Peridis, premio Nacional de Restauración y Conservación de Bienes Culturales 2018
El jurado distingue al arquitecto, viñetista de EL PAÍS, "por su extensa e innovadora trayectoria" en la "puesta en valor del patrimonio" y su labor educativa
"Estoy muy contento por este reconocimiento porque es en lo que he trabajado toda mi vida". José María Pérez, Peridis, arquitecto, escritor, comunicador, viñetista de EL PAÍS desde su fundación, ha sido distinguido este lunes con el Premio Nacional de Restauración y Conservación de Bienes Culturales 2018, otorgado por el Ministerio de Cultura y Deporte y dotado con 30.000 euros. "Es un galardón de los que llamo de efecto Mingote [otro histórico dibujante de prensa] porque caen con los años", ha declarado en conversación telefónica. El premio reconoce a las personas o instituciones que, "por sus obras o por su participación activa en el ámbito de la restauración o de la conservación, han contribuido al enriquecimiento del patrimonio cultural de España", según el comunicado del ministerio.
El jurado ha destacado en Peridis "su extensa e innovadora trayectoria en la conservación y puesta en valor del patrimonio cultural", así como "su extraordinaria labor en educación patrimonial y mediación social". Esa trayectoria tiene un epicentro, el monasterio de Santa María la Real, en Aguilar de Campoo (Palencia), unas ruinas entre las que correteaba de niño y que, a partir de 1977, comenzó a restaurar junto a medio millar de vecinos, en una labor homérica de una década. Aquellas piedras de su infancia son hoy instituto de bachillerato, posada, centro expositivo y sede de la Universidad Nacional de Educación a Distancia.
En 1994, fue también el lugar en el que nació la Fundación Santa María la Real del Patrimonio Histórico, que presidió hasta hace poco más de un año. La fundación se ha encargado de recuperar patrimonio románico y generar desarrollo en los lugares que lo alberga. A ella pertenece el Centro de estudios del Románico, que creó Peridis para divulgar la cultura medieval con cursos y publicaciones y cuya magna obra, en fase final, es la Enciclopedia del Románico de la Península Ibérica, cerca de 60 tomos que radiografían más de 9.000 construcciones de este estilo.
Además del monasterio de Aguilar de Campoo, Peridis, nacido en Cabezón de Liébana (Cantabria) en 1941, destaca en su obra como arquitecto "el Corral de comedias de Alcalá de Henares, el monasterio de San Benito, en Valladolid; o la biblioteca del Alcázar de Toledo... he tenido la suerte de que me han tocado unas ruinas inmensas". Peridis explica que cuando empezó su labor, en la Transición, tuvo "la suerte de participar en el cambio de criterio en la arquitectura, que estaba anclada en la restauración mimética. El paso fue que muchos edificios sin uso se empezaron a utilizar para equipamientos públicos, culturales, asistenciales". Él es partidario de que el arquitecto no deje su impronta en la obra y sea humilde.
Dar vida a las piedras
Sin embargo, para él, no se trata solo de restaurar piedras, "sino de darles vida, incorporarles oficios, como hicimos con las escuelas talleres", en las que, sobre todo con fondos europeos, "los jóvenes aprendían trabajos que servían para recuperar los edificios", un proyecto que inició en España y ha expandido a América.
Preguntado sobre algunas de las terribles intervenciones en tallas o retablos que esporádicamente saltan a los medios, Peridis le quita importancia: "Son actuaciones muy locales. Los restauradores españoles están a un nivel alto, sobre todo en bienes muebles. Lo que hay que hacer es cumplir la ley y que las autoridades dispongan quién debe ocuparse de ello".
Respecto a "la mediación social" que menciona el fallo, está el Peridis comunicador, especialmente a través de programas de televisión como Las claves del románico o La luz y el misterio de las catedrales, ambos para TVE. Una faceta, la televisiva, a la que ha regresado con Aquí la tierra, de información meteorológica, en el que colabora. De hecho, la noticia del premio le pilló en Sevilla en plena grabación.
Mirando al futuro, aunque dice que ya se ha "cortado la coleta" de la restauración, advierte como principales problemas "la cantidad de patrimonio amenazado por la rapiña y el abandono. Me avergonzaron los grandes reportajes que se le hicieron a Erik el Belga", ladrón de arte que expolió multitud de iglesias y monasterios en España en los años sesenta. "Por suerte, hubo un gran cambio con la Constitución. Hoy hay muchas asociaciones e instituciones que protegen el patrimonio". No obstante, apunta que "debe haber un salto en la sociedad, los poderes públicos no llegan a todo. El patrimonio puede ser rentable porque genera muchos recursos en el turismo interior”. Incluso sugiere que en la declaración de la Renta haya una casilla destinada a recaudar dinero con este motivo.
El otro gran asunto que hay que encarar es "la despoblación, la España vacía", por lo que pide al Gobierno que elabore, en colaboración con las otras administraciones, "un plan de emergencia sobre el patrimonio sin uso. Los monasterios son geriátricos y pronto no habrá nadie en ellos". Es lo que Peridis describe como "un tsunami a cámara lenta".
El Nacional de Restauración recibido hoy se suma a otros galardones, como la Medalla de Oro de las Bellas Artes, la Medalla de Oro al Mérito en el Trabajo y la Medalla de Oro de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando.
La última faceta en la que está embarcado Peridis es la de escritor. Su debut, Esperando al rey, ganó el Premio Alfonso X el Sabio de novela histórica, a la que siguió La maldición de la reina Leonor, y tiene a punto de publicar La reina sin reino, sobre el personaje de Doña Berenguela de Castilla, ambientada en el final de la Reconquista.
Babelia
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