El juez ordena que el obispo de Lleida entregue al de Barbastro-Monzón 111 obras de 43 parroquias
La primera sentencia civil del conflicto que enfrenta a las dos diócesis desde 1995 desestima en su totalidad los argumentos del obispado catalán y del Consorcio del Museo de Lleida
Nuevo triunfo en los juzgados de los intereses aragoneses frente a los catalanes. El juez ha dado la razón a la demanda interpuesta por 43 parroquias de la Diócesis de Barbastro-Monzón frente a la Diócesis de Lleida en la que reclama 111 piezas depositadas en el museo de la ciudad. El juez ordena en una sentencia dada a conocer este miércoles por el Tribunal Superior de Justicia de Aragón la inmediata devolución de estos bienes a las parroquias de la Diócesis de Barbastro-Monzón, después de estimar íntegramente la demanda presentada por el obispado que representa a las 43 parroquias (Bafaluy, Buira, Roda de Isábena, Ardanué, Benavente de Ribagorza, Egea, Fraga, Monzón y Tamarite de Litera, entre ellas), y desestimar en su totalidad las demandas presentadas por el Obispado de Lleida y por el Consorcio del Museo de Lleida, de las que absuelve al obispado oscense.
Esta resolución abre un nuevo frente a favor de las aspiraciones aragonesas, tras el incumplimiento reiterado del Obispado de Lleida de las sentencias de los tribunales eclesiásticos, que desde que comenzó el conflicto en 1998, tres años después de que un centenar de parroquias aragonesas pasaran a formar parte de la recién creada diócesis de Barbastro-Monzón, siempre han ordenado la devolución de los bienes. La sentencia llega después de varios meses de espera del juicio que sentó en el banquillo hasta a tres obispos en mayo pasado en el Juzgado número 1 de Barbastro y que ha generado 36 tomos con 25.000 folios donde se han incorporado 1.017 documentos.
En la sentencia se estima íntegramente la demanda principal formulada por los representantes del Obispado de Barbastro-Monzón y por el Gobierno de la Comunidad de Aragón frente al Obispado de Lleida, el Consorcio del Museo de Lleida y la Generalitat de Cataluña. El juez declara “que cada uno de los bienes reseñados en el hecho primero de la demanda principal son propiedad de cada parroquia respectiva, de las que proceden, y que deben ser devueltos de forma inmediata a las mismas por mediación del Obispado de Barbastro-Monzón en su sede social”.
Las diez más destacadas
- Frontal de altar de Sant Hilari de Buira de Bonansa (siglo XIII)
- Frontal de altar de San Vicente Treserra de Arén (siglo XIII)
- Arqueta de Buira de Bonansa (siglo XIV)
- Retablo de San Cristóbal de Santaliestra (siglo XV)
- Escultura Virgen María con el Niño de Saidí (siglo XIV)
- Pintura sobre tabla de San Martín Obispo (siglo XV)
- Cruz procesional en plata (siglo XVI)
- Grupo Nacimiento y Adoración de los pastores (siglo XVI)
- Pintura Santa Eulalia y Santa Madrona (siglo XVI)
- Cuenco de Benavente (siglo XIV)
El magistrado da por buenos los argumentos presentados por los abogados de obispado y el Gobierno de Aragón en el sentido de que las piezas "fueron cedidas sucesivamente en depósito al Obispado de Lleida, quien posteriormente las depositó en el Museo de Lleida Diocesano y Comarcal, antiguo Museo Diocesano de Lleida", y no a los de la parte leridana que intentaron demostrar durante la vista celebrada en mayo que todas estas piezas eran propiedad del Obispado de Lleida después de que fueran adquiridas a cada una de las parroquias.
Entre los informes que aportó la parte catalana, una tesis doctoral en la que se incluían los títulos de compraventa firmados por el obispo leridano Josep Meseguer y los párrocos de las iglesias; información que no ha convencido al juez que ha asegurado que el Museo de Lleida no ha podido aportar "títulos concretos de compraventa, permuta o donación" y, por lo tanto, estos bienes no estaban en el museo leridano tras "ningún negocio de compraventa", pese a que el juez si que reconoce que hubo dinero de por medio.
Durante la vista del juicio, el Obispado de Lleida ya reconoció que no tenía título de propiedad de 28 de las piezas, si bien hizo valer el derecho de usucapión, posesión a lo largo de los años de un bien, para su adquisición.
