¿Por qué molesta Greta Thunberg?
Causas e iconos son un matrimonio aceptado. Salvo cuando se trata de esta niña sueca con asperger
A nadie parece molestarle que DiCaprio, Schwarzenegger, Sting, Bono, Javier Bardem, Brad Pitt o Angelina Jolie hayan enarbolado banderas de causas nobles, y si nos cabreamos porque Michael Jackson se hiciera pasar por salvador de niños fue porque en realidad dormía con ellos. Hemos visto a Sean Penn en Haití tras el terremoto y en Irak tras los bombardeos. Hemos visto al líder de U2 desgañitarse por África. O a Brad Pitt luchar en Nueva Orleans tras el huracán Katrina. Causas e iconos han sido siempre matrimonios bien aceptados, fueran por amor o conveniencia. En general han sido aplaudidos y amplificados, tan aptos para programas de corazón como para los informativos. Y todos tan contentos.
Pero Greta Thunberg es diferente.
Greta Thunberg molesta a casi todos.
Corre por el Internet normal -que no el profundo, del que mantenemos la esperanza de que albergue debates menos obvios- un vídeo muy recomendable para todos los que se burlan o se lanzan a despotricar en todos los canales disponibles contra Greta Thunberg.
-Hola, soy un hombre adulto y tengo un problema embarazoso: me siento irracionalmente enfadado con una niña sueca que quiere salvar el planeta –afirma un señor desesperado por teléfono.
- Muy bien. Le paso con un especialista.
Un equipo atiende entonces al hombre en tono comprensivo, en una especie de teléfono de la esperanza para cabreos urgentes: “Si eres un adulto que necesita vituperar contra una niña, aquí está la ‘línea de ayuda Greta Thunberg’, nacida para tolerarle a usted”.
Antes de que nos lancemos a denigrarla, la Greta Thunberg helpline nos anima a marcar su número: “Nos puede llamar porque le escuchamos, no importa lo ridículo que suene usted. Porque le entendemos: los niños que se comportan como adultos pueden provocar que los adultos se comporten como niños. Y porque todos sabemos que cuando hablamos de cambio climático, ella es el problema”.
Es el resumen del vídeo que no se deben perder. Ahí podrán reírse del espectáculo que están dando las miles de personas que están vertiendo basura contra Thunberg en Internet, la barra de bar del presente por antonomasia. Pero más allá de que nos riamos con ello –que lo merece- deberíamos hacérnoslo mirar. ¿Por qué molesta tanto una niña de 16 años con Asperger, autismo y trastorno obsesivo compulsivo, que enfermó tras ver un documental sobre el clima, que se empeñó en protestar cada viernes en su ciudad con tal constancia que fue llamada por el Foro Davos y otras instituciones como portavoz de un grito de alarma sencillo y claro contra el cambio climático?
Greta Thunberg, voz inicialmente creíble porque no tiene carrera artística, campaña de imagen, ni representa a gobiernos, empresas, ni instituciones, se ha convertido en nada creíble (para muchos) por la maledicencia que le atribuye intereses ocultos. Poca cosa deben ser los supuestos “lobbies” que la "manipulan" para pasar 21 días mareada en un catamarán para llegar a Europa. Estaremos de acuerdo en que hay planazos mejores.
Thunberg molesta porque es Asperger y no disimula si le caemos mal. Molesta porque es niña. Molesta porque el largo trastorno alimentario que sufrió tras ver ese documental le impidió un desarrollo físico normal, como cuenta su madre en Nuestra casa está ardiendo (Lumen). Molesta porque no coge aviones y nosotros sí. Molesta porque sus padres la animan, la acompañan en su causa y escriben sobre ella de tal forma que nos hacen sospechar. Nosotros seguramente no lo haríamos. Molesta porque se le presumen intereses ocultos. Molesta porque es diferente y nosotros nos matamos por no serlo. Molesta, en suma, porque no la logramos encajar en una casilla disponible. Y nos gusta mucho que todo encaje, incluso nosotros.
Pero toda causa encuentra iconos y estos no se eligen por catálogo. Acostumbrémonos y en caso de duda, llamemos al teléfono de la esperanza. Nos atenderán.
Babelia
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