Zipi y Zape en serie negra
Nao Albet y Marcel Borràs escriben y dirigen ‘Atraco, paliza y muerte en Agbanäspach’, una revisión de la obra que hicieron hace casi diez años
Me encuentro a Nao Albet, rumbo al ensayo, y me cuenta lo que me puede contar. Con su eterno partner Marcel Borràs (y viceversa) ha escrito y dirigirán del 5 de febrero al 21 de marzo Atraco, paliza y muerte en Agbanäspach en el María Guerrero (Madrid). ¿De qué me suena ese título? “Claro que te suena. La primera versión la hicimos en el TNC/T6, en 2013. Teníamos veintipocos años. Belbel era el malo de la historia. En 2018 montamos Falsestuff o la muerte de las musas, con Jango Edwards como canalla, que hicimos para el TNC/Grec”, relata Albet.
Recuerdo historias, aventuras, un falsificador metido a teatrero (o viceversa), canciones, disparos, una banda de Europa, Irene que luego (en Mammon) fue temible china. Saco en claro que lo que harán en el María Guerrero está a caballo entre Lepage y Llinás. Sigue Albet a dos voces: la suya y la de Borràs (hoy, figura retórica): “Nos ha gustado siempre lo que llaman un final twist, así que hemos hecho una nueva versión de Atraco/paliza. La escribimos, ya digo, a los veintipocos y ahora tenemos treinta. Hemos madurado algunas cosas, y ahora las contamos de otras maneras. Por eso nos ha parecido interesante hacer esta revisión”. Vuelven a la palestra “la eterna discusión entre lo clásico y lo contemporáneo en el arte, y el esperado retorno del perverso”, del que puedo desvelar que se llama Boris Kaczynski, magnate al frente de un centro dramático, que tiene un encargo para Zipi Albet y Zape Borràs: escribir una obra sobre un atraco a un banco.
Albet cruza ante las ruinas del Novedades y me recuerda que lo primero que hizo en escena fue “aquel Full Monty que dirigió Mario Gas”. Y sigue: “Yo tenía diez años, en 2001, y allí me picó el bicho”. Hablamos del reparto pero más de intérpretes que de personajes. O no del todo. Desfilan Albet y Borràs, claro. Y refulge Irene Escolar, “que ha hecho y hace de todo”. “Nos conocemos tanto que nos ha echado una mano hasta con el casting de Madrid. También tenemos a Francesca Piñón, que ya estaba en la primera versión de Atraco/paliza. Es una caña, mucho power. Ah, ya sé que Alina Furman parece inventada, pero es rusa, cantante de ópera. Había trabajado en varias funciones con Carles Santos. Yo la conocí haciendo el Tirant lo Blanc que dirigió Calixto Bieito. Cuando escribimos el personaje de la cantante vimos que solo podía ser alguien como Alina”.
Más intérpretes: Eva Llorach, que ganó un Goya por Quién te cantará. Y dos actores más: Carlos Blanco, que ha hecho teatro, cine y series en Galicia, y Vito Sanz, que trabajó en La virgen de agosto. Hay muchas historias. “Todavía no podemos contar la siguiente, pero la tenemos bastante apalabrada con Carme Portaceli para el TNC de 2022. Va sobre Marcel y yo en la vejez, como si hubiésemos estado separados durante los últimos treinta años. Es una retrospectiva sobre nuestro curro, y lo difícil que es llevar el ego y trabajar juntos”.
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