El juez también da la razón al Obispado de Barbastro-Monzón para poder reclamar las piezas en nombre de las parroquias, algo que se cuestionaba desde Lleida y tiene en cuenta acuerdos firmados entre los dos obispados en 2008 y 2017 en los que el de Lleida reconocía la propiedad del de Barbastro-Monzón sobre las obras.
Según el magistrado, los objetos son "bienes preciosos" al tener "un valor notable por razón de arte, de la historia o de la materia", según establece el Código de Derecho Canónico. Por eso, para la enajenación de estas piezas era necesario desde 1893 la autorización de la Santa Sede y desde 1923 la autorización del Ministerio de Justicia, cosa que no se produjo.
Con todo, la "sentencia no es firme y cabe interponer recurso de apelación ante este juzgado en el plazo de 20 días desde su notificación para su resolución ante este juzgado". A la vista de lo ocurrido en otros conflictos abiertos se da por seguro que las partes catalanas usarán esta posibilidad. Ya ocurrió en el caso de las piezas depositadas tanto en el MNAC como en el Museo de Lleida del monasterio de Sijena, así como las pinturas murales de la sala capitular de este monasterio que se exhiben en el MNAC de Barcelona.
Tras conocerse la sentencia, una de las primeras reacciones ha sido la del presidente de Aragón Javier Lambán, que ha reclamado que la entrega se produzca "de manera inmediata". El presidente aragonés espera que "esta vez la sentencia se ejecute sin tener que recurrir a los extremos de la otra ocasión", aludiendo a la entrega de los 44 bienes depositados en el Museo de Lleida pertenecientes al monasterio de Sijena que se devolvieron después de que el juez enviara a las fuerzas de seguridad al museo en diciembre de 2017 para llevárselas. "La sentencia ha sido una alegría, no por esperada menos emocionante. Espero que la política catalana no anime a incumplir la sentencia", ha añadido.
También ha expresado su satisfacción el obispo de Barbastro-Monzón, Ángel Pérez, "por el deber cumplido" y por "haber podido defender a los más débiles, los 43 pueblos que tenían el retenido su patrimonio". Sus abogados han anunciado que ante el recurso que previsiblemente realizará el obispado de Lleida que pedirá la ejecución provisional de la sentencia. "Sería una doble victoria, para no esperar sine die una sentencia firme".
A primera hora de la tarde, el Museo de Lleida confirmó que recurrirá "hasta el final" la entrega de las obras. Lo ha anunciado la consejera de Cultura Mariàngela Vilallonga en una rueda de prensa conjunta junto al alcalde de la ciudad, Miquel Pueyo, el obispo de Lleida, Salvador Giménez, y el director del museo, Josep Giralt, después de valorar conjuntamente la sentencia.
Los otros litigios abiertos
Pese a que Aragón ha ido ganando todas las demandas interpuesta en los juzgados desde que comenzó el conflicto por los bienes de la iglesia aragonesa depositados en museos catalanes tras la segregación de 1995, ninguna de ellas es firme y están recurridas a instancias superiores. Estos son los otros dos litigios patrimoniales:
1. Por las piezas depositadas en el Museo de Lleida y en el MNAC. En abril de 2015 el Juzgado número 1 de Huesca resolvió a favor del Gobierno de Aragón y el Ayuntamiento de Sijena anulando las ventas de 97 piezas que las monjas hicieron a la Generalitat y al MNAC en diferentes años, después de irse a vivir a Barcelona. La sentencia está recurrida ante el Supremo desde enero de 2018. Las piezas permanecen depositadas por orden del juez en el monasterio. Las 53 del MNAC fueron entregadas en julio de 2016. Las 44 del Museo de Lleida, en diciembre de 2017, tras enviar el juez a las fuerzas de seguridad a buscarlas al museo leridano en cumplimiento de la ejecución de la sentencia; un traslado que ha sido valorado en 12.932 euros. El traslado se realizó durante la aplicación del artículo 155 en Cataluña.
2. Por las pinturas románicas de la sala capitular del monasterio de Sijena. En julio de 2016, el Juzgado de primera instancia número 2 de Huesca resolvió que las pinturas románicas tenían que regresar al monasterio. En este caso, la juez no ha ejercido la ejecución de la sentencia por el grave estado de las pinturas después de que fueran quemadas los primeros días de la Guerra Civil. La sentencia está recurrida ante la Audiencia Provincial de Huesca, que no se ha pronunciado.
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