A vueltas con la tontería

“Ya hay más películas sobre la Guerra Civil que lo que duró la Guerra Civil”, se dijo en la ceremonia de entrega de los premios Forqué de hace unos días. Hacía tiempo que parecían haberse acallado comentarios de este tipo y en su lugar se jaleaba la diversidad de nuestro cine, el enorme talento de los cineastas españoles y su fértil imaginación. Pero a lo que se ve las tonterías no desaparecen del todo y de vez en cuando vuelven a rugir desde el fondo de la caverna. ¿Qué quiere decir que hay más películas que lo que duró la guerra, qué diversión encontraron los espectadores de esa gala que rieron y aplaudieron lo que al parecer es un chiste? ¿Cuál es a su juicio la cantidad razonable de películas que pueden hacerse sobre esa guerra que Almudena Grandes califica de interminable en su fascinante crónica literaria? ¿Cuántas películas sobre la guerra se han hecho este año para que se hayan molestado tanto? Cuando sólo se hacían películas desde el punto de vista de quienes ganaron la guerra no les molestaba que se hicieran muchas o pocas; quizás el momento en que un crítico de cine, que además era coronel del cuerpo de ingenieros, denunció por roja la película Canciones para después de una guerra hasta conseguir prohibirla, fue cuando se levantó la veda contra las películas sobre la guerra española y se empezaron a hacer esos chistes malos que aún perduran —hasta entre productores— como ocurrió en la ceremonia de los premios Forqué.

Fue la primera entrega del año. Da temores pensar que en las varias que aún quedan proliferen este tipo de gracias y graciosillos.