La ciudad califal de Medina Azahara acaricia el sueño de ser Patrimonio Mundial
La Unesco anuncia este fin de semana en Bahréin la lista de espacios que recibirán este reconocimiento
Medina Azahara aguarda con ilusión y cautela la votación de la Unesco sobre su inclusión en lista de monumentos culturales Patrimonio de Mundial. La ciudad califal, fundada por Abderramán III en el 936 en honor, según cuenta la leyenda, a su favorita, Azahara, ha superado los principales trámites que preceden a la decisión final y solo queda esperar al resultado de los debates que arrancan este viernes en Manama (Baréin) y que pueden prolongarse hasta el domingo.
La singularidad de Medina Azahara es una de las principales fortalezas de su candidatura. “Es la única ciudad califal que se conserva y que es susceptible de investigación. Las otras dos, El Cairo y Bagdad, tienen poblaciones de 15 y 20 millones de habitantes, lo que las hace irrecuperables”, explica en la terraza del museo, a los pies del yacimiento, Alberto Montejo, el director del conjunto arqueológico. “Desde que se abandonó, en Medina Azahara no se ha construido nada encima, y eso la convierte en un banco de investigación arqueológica histórica para recuperar las múltiples facetas y evidencias físicas del califato de Córdoba: la arquitectura, el arte, la jardinería… aspectos que pueden dar a conocer cómo era una ciudad califal, cómo se construía, cómo se pensaba en esa época”.
La ciudad palatina cuenta con el informe favorable del Icomos –órgano asesor de la UNESCO-, requisito técnico imprescindible para avanzar en el proceso de designación como bien Patrimonio Mundial. Esta evaluación, según Montejo, es muy positiva. “La candidatura es muy, muy sólida. Del resto de aspirantes es a la que menos objeciones se han hecho”, señala. En su estudio, el Icomos advierte de la necesidad de una mayor inversión para el mantenimiento y de las parcelaciones ilegales que se extienden a su alrededor, que son una amenaza para su conservación. “El tema de la parcelación está controlado. Se ha ampliado el perímetro del conjunto y se está trabajando para instalar una pantalla vegetal que amortigüe el impacto visual”, explica el consejero de Cultura de la Junta de Andalucía, Miguel Ángel Vázquez. Respecto del apoyo financiero, la Junta se ha comprometido económicamente y se diseñará un plan director similar al que se activó cuando se declararon Patrimonio de la Humanidad los dólmenes de Antequera.
Si la ciudad califal consigue entrar en el listado, Córdoba sumaría un nuevo sitio de este tipo a los que ya tiene –Mezquita-Catedral, Judería y centro histórico y la Fiesta de los Patios-, convirtiéndose en una de las ciudades con más patrimonio mundial reconocido. Una circunstancia que su alcaldesa, la socialista Isabel Ambrosio, espera anhelante. “Eso situaría a Córdoba como un auténtico escaparate mundial a nivel de patrimonio. Sería un reconocimiento muy deseado por la sociedad cordobesa, ya que estamos hablando de un entorno icónico para esta ciudad, por lo que supuso de máxima expresión de una de las épocas más brillantes de nuestra historia”, explica por correo electrónico.
Desde que se formalizara en marzo de 2016, la candidatura de Medina Azahara ha contado con el apoyo de las instituciones culturales y políticas locales, regionales y estatales. La Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía ha lanzado una campaña en redes sociales para sumar apoyos a través del hashtag #EstoyConMedina. Miles de ciudadanos han dado también su respaldo a su nominación estampando su firma en el manifiesto Enamorad@s de la ciudad que brilla. “El yacimiento merece ser Patrimonio de la Humanidad”, sostiene entusiasmada mientras se adentra en el laberinto de muros y calles de la ciudad omeya Mª Carmen Fernández, una jubilada de Madrid.
Las guerras que devastaron Al-Andalus en el siglo XI redujeron a ruinas la ciudad ideal que Abderramán soñó para su favorita. Los trabajos arqueológicos que se están realizando desde hace 107 años en sus 2.100 hectáreas han transformado ese complejo efímero en una ciudad eterna, cuya excepcionalidad puede quedar rubricada con el título de Patrimonio de la Humanidad.
Así es el proceso de selección de la Unesco
Medina Azahara ha cumplido con los requisitos técnicos y ahora solo queda esperar a lo que decidan este fin de semana los 21 Estados que forman el Comité de Patrimonio Mundial. Las candidaturas no compiten entre sí, sino que deben cumplir con los "valores universales excepcionales" que exige la Unesco. El pasado 26 de junio arrancó en Manama (Bahréin) la 42ª reunión de ese organismo. Hasta el jueves, sus representantes han estado revisando el estado de conservación de los 157 sitios incluidos en el listado de bienes Patrimonio de la Humanidad, con especial atención al medio centenar que han sido dañados o están en riesgo.
Desde este viernes a las dos de la tarde y hasta la tarde del domingo se debatirán las candidaturas de los aspirantes. Medina Azahara está en el puesto 18 y se calcula que su propuesta se evalúe el día 1 a lo largo de la mañana. Aquí se puede seguir en directo las sesiones.
29 enclaves o construcciones se han presentado en esta edición para convertirse en Patrimonio de la Humanidad: cinco optan a la categoría de sitios naturales; tres a la de sitios mixtos y 21 a la de sitio cultural. En este apartado, además de la ciudad califal, se encuentran lugares tan variopintos como la antigua ciudadela de Qahalt, en Omán, la catedral de Namburgo (Alemania), los sitios funerarios y memoriales de la I Guerra Mundial-Frente Occidental (Bélgica y Francia); el sitio arqueológico de Thimlich Ohinga (Kenia) o los monasterios budistas de Corea.
Babelia
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