Marc Márquez se cae, vence Bagnaia y Álex lidera el Mundial
El gran dominador del certamen hasta ahora resbala cuando mandaba con holgura en Austin


Parecía que nada iba a frenar a un Marc Márquez resuelto a completar su pleno de seis victorias en el arranque del Mundial de MotoGP. “La única persona que puede detener a Marc en este momento es él mismo”, había avisado durante su visita a Austin el expiloto estadounidense Kevin Schwantz, campeón de 500cc en 1993. Y no se equivocaba. Una caída cuando rodaba con más de dos segundos de ventaja en cabeza de carrera, en la novena vuelta, cortó la magnífica racha del ocho veces campeón del mundo. Pecco Bagnaia, que ya venía creciéndose a lo largo del fin de semana, recogió el guante y se llevó una victoria que le da alas en el GP de las Américas, uno de los trazados predilectos de su compañero caído.
El resbalón en la cuarta curva, tras pisar el blanco que limita la pista, mandó al absoluto dominador del inicio de curso al suelo y dio un vuelco tremendo a la clasificación del campeonato. Álex Márquez, segundo con la Ducati satélite de Gresini al no poder con un Bagnaia hinchado de confianza, se aseguró con su sexto podio consecutivo el liderato del certamen, una posición inédita para él en la categoría reina. Con 87 puntos, tan solo uno más que su hermano mayor, el pequeño de la familia pudo celebrar el hito con un equipo entregado a su personalidad y pilotaje. “Esto es muy chulo, fantástico. Aunque sea míster segundo, es una alegría poder estar en esta posición y quiero darle las gracias a todo el equipo y la afición”, decía el 73.
Quien tampoco escondió su alegría fue el tricampeón italiano, aclaradas por fin las dudas con un triunfo balsámico que le da esperanzas en su esperado cara a cara con Marc Márquez. Con 75 puntos, está de repente a 12 puntos del objetivo después de haberse visto a más de un fin de semana de carreras de distancia. “Me he quedado afónico, he estado gritando de alegría toda la última vuelta. Después de un período difícil, poder estar aquí de nuevo es una sensación magnífica”, declaraba el vencedor. Por mucho que no le hubiera alcanzado en condiciones normales, ya solo haberse visto más cerca y haber estado allí para aprovechar el regalo le permitió llenar el tanque de confianza en una jornada caótica y ni mucho menos sencilla para nadie, en la que Fabio Di Giannantonio (VR46 Ducati) completó el podio.

La ligerísima lluvia que humedeció el asfalto durante la previa de la carrera provocó una auténtica partida de póker en los garajes y una situación insólita. Dirección de carrera tuvo que sacar la bandera roja antes de la salida cuando un grupo de más de 10 pilotos, comandado por Marc Márquez, se bajó de sus monturas a cinco minutos de la hora programada para esprintar a pie hacia el pitlane para coger su segunda moto con neumáticos de seco. El movimiento, aunque legal, obligó a dirección de carrera a abortar el procedimiento habitual de salida al superarse el límite máximo de motos establecido para partir desde el carril de boxes.
El nerviosismo en los garajes, y las idas y venidas de los ingenieros y jefes de equipo, se desataron después de que el francés Fabio Quartararo cayera en la vuelta de reconocimiento y hasta el coche de seguridad se estampara contra uno de los muros mientras revisaba las condiciones de la pista. A pesar de la delicadeza del asfalto, finalmente todos los pilotos optaron por salir con neumáticos de seco, con un retraso de 10 minutos sobre la hora programada y una vuelta menos en el casillero.
Cuando se apagó el semáforo, no sin antes mitigar otro fuego cuando no se le activó el dispositivo de salida de su Desmosedici a la primera, Marc Márquez ejerció de sheriff del circuito de las Américas hasta que se salió de la pista y del guion esperado por todos en el noveno giro.
Sin estribera para la pierna derecha ni freno trasero tras besar el asfalto, el 93 rescató la moto e intentó salvar algún punto, pero se rindió cuando vio que rodaba cinco segundos más lento que el grupo delantero. Además de él se cayeron también otros cinco pilotos, entre ellos Joan Mir (Honda), Pedro Acosta (KTM) y el debutante Fermín Aldeguer (Gresini) cuando rodaba quinto. Como ya había avisado en la víspera (“es imposible mantener esta tónica todo el año”), el mayor de los Márquez era consciente de que este momento llegaría. No fue un consuelo en el circuito de las Américas, donde ha ganado siete carreras de 10 posibles en la categoría reina.
“Lógicamente, he perdido, he cometido un error, y solo me queda pedir perdón”, comentó el gran derrotado de la jornada. “Ayer no era Superman y hoy tampoco soy un desastre. Son errores de los que aprender, y a pesar de la gravedad del fallo, lo bueno es que somos segundos en el campeonato”, agregó, feliz también por el liderato de su hermano Álex. Marc reconoció que la jugarreta de inicio fue suya, ya que se conoce al pie de la letra el reglamento y su pretensión fue provocar el retraso en el procedimiento de salida. Si bien esa primera jugada le salió bien, la partida terminó por perderla.
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