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Tequila rinde cuentas con su gran pasado

El influyente grupo de 'rock and roll' en castellano ofrece el 25 de septiembre su último concierto en Madrid dentro de su gira despedida

Alejo Stivel y Ariel Rot, del grupo Tequila, en la Plaza de las Ventas, Madrid. Inma FloresVídeo: Atlas

"Volver a lo básico desde otra mirada". Ariel Rot describe con estas palabras la vuelta de Tequila a los escenarios en la gira Adiós Tequila! Tour. Una vuelta y un adiós a los que Rot y Alejo Stivel no ponen fin en España, "cinco o seis años", bromean, "vamos a ir ciudad por ciudad, pueblo por pueblo, hasta despedirnos del último habitante de España". De la que sí se despiden es de la ciudad que les vio nacer. Madrid acogerá el próximo martes 25 en el WiZink Center su último concierto.

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En lo que define como un ejercicio muy saludable, Rot recupera en esta gira su relación con la guitarra. "Cuando te dedicas a cantar, a componer, no tienes una relación tan estrecha con la guitarra como la había tenido con Tequila, con Los Rodríguez y como la vuelvo a tener ahora. Y cada tanto creo que es importante recuperar esa sensación, que me ayuda a seguir aprendiendo y a seguir estando en forma". 

Tras casi 40 años como músico y productor, Alejo Stivel ha estado más alejado de los escenarios y afronta esta nueva etapa de una forma distinta. "Con una frescura que no habría podido tener de haber estado en activo", confiesa. "Me siento como si estuviera empezando casi, porque estuve tantos años sin cantar, sin subirme al escenario, que es casi como algo nuevo para mí". El argentino, a sus 59 años, aún deja ver rasgos del adolescente que a finales de la década de los setenta (junto al también argentino Ariel Rot) fundó Tequila, ya convertido en un grupo esencial del rock and roll madrileño. Tras esto se metió en la producción y por sus manos han pasado los discos que han lanzado a la fama a grupos como La Oreja de Van Gogh o M-Clan. En 2017 lanzó su primer disco enteramente propio, Yo era un animal, que espera retomar cuando concluya la gira: "Si no es tarde, tengo esa deuda pendiente".

Fito Cabrales, Leiva, M-Clan o Juancho de Sidecars son algunos de los invitados que acompañarán al grupo en su despedida. Para Rot y Stivel el del próximo martes es un concierto distinto en esta gira, y no solo por la privilegiada lista de invitados que los acompañan. "Madrid es especial y con Tequila nunca habíamos hecho un concierto grande aquí", resalta el guitarrista del grupo. "Será más largo, especial, donde recuperamos algunas canciones que no habíamos tocado". 

Una de ellas es Yo quiero ser normal, su primera canción en 35 años después de publicar su último disco de estudio, Confidencial. Este es el tema principal de la banda sonora de la película Superlópez, dirigida por Javier Ruiz Caldera y protagonizada por Dani Rovira, cuyo estreno esta previsto en noviembre. Este proyecto fue un encargo que ambos integrantes, afirman, han aprovechado como una excusa y el motor para volver a componer. 

"Cada vez la composición, según uno va creciendo, se transforma en algo un poco más íntimo e individual. Tuvimos que hacer un ejercicio y un pequeño entrenamiento para recuperar esas sensaciones de cuando éramos un par de críos y componíamos juntos", explica Rot. Pero parece que hasta aquí les sirve la excusa. "En este momento no estoy muy productivo en cuanto a composición", señala. Ambos afirman que están muy enfocados a todo el nuevo plan de conciertos como para plantearse volver a grabar y componer. "No está ahora mismo entre las prioridades", sentencia Rot. 

Con esta gira retoman no solo sus raíces, sino las de la cultura musical de los primeros años de la democracia española. Anterior a la movida madrileña y acabado el franquismo, trajeron el descaro guitarrero de artistas como Chuck Berry o The Rolling Stones. "Para mí esto fue como el primer lenguaje musical que aprendía, después mi universo musical se fue ampliando", señala Rot. Ahora, todo ese aprendizaje, ese viaje musical, vuelve al comienzo y "a las primeras palabras que pude pronunciar".

Tequila llegó y se fue en menos de lo que otros grupos logran su primer contrato. "Fue algo intenso, fugaz y tremendamente efervescente... Como un vaso de cerveza", interviene Stivel para matizar las palabras de su compañero. "Vivíamos con urgencia, éramos jóvenes y las cosas se dieron de tal manera que en cuanto la magia empezó a decaer no tuvimos paciencia a que volviera a surgir". 

Tequila no cosechó los éxitos económicos que alcanzaron otros contemporáneos. Ni juntos ni por separado. Quizás porque se adelantaron a todo lo que llegaría después a España o quizás porque como grupo se adelantaron demasiado a los tiempos. "Hay carreras con las que el pop y el rock fue muy generoso y hay otras con las que fue muy duro", señala Rot recordando la trayectoria de Chuck Berry. Pero para ambos, está claro que la recepción de Tequila tiene un grado de popularidad más importante que sus carreras en solitario: "Y esto es una manera de rendir cuentas con nuestro pasado". 

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