30 años sumando realidad

“La realidad es insuficiente”, asevera el escritor Jaime Siles en el documental Poesía eres tú. Los poetas, no conformes con lo visible, crean a través de la palabra lo que solo se percibe y así, suman realidad a la propia realidad. 30 años lleva la Fundación Loewe contribuyendo a esta construcción con su Premio Internacional de Poesía en lengua castellana. Este viernes, Sheila Loewe y dos de los ganadores del galardón, Ben Clarck y Antonio Lucas, han celebrado este aniversario en el Hay Festival de Segovia con la proyección de este documental sobre sus tres décadas y con una lectura.

Siles justifica el ansia de la escritura con la carencia de lo físico, pero esto explica también la necesidad del lector. El gusto por los versos fue lo que llevó a Enrique Loewe a impulsar el galardón que se ha convertido en uno de los más prestigiosos en lengua española. “El haber hecho las cosas despacio, casi de manera artesanal, ha llevado al premio a un lugar al que ni siquiera se pretendió”, enfatiza Sheila Loewe antes de participar en el acto de celebración. Que Octavio Paz fuese el presidente del jurado cuando ganó el Premio Nobel y que continuase ejerciendo esa labor hasta su muerte también ayudó a destacarlo e internacionalizarlo.

Un jurado riguroso, en el que siempre han participado algunos de los mejores escritores del momento, como Víctor García de la Concha o Clara Janés, ha propiciado una lista de premiados que es una panoplia de estéticas, edades y países. Vanguardistas, culturalistas o poetas de la experiencia; Benítez Reyes, Marzal, Bernardo Schiavetta o Luis García Montero, todos forman parte de lo mejor de la poesía a un lado y otro del Atlántico.

El último en entrar en la nómina ha sido Ben Clarck, que recitó algunos de los versos que han propiciado que haya sido galardonado y que se recogen en La policía celeste. Aunque ya había sido reconocido con otras distinciones, esta le ha dado una mayor proyección porque el nombre Loewe trasciende las fronteras de la escritura. “A veces parece que los poetas escribimos solo para un público reducido que son los propio escritores, pero con Loewe llegas a un auditorio que no lee habitualmente poesía pero que sí conoce la marca”, explica.

Clarck agradece la existencia de premios porque “permiten pagar facturas” y porque rompen el anonimato que no permite publicar a muchos autores. Agradece también que las pequeñas editoriales estén posibilitando romper con modelos tradicionales de edición que dificultaban la difusión de jóvenes escritores como él. “Se está yendo hacia una cosa más sana”, valora.

Uno de los nuevos cauces de divulgación son las redes sociales. Aunque sin filtros, Sheila Loewe apoya la publicación de poesía indistintamente del soporte. Reconoce que “a algunos clásicos les asustó este momento”, pero anima a “coger lo mejor de él” y aprovecharlo. "Todo lo que difunde poesía, de todo tipo, es bueno para ella". Luis García Montero coincide en el documental con este punto de vista y asegura que “lo que tenga que venir de nuevo, vendrá de ahí”, de los canales de comunicación en internet, aunque siempre en diálogo con la tradición.

Como una de las metáforas más clásicas, parece que la poesía siempre vive muriendo. En cambio, los escritores que participan en el documental, muchos de ellos jóvenes como Elvira Sastre o Marwan, destierran por completo la idea de arte marchita que se le achaca habitualmente y vaticinan no solo su supervivencia, sino su renovación y expansión.