas historias extrañas con personajes a los que ocurren cosas más extrañas todavía, como Malmö, el protagonista de este libro, un aspirante a escritor que no escribe y acaba embarcado en una aventura inesperada gracias a los gatos que hereda de un familiar muerto.

La balada del norte (2015-2019). Alfonso Zapico. Un coloso que ya tiene 704 páginas y aún aguarda por el tomo final. Ensayo gráfico sobre la Revolución de 1934 en Asturias, su antes y su después, dibujado con rigor histórico y protagonizado por seres de ficción que ayudan a entender todos los sueños y terrores que fueron de la mano aquellos días. Zapico entregó también uno de los cómics más valientes en estas décadas: Los puentes de Moscú, donde se atrevió con el terrorismo de ETA a partir de una conversación entre Fermín Muguruza y Eduardo Madina.

Historias del barrio (2016). Gabi Beltrán y Bartolomé Seguí. En el verano de 1980 Gabi Beltrán y sus amigos comenzaron a vivir más rápido que los demás. Mucho de lo que vino después (el sexo, el alcohol, la droga, los robos, la búsqueda de un camino propio) se relata en este integral que derrocha emoción y vida. El camino de la supervivencia cuando a uno le han tocado peores cartas de partida.

El día 3 (2018). Cristina Durán, Miguel Á. Giner Bou y Laura Ballester. El cómic al servicio del periodismo, un camino cada vez más tanteado. Aquí se aborda la manipulación política y el combate cívico de las familias de los fallecidos en el peor accidente de metro de la historia de España, ocurrido en Valencia el 3 de julio de 2006.

La cólera (2020). Javier Olivares y Santiago García. Inmersos en la épica de Aquiles y compañeros de correrías clásicas a las puertas de Troya, la pareja artística más potente del cómic español ofrece un alarde gráfico que va incluso más lejos que Las meninas, que mereció el Premio Nacional en 2015. De la ira del griego venimos todos.

Gente de aquí, gente de allí (2020). Quan Zhou Wu. Ensayo gráfico de ida y vuelta, que aborda la visión de los inmigrantes por los españoles y la visión de los españoles por extranjeros. Desde el humor, la autora disecciona los estereotipos que rodean a unos y otros, los cambios sociológicos que ha experimentado España en pocas décadas y los problemas de identidad territorial que no ha resuelto. Un salto de gigante desde Gazpacho agridulce, su autobiografía de niña hispano-china atrapada entre dos mundos.