Un palacio cántabro del siglo XVII, usado como cuadra
Situado en la localidad de Argomilla de Cayón, el edificio "amenaza el riesgo de colapso", señala la asociación Hispania Nostra, de defensa del patrimonio
De palacio a cuadra, en cuatro siglos, eso sí. El palacio de Ceballos, del siglo XVII, situado en la localidad cántabra de Argomilla de Cayón, de unos 700 habitantes, se emplea en la actualidad como cuadra y aparcamiento de camiones, ha informado este martes la asociación Hispania Nostra, de defensa del patrimonio cultural y natural, que ha incluido este edificio en su Lista roja. Este listado recoge cerca de 800 "elementos del Patrimonio Cultural Español sometidos a riesgo de desaparición, destrucción o alteración esencial de sus valores", informa su web.
El de Ceballos es un "extraordinario palacio que ya ha perdido la balconada en el piso superior y las puertas han sido cegadas de cualquier manera para transformarlas en ventanas", señala Hispania Nostra en un comunicado. "Las almenas de alguna de las torres han desaparecido y el tejado advierte de su final”, señala esta asociación que desde 1976 trabaja por la defensa y difusión del patrimonio cultural. "El estado de esta construcción histórica es de ruina, y amenaza incluso el riesgo de colapso, por su alarmante deterioro progresivo".
Catalogado como Bien de Interés Local, categoría de protección a nivel autonómico, el palacio es una propiedad privada con cuadra para el ganado y aparcamiento. "La Ley de Patrimonio obliga a los propietarios a ocuparse del inmueble e intervenir para su sostenimiento", ha dicho Víctor Antona, miembro del Comité Científico de Hispania Nostra, en declaraciones a EL PAÍS. "Además, por las leyes autonómicas y locales son lugares sujetos a protección. El problema es que hay propietarios que no tienen capacidad económica para ello", ha señalado Antona.
"No obstante, las comunidades autónomas pueden intervenir de forma subsidiaria, es decir, pueden ordenar las obras para su reparación y repercutir luego el coste en el propietario, pero eso es algo que hay que hacer con mucho tacto", ha añadido.
Si se prolonga la ausencia de medidas de conservación, "podría llevar a derrumbarse a algunas parte de su construcción", advierte el informe de Hispania Nostra. "Siempre lo que más preocupa son las cubiertas, porque de ellas se pasa a un deterioro progresivo y acelerado. Lo que no tiene remedio es cuando el edificio se ha caído", según Antona.
El palacio de Ceballos fue levantado por Francisco Antonio de Ceballos y su esposa, Marina Jacinta de Padura Moreno, sobre una primitiva torre del siglo XIV de uno de sus antepasados, Rui González de Ceballos y su mujer, Toribia Saiz de Arce, que la habían heredado, a su vez, del padre de este, Diego Gutiérrez de Ceballos. Es un edificio de planta cuadrada, de dos alturas y tejado a cuatro aguas. A la casa se añadieron posteriormente cuatro torres esquinadas que le dan su aspecto militar. Su principal fachada, en piedra de sillería, tiene un soportal con cuatro arcos y dos piezas con el linaje de sus fundadores.
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