El infanticidio que amotinó a una sociedad
Laura Restrepo recrea en 'Los Divinos' el secuestro, violación y muerte de una niña de siete años a manos de un joven de clase alta, un suceso con reminiscencias actuales y que conmocionó Colombia
“Lo que denota la debilidad intrínseca absoluta de estos grupos es que se juntan buscando a la víctima más débil. No van a cometer un magnicidio. No. Te da la sensación de que la recuperación de ese sentirse por encima de todo se lo da la agresión contra una persona infinitamente más débil. De otra manera seguramente se sentirían disminuidos”. Laura Restrepo (Bogotá, 1950) habla de La Manada, sí, pero sobre todo de Rafael Uribe Noriega, El Muñeco en la ficción, el monstruo que puebla junto a sus cuatro amigotes las páginas de Los Divinos (Alfagura) una novela basada en el caso que en 2016 conmocionó Colombia, un país que creía haberlo visto todo en materia criminal hasta que este joven de la élite bogotana secuestró, violó y mató a una niña de siete años de un barrio miseria con la connivencia y el encubrimiento de sus colegas.
“Creo que la sociedad colombiana se revolvió por la desproporción entre el carácter todopoderoso del agresor y el carácter de víctima absoluta de la niña. El silencio y los eufemismos se usan como condicionantes que se le ponen a la mujer y que permiten que directa o indirectamente la víctima resulte culpable. Pero ¿Qué se le puede achacar a una niña de siete años para relativizar el horror de lo que pasó?”, se pregunta Restrepo mientras conversa con EL PAÍS.
En Los Divinos, Muñeco, Píldora, Tarabeo, Duque y Hobbit son un grupo de amigos con un código marcado desde la infancia por “el culto al trago, la prepotencia con las hembras y el desprecio con los débiles”, como describe el Hobbit, que hace las veces de narrador, el único del grupo que no es un chacal, que no pertenece a la clase alta, la voz que nos narra el descenso a los infiernos del exceso y del todo vale de Muñeco.
¿Por qué una novela, por qué este narrador y por qué un punto de vista masculino? “Sentía la necesidad de contar el crimen desde la intimidad. Tengo la sensación desde hace tiempo de que a las letras en castellano les sobra épica y les falta intimidad”, responde antes de explicar que este libro está escrito en el campo, en Cataluña (donde vive desde hace un tiempo), sin trabajo sobre el terreno, sin voces de testigos. “La investigación fue en el campo del lenguaje. Tenía que estar el ADN de los personajes. Quería una visión sesgada, que permitiera abrir más el terreno de la subjetividad”, explica.
El único elemento real de la novela es Yuliana Andrea, quien en Los Divinos es solo nombrada como La Niña, la víctima, que no aparece hasta bien avanzado el relato. “El foco excesivamente puesto en el crimen produce un relumbrón que te oculta lo demás. Me demoro en mostrarla para analizar la culpa, el permanente dilema entre delatar al asesino y la fidelidad al grupo, el juramento que hacen desde niños, un pacto de solidaridad de clase pase lo que pase. También sus relaciones con mujeres que no tienen que ver con el crimen, empleadas del servicio, prostitutas, hermanas, madres, amantes y esposas. Mujeres a las que no matan pero a las que también maltratan”.
Al lector, con respeto
En Los Divinos Laura Restrepo apuesta por no abordar directamente el crimen. La víctima, de hecho, no aparece nombrada hasta la página 127. "Aquí no iba a sorprender a nadie. El lector ya sabe, lee entre líneas", comenta la ganadora del Alfaguara 2004, una escritora con experiencia a la hora de sugerir y no mostrar. "En La novia oscura, que es una novela sobre la prostitución, no hay ni una escena de sexo y hay lectores que me comentan el libro y no han caído en ello", cuenta. Le pasa igual con las historias de amor y aquí cita a dos grandes de las letras en español. "En La muerte del estratega, de Álvaro Mutis, la historia de amor te llega porque no se enfatiza. En cambio en El amor en los tiempos del cólera de García Márquez no se cree".
Rafael Uribe Noriega, Muñeco, fue el paradigma del mal en una sociedad aplastada durante décadas por la violencia, pero el caso también revela duplicidades e hipocresías en un país donde cada día 21 niñas entre 10 y 14 años sufren abusos sexuales. “Es verdad que las protestas nos homogeneizan como grupo al señalar al culpable, a un tercero. Pero el crimen no nos es ajeno. Lo incubamos, tiene raíces profundas”, avisa Restrepo que recuerda, por ejemplo, cómo actuó de acicate para su novela un artículo que lo relacionaba todo con la canción de Maluma Cuatro babys, éxito de una “aterradora sexualidad explícita que muestra a la mujer como objeto del capricho masculino”.
Pero esta vez el niño rico se equivocó porque topó con un viejo sentimiento de injusticia. “Salió todo el país a la calle y la sensación que tenías era, o a este tipo lo encuentran primero y luego lo condenan o va a caer el presidente. Todo el andamiaje del poder se puso en tela de juicio.Tenía que ver con que la gente sabía que este tipo era un intocable”, recuerda Restrepo para narrar la movilización que condujo a la detención, el juicio más rápido de la historia reciente del país y la condena de Uribe. En la realidad y en la ficción, una imagen de dignidad se impone. Son los familiares de Yuliana Andrea, llevan su foto y se dirigen a los medios para decir: “Se equivocaron con nosotros, para nosotros nuestros niños son sagrados”.
COMPRA ONLINE 'LOS DIVINOS'
Autor: Laura Restrepo.
Editorial: Prh Grupo Edit USA (2018).
Formato: tapa blanda (256 páginas)
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.