Los técnicos dejan restos de tinta en la escultura de la catedral de Santiago para no dañar la pieza
La pintada con rotulador ha sido tratada con láseres y papeles con disolvente
La escultura del siglo XII de la fachada de las Platerías de la catedral de Santiago que el pasado lunes apareció pintarrajeada con tinta azul, atribuida a rotulador, emulando el maquillaje del batería del grupo estadounidense de hard rock Kiss, cuyo nombre también fue estampado en ella, ya ha sido borrada. De momento quedan algunos restos de pintura tanto en el rostro del santo como en la parte del libro que porta, aunque la Fundación Catedral destaca que se ha decidido no intervenir sobre ellos, por ahora, ya que para eliminarlos sería necesario tocar el relieve de la pieza, y "los técnicos desaconsejan hacerlo" considerando su antigüedad y las fisuras que se han ido abriendo con el paso del tiempo.
Para borrar la tinta con la que se impregnó el mármol se utilizaron los láseres empleados durante la restauración del Pórtico de la Gloria, así como papeles con disolvente. La tarea se postergó hasta el pasado martes porque los técnicos hicieron previamente varias pruebas sobre mármol para asegurarse de que no se dañaría la escultura.
De momento no se podrá apreciar el resultado, ya que la pieza permanece protegida tras unas lonetas que, según ha asegurado el director de la fundación, Daniel Lorenzo, no se retirarán hasta que seque.
El acto vandálico y delictivo, que ha sacado de su ostracismo al santo desconocido que hasta ahora ha asistido al paso de los siglos al lado de otros más populares, podría suponer a su autor una multa que oscila entre 6.000 y 150.000 euros.
Mientras se analizan las cámaras de vídeo ubicadas en la plaza y en la seo, desde la Fundación Catedral se reclaman más medios de seguridad para evitar que se repitan actos similares. Lorenzo reconoce que la seguridad está garantizada para impedir daños a las personas pero no así al patrimonio.
Babelia
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