Bad Bunny emprende un ‘último’ viaje
Después de un año de premios y gloria, el cantante de reguetón lanza su cuarto disco, ‘El último tour del mundo’, y alimenta el rumor de que abandona la música
El famoso cantante puertorriqueño de reguetón conocido como Bad Bunny ha venido especulando desde hace un tiempo con la idea de que va a abandonar el mundo de la música después de un año de gloria y premios. Este viernes, a la media noche de Puerto Rico (madrugada en España), ha lanzado en todas las plataformas musicales su cuarto disco como solista, El último tour del mundo, un título que condensa su fama global y grandilocuencia. Una obra con la que no aclara aún si quiere abandonar el micrófono, pero que ha levantado todo tipo de suspicacias.
Se trata de un álbum con 16 canciones, que arranca con una en la que reconoce su gloria (reitera que hace lo que le da la gana porque el mundo es suyo, y lo “será por siempre”), pasa por sencillos con la española Rosalía, el puertorriqueño Jhay Cortez y la estadounidense ABRA; y termina con una canción como un bolero para las fiestas en Cantares de navidad. Su sencillo con Jhay Cortez, Dákiti, el único del nuevo disco que publicó con anticipación, ha estado en el primer puesto en las últimas semanas entre las canciones más escuchadas de Spotify, por encima de la princesa del pop estadounidense, Ariana Grande.
En El último tour del mundo, Bad Bunny no le teme —como en sus discos pasados— a combinar el trap y el reguetón con otros géneros: desde el punk-rock en Yo visto así, hasta el indie de Trellas o el pop noventero de Maldita pobreza, una de las mejores canciones del nuevo disco en la que habla del estudiante que no logra encontrar trabajo. “Exploté el Capitolio y todos esos cabrones con su monopolio”, dice. Los amantes del pasado de Bad Bunny encontrarán al mismo reguetonero descorazonado en varios de los sencillos (”yo sé que fui lo peor”, le dice en una despedida trágica a la amante en Te deseo lo mejor), pero otras están escritas con la nueva rabia que acumulan las celebridades cuando llegan a la cima y miran desde abajo a los que envidian su fama. “Yo no hago canciones, hago himnos para que no caduquen”, le canta en Booker T —también el nombre de un famoso luchador estadounidense— a los que criticaron que la asociación musical americana ASCAP le otorgara el premio Compositor del Año 2020. “Soy un rey, un campeón, estoy mi peak [pico]”, dice.
El nuevo disco también viene acompañado de múltiples homenajes a las grandes figuras de la música y la cultura popular puertorriqueña y latina. “Todo tiene su final, me lo dijo Héctor Lavoe,” dice sobre el famoso cantante de salsa en El mundo es mío, una de sus más grandes influencias cuando era chico. Antes de que acabe arranca con la famosa frase del astrólogo Walter Mercado (“Reciban de mí siempre paz, mucha paz, pero sobre todo mucho, mucho, mucho amor”), que transformado en lenguaje del Conejo Malo se convierte en un verso casi bíblico: ”Abraza a tu hermano, y no mires el color”. El disco se lanzó con un primer vídeo musical de Yo visto así, en el que Bunny aparece primero como un skater, le dice a sus críticos: “Hago lo que quiero, cabrón es mi vida, como Juan Gabriel cantando Querida”. Además de mencionar al ícono de la música mexicana, aparecen en el vídeo el cantante de pop Ricky Martín, la actriz colombiana Sofía Vergara, la modelo australiana Ruby Rose, el boxeador estadounidense Ryan García, y la reguetonera colombiana Karol G. “Si no te gusta, no tienes que mirar,” dice el coro.
Bad Bunny ha tenido un año soñado para cualquier artista latino en el mercado global. En febrero lanzó su segundo disco YHLQMDLG (Yo Hago Lo Que Me Da La Gana), uno de los álbumes en español más escuchados en Estados Unidos, que ganó el premio al mejor álbum latino en los American Music Awards y recientemente fue nominado en la categoría de Mejor Álbum Pop Latino para los Grammys de 2021. La asociación musical americana ASCAP le otorgó el premio Compositor del Año 2020, Netflix anunció que el trapero será uno de sus nuevos personajes en Narcos: México, y arrancó el año cantando en la multitudinaria Super Bowl que se transmite para todo el mundo. Sobre el escenario, al lado de J Balvin, Shakira y Jennifer Lopez, Bad Bunny ya avisó de que lideraba a una nueva generación de artistas hispanohablantes de música urbana a los que ha bautizado como la latino gang (pandilla latina).
