La crisis interna en ERC congeló la investigación sobre acoso laboral en el grupo del Congreso
Junqueras insta a los órganos de control interno a actuar tras conocerse el testimonio de posibles afectadas por el comportamiento de Pilar Vallugera


Otra de las víctimas de la guerra interna que vive Esquerra fue el expediente que investigaba el presunto maltrato laboral de la diputada Pilar Vallugera contra excompañeras de bancada en el Congreso la pasada legislatura. La tramitación del expediente, que nunca se cerró ni se elevó a la Ejecutiva del partido para valorar posibles sanciones disciplinarias, quedó encajonada en medio de otras derivadas del cisma entre el presidente, Oriol Junqueras, y la que fuera su exsecretaria general, Marta Rovira. El líder republicano instó este domingo a los órganos de control a actuar después de que EL PAÍS publicara el testimonio de víctimas, como la exdiputada Maria Dantas.
Junqueras, en una entrevista en Catalunya Ràdio, recordó que Dantas nunca llegó a presentar una denuncia formal mediante el canal oficial interno. La exdiputada, además, rompió el carnet del partido en noviembre de 2023. El líder republicano, sin embargo, consideró que, tras conocerse también las situaciones vividas por otra exdiputada y una representante de ERC aún en activo en las Cortes, “los órganos del partido pueden comenzar su trabajo”. “Es lo que hará el responsable de cumplimiento [que realiza la investigación] y la comisión de garantías [que investiga y establece las sanciones]”, apostilló.
Tanto Dantas como la que fuera a número dos del grupo parlamentario, Carolina Telechea, aseguran que en múltiples ocasiones comunicaron a miembros de la cúpula el “efecto desestabilizador” que Vallugera tenía dentro de la bancada. Entre los comportamientos mencionados y que tuvieron lugar entre 2020 y 2023 están faltas de respeto constantes, gritos, desprecio en público por el trabajo de compañeras. Varias voces del partido aceptan que llegaban “rumores” y desde la anterior dirección aseguran que sin una denuncia efectiva no era posible actuar.
La decisión de Dantas de abandonar las filas de ERC, sin embargo, levantó todas las alarmas y motivó que tanto Junqueras como Rovira se involucraran directamente. Pero también limitaba el margen de acción. En febrero de 2024, un órgano político de la formación llamado comisión de ética decidió encargar a la propia exsecretaria general, entonces en Suiza, de hacer un informe interno sobre los hechos. Entre las personas a las que se les preguntó por los posibles malos tratos estaba Telechea. Sin embargo, su testimonio fue el último dentro de la ronda, en julio del año pasado, y se remitió por escrito mediante una de las cuentas de correo de los órganos de control.
Las conclusiones de las pesquisas de Rovira, sin contar con la información que dio posteriormente Telechea y que iba más allá de lo explicado por Dantas, fueron elevadas por su parte al entonces responsable de cumplimiento del partido, Xavier Mombiela, que abrió un expediente (número 29) para establecer si Vallugera efectivamente había violado o no el código de conducta. Ese caso se solapó con la tramitación del expediente sobre la autoría y responsabilidad ante los carteles vejatorios contra los hermanos Maragall, en la pasada campaña de las elecciones municipales, y que recrudeció la batalla entre junqueristas y roviristas.
La figura de Mombiela también fue cuestionada fuertemente en medio del choque entre facciones, con lo cual su margen de maniobra se vio limitado. La promesa electoral de Junqueras de establecer una comisión de la verdad sobre los carteles, al margen de los órganos de control, fue leída como una desautorización en toda regla. Pese a ello, sí se hicieron algunos avances de cara a desestimar el posible caso de abuso laboral o considerar que sí había una falta contra el código de conducta y elevar la apertura de un expediente disciplinario a votación de la Ejecutiva del partido. Por ejemplo, se dio traslado a Vallugera de una copia del testimonio registrado por Telechea, para que presentara descargos, como explica la propia diputada.
Eso ocurrió el pasado mes de noviembre. De hecho, Vallugera, explican al menos tres fuentes del grupo parlamentario, comentó el contenido del escrito en una reunión el día 26 de ese mes ante todo el equipo de la bancada. Doce días antes, asegura Telechea, le había llegado el acuse de recibo, por parte de otro órgano, la comisión de garantías, de su testimonio. Entonces, Vallugera formaba parte de la candidatura que pugnó con la de Junqueras por el liderazgo del partido.
El triunfo de Junqueras en la votación interna para elegir a nueva cúpula implicó el relevo casi automático de Mombiela. Con el expediente abierto, quedaban aún cabos sueltos, como por ejemplo si las explicaciones de Vallugera eran satisfactorias o si efectivamente los testimonios presentados certificaban que había otras víctimas, también dentro del equipo técnico de ERC en el Congreso. Las declaraciones de Junqueras de este domingo dejan eso sobre la mesa de Lluís Mombiela, el nuevo encargado de cumplimiento, a menos de una semana de que ERC celebre la asamblea donde se tiene que aprobar la nueva hoja de ruta del partido.
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