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‘El irlandés’, de Scorsese, la película más esperada del año, se verá solo en 45 cines

El lanzamiento casi testimonial del ‘thriller’ se debe a las diferencias entre Netflix, su productora, y los exhibidores

Scorsese y De Niro, en el rodaje de 'El irlandés'.Vídeo: José Pérez

Cuando hoy llegue a las salas españolas El irlandés, de Martin Scorsese, solo se estrenará en 45 salas, 47 pantallas. Muy pocas, en comparación con los más de 300 cines en los que se proyectan grandes lanzamientos como Joker, Maléfica 2 o Terminator. Menos incluso que Parásitos, de Bong Joon-ho, Palma de Oro del último Cannes, o Día de lluvia en Nueva York, de Woody Allen, que tras varias semanas en cartel aún se pueden ver en cerca de 80 cines. ¿Por qué una de las grandes candidatas a los Oscar, otra obra maestra de un genio del cine como Scorsese, entra en la cartelera de tan mala manera? "Porque a Netflix le da igual el lanzamiento a la gran pantalla. Ese no es su negocio", responden de manera idéntica dos pesos pesados de la distribución en España, que prefieren mantener su anonimato. Y subrayan un hecho: El irlandés se estrena hoy en cines, y el miércoles 27 —solo 12 días después— llegará a la plataforma digital que la ha producido.

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Para entender esa política, que ha llevado a un enfrentamiento soterrado entre Netflix y las grandes cadenas de cine, hay que bucear en la economía y las prácticas habituales de la industria española del cine. Entre que se estrena una película en la gran pantalla y aparece en una plataforma digital o en DVD en España transcurren 112 días. Muchos si se piensa en filmes indies que tras dos semanas en cartel tienen que esperar un centenar de días para acceder a otro formato. Pocos si comparamos con Francia, donde esa ventana (así se denomina en el sector a esa franja temporal) alcanza los tres años. "Netflix no está en más salas de cine porque Netflix no quiere", apunta Borja de Benito, portavoz de Fece, la Federación de Entidades de Empresarios de Cine de España, que agrupa al 80% de las salas españolas de cine, medio millar de locales con más de 3.000 pantallas. "Su negocio es que la gente se suscriba a su plataforma. ¿Por qué estrena en salas? Porque tiene ese compromiso con algunos directores y porque esa es la única manera de acceder a los premios. Estamos viviendo la misma carrera al Oscar que con Roma".  En el caso del drama de Alfonso Cuarón, en España solo se estrenó en cinco salas y nueve días antes de su llegada a la plataforma.

Desde el departamento de comunicación para España y Portugal de Netflix, apuntan: "Estamos trabajando con distribuidores que se asociaron con nosotros para lanzar nuestras películas en el tiempo que funciona para Netflix y nuestros miembros. Los planes de lanzamiento se adaptan a cada película". Cuando la plataforma empezó su despegue en España, sus películas fueron distribuidas por A Contracorriente. Desde este otoño, el cine de la plataforma llega a las salas a través de la distribuidora TriPictures, que responde a EL PAÍS: "El modelo de distribución con Netflix es tan distinto del modelo de distribución convencional que casi estamos fuera de la ecuación. Básicamente lo que hacemos es el booking con los cines". Es decir, solo sirven de puente entre la empresa estadounidense y los cines.

El negocio de las salas de cine depende del porcentaje que reciben de la entrada los exhibidores. Las majors, los distribuidores de Hollywood, tienen la sartén por el mango. Y por eso, se quedan hasta el 60% de la recaudación de la primera semana. Según transcurren las semanas de una película en cartel, su porcentaje disminuye y aumenta el de los exhibidores: de ahí su defensa de los 112 días —cantidad que no está regulada por ley, sino que nace de un acuerdo tácito— de exclusividad. En el caso de El irlandés, solo pasarán 12 días. Sobre el porcentaje que retiene de cada boleto Netflix, nadie se atreve a concretarlo. "Nosotros creemos que la plataforma es muy poco solidaria con la industria del cine, que es de quien la alimenta. Impone sus condiciones, nunca negocia", sigue De Benito. "La postura de Netflix es inamovible, en España y en Estados Unidos". Efectivamente, en Estados Unidos y en Reino Unido, El irlandés llegó a las salas el 1 de noviembre, pero también en muy pocas salas, ya que las grandes cadenas han rechazado sus condiciones. "Es que no hay negocio", apunta el portavoz de Fece. "Nosotros no decimos a nuestros asociados qué deben exhibir o no, y es más, alguno proyectará El irlandés, pero sí creemos que la ventana funciona".

Para subrayar ese "desprecio" de Netflix a las salas, distribuidores españoles apuntan a otros lanzamientos de la plataforma. The King, un drama shakesperiano con Timothée Chalamet y Robert Pattinson, solo pasó por tres cines. Klaus, de Sergio Pablos, filme de animación infantil que podría haber sido un taquillazo navideño, se estrenó solo en dos. Ambas formaban parte de un paquete de distribución de siete filmes —dos de animación, cinco de adultos— que Netflix sacó a subasta a finales de verano, y que se concretó en el festival de Toronto. "El gancho de Scorsese era muy jugoso", cuenta uno de los distribuidores, "y varias compañías se lo plantearon. Se lo llevó TriPictures. Sin embargo, yo no veo el negocio, de verdad. Yo con solo dos meses de ventana hubiera pujado". ¿Por qué otros entraron en la carrera? "Porque hoy por ti —distribuyo tu cine—, mañana por mí —compras mis películas como productor para tu plataforma—. A cambio, subrayo que los exhibidores tienen memoria larga, y puede que te penalicen en ulteriores lanzamientos". Otro distribuidor remata: "Van a muchas salas casi residuales, excepto en Barcelona y Madrid; es más, a ninguna en el País Vasco".

Al secretismo que rodea a Netflix, se añade la ausencia de sus datos de taquilla. Sin embargo, el resto de los filmes hacen públicas las cifras. Desde el ICAA, el Instituto de la Cinematografía y de las Artes Audiovisuales, el organismo que regula el cine en España, aseguran: "Las salas tienen obligación de dar sus datos al Ministerio de Cultura, pero no existe el mismo deber de publicarlos". En todo caso, para igualar al sector, desde El irlandés aparecerá en la web del ICAA las recaudaciones y los espectadores de los títulos de Netflix. Y así se verá si hay negocio o no en esos estrenos.

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Sobre la firma

Gregorio Belinchón
Es redactor de la sección de Cultura, especializado en cine. En el diario trabajó antes en Babelia, El Espectador y Tentaciones. Empezó en radios locales de Madrid, y ha colaborado en diversas publicaciones cinematográficas como Cinemanía o Academia. Es licenciado en Periodismo por la Universidad Complutense y Máster en Relaciones Internacionales.

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