Cuando muchos cantantes parecen aún recurrir a las tradicionales fórmulas para manejar Twitter o Instagram a través de un manager, Bad Bunny demuestra cada vez que saca un disco o un sencillo que usa con igual creatividad las redes sociales que el trap. El 24 de noviembre, cuando publicó un tuit con una lista de canciones sin título, solo con el nombre de Temazo y un emoticono de una llama, miles de seguidores entraron en combustión ante el lanzamiento del nuevo disco —el tercero este año pandémico si se tiene en cuenta Las que no iban a salir, un recopilatorio con los descartes de YHLQMDLG—, pero también por la posibilidad de que sea el último. Entre los cientos de miles de respuestas que recibió se repetía el recordatorio de que el 29 de febrero, justo antes de la pandemia, el reguetonero anunció que en nueve meses lanzaría otro álbum y se retiraría.
Horas después del tuit, publicó un vídeo corto promocional en su cuenta de Instagram —con 28 millones de seguidores— en el que el cantante aparece vestido de negro en una conferencia de prensa anunciado su “retiro de la música”, generando gritos y preguntas entre los periodistas. El que lo observa como espectador en la pantalla chica es el mismo Bad Bunny, vestido ahora con colores claros, desde un sofá, riéndose del escándalo que crean los medios al saber de su partida. Sacude la cabeza, apaga la tele, se levanta hacia el tocadiscos para escuchar su nuevo disco. Se acaba el vídeo. El artista se burla del famoso y lo quiere apagar para siempre para devolverle a la música el lugar central que se merece.
El 29 de febrero, cuando la covid-19 era solo un virus que afectaba a China, Bad Bunny también publicó a medianoche un sábado YHLQMDLG. El cantante compartió el lanzamiento con sus amigos en los bares de Puerto Rico, tal y como mostró en su cuenta de Instagram. De ese álbum, cuyos temas fueron sumando visualizaciones y escuchas, se recordará especialmente Yo perreo sola, el tema con el que desmontó los argumentos de los críticos que mantienen la coletilla de que el reguetón es machista. En el vídeo de esta canción sobre mujeres que pueden bailar como les dé la gana sin necesidad de un hombre, Bad Bunny aparece como un drag, con botas de tacón y minifalda de cuero. “La hice para darle apoyo a quien lo necesitara,” le explicó el cantante hace unas semanas a la revista Rolling Stone.
Dos meses y medio después de publicar YHLQMDLG, coincidiendo con el día de la madre, en pleno confinamiento y con la industria discográfica tratando de buscar un hueco para encontrar oxígeno, Bad Bunny publicó otro largo, Las que no iban a salir, un disco de canciones más breves, en total diez de menos de cuatro minutos. El día de Navidad del 2018 fue cuando decidió sacar su primer álbum como solista, X100PRE, disco exitoso en el que estaba uno de sus grandes sencillos, Estamos bien, una canción que compuso semanas después de que el huracán María destruyera buena parte de la isla de Puerto Rico. “Mera, diablo, qué aguacero”, dice la canción. “Gracias a Dios porque tengo salud/La vida no tiene repetición/ Después que mami me eche la bendición/No te preocupes, estamos bien”.
El artista puertorriqueño de 26 años ha pasado en menos de un lustro de empaquetar la compra en un supermercado de su casa en el pueblo de Vega Baja a ser el quinto artista más escuchado del mundo en Spotify en 2019. Con la expectativa en redes sociales que ha generado con El último tour del mundo, Bad Bunny alimenta el rumor de soltar el micrófono al mismo tiempo que sus nuevos sencillos entran a Spotify y YouTube para romper un récord en la historia del reguetón que el mismo Bad Bunny creó.
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