Thomas Köner envuelve ‘Metrópolis’ en sonidos del siglo XXI
El compositor estrena en el Centro de Creación Contemporánea de Córdoba una nueva banda sonora para la película de Fritz Lang
“La música pertenece al momento en que se está interpretando. Es como la comida que guardas en el frigorífico: no dura para siempre, tiene una fecha de caducidad corta. No es necesario grabar nada en piedra, me hace feliz componer para el aquí y el ahora y establecer un diálogo con la gente en una situación concreta”. Así de claro lo tiene Thomas Köner (Düsseldorf, 54 años), que este viernes estrena una nueva banda sonora para Metrópolis de Fritz Lang, un clásico de la ciencia-ficción de 1927, que se proyecta en el Centro de Creación Contemporánea de Andalucía (C3A), en Córdoba.
“Pienso que el resultado creará un sentimiento de intimidad y proximidad entre el público y las imágenes de Metrópolis. Permitirá que cada espectador lo convierta en algo personal”, ha reflexionado el artista durante un ensayo, horas antes del estreno absoluto de su nueva composición que se funde con los 150 minutos de metraje de la película. El filme se proyecta íntegro, tal y como se estrenó en 1927.
“Metrópolis fue una gran producción en todos los sentidos. En la década de los veinte, los estudios UFO de Berlín hacían unas 20 películas al año, pero cuando se rodó esta historia de hombres y máquinas se empleó todo el presupuesto y el esfuerzo en solo esa película. El filme no tuvo éxito de público y los productores lo fueron recortando y alterando. Desde entonces, cada generación ha hecho su propio acercamiento a esta gran obra. Una de las versiones más conocidas fue la que tiene banda sonora de Giorgio Moroder en 1984, que es horrible, pero fue un gran éxito”, ha comentado Köner, un referente de la música electrónica con formación clásica que empezó a tocar el violín a los cinco años.
Compositor, artista visual y productor, Köner ha puesto música a una treintena de películas mudas por encargo de los museos del Louvre, Pompidou y D’Orsay, en París; o La Casa Encendida, en Madrid, donde estrenó su banda sonora para Nanuk, el esquimal (Flaherty, 1922). El C3A, donde el año pasado presentó su música para Fausto (Murnau, 1926), que había realizado para el Louvre, le encargó también para la ocasión la banda sonora para la única película de Equipo 57 (Film experiencia nº1. Base teórica: Interactividad del espacio plástico, de 1957).
“Siempre puedes amar una buena pintura, pero no ocurre lo mismo con la música porque envejece a gran velocidad. Con los temas populares, después de cinco meses puedes decir que son viejos. En los primeros 10 segundos de una melodía puedes identificarla y situarla en una época concreta. El sentimiento que te produce la música es muy profundo y emocionante, pero también fugaz”, afirma el compositor, quien a los 18 años ya hizo una primera versión para Metrópolis con su banda punk de la que, aplicándose su propia teoría, no quiere saber nada actualmente.
En esta ocasión, la versión que se estrena en el espacio Caja Negra del C3A —que depende del Centro Andaluz de Arte Contemporáneo (CAAC)—, no solo ha recuperado todo el metraje de la película, gracias a una copia privada en 16 milímetros que se encontró en Buenos Aires en 2008, sino que también se ha corregido la secuencia del montaje que había sido alterada varias veces y que en los títulos de crédito originales incluye toda una declaración de intenciones: “El mediador entre el cerebro y las manos ha de ser el corazón”.
Además de renovar musicalmente los grandes títulos del cine mudo, entre ellos Nosferatu (Murnau, 1922) y El Golem (Wegener, 1920), Köner ha publicado unos 15 álbumes de música electrónica. El último, Motus (Mille Plateaux), saldrá la próxima semana. El artista, que vive entre Niza y Belgrado, se atreve hasta con el mismísimo Beethoven a quien asegura que va a “deconstruir” en su próximo proyecto: la banda sonora de La vida de Beethoven (Hans Otto, 1927) que planea estrenar este año, cuando se cumplen 250 años de su nacimiento.
Babelia
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.