La misma película una y otra vez
Hollywood se abona a 'remakes' y secuelas produciendo películas que ya hemos visto
En sus memorias, Alfredo Bryce Echenique recuerda un viejo dicho mexicano: “Es como la cerveza de barril y la cerveza de botella: lo mismo nomás que diferente”. Algo así se podría decir de las grandes producciones de Hollywood de los últimos años, son lo mismo nomás que diferente. Y a veces ni eso: son, como decía el sabio Yogi Berra, “un déjà vu que se repite todo el rato”. La revista The Economist aportaba recientemente un dato muy revelador: las 10 películas más taquilleras del año en Estados Unidos eran remakes o formaban parte de sagas. La más taquillera también en España era La Bella y la Bestia, una recreación con actores de carne y hueso de una película de dibujos animados anterior que a su vez se basa en un relato tradicional francés adaptado siete veces al cine desde los años cuarenta.
Pero, por mucho que títulos como Fast and Furious 8 no dejen en muy buen lugar la originalidad de Hollywood, existe un problema: se trata de una fórmula que funciona. Al igual que a los niños les gusta que les cuenten una y otra vez el mismo cuento, los adultos pagamos una y otra vez por ir a ver la misma película. Sin ir más lejos, Fast and Furious 8 ya es el undécimo filme más taquillero de los todos los tiempos y todavía sigue en cartel, o sea, que puede seguir escalando puestos. Aunque lo tiene difícil para superar a Fast and Furious 7 (sexto puesto); al requeteremake de Parque Jurásico, Jurassic World (cuarto puesto), o a dos entregas de Los Vengadores (la adaptación de un tebeo). No importa que sea necesario un doctorado en historia Jedi para enterarse del orden de las películas de La guerra las galaxias —empieza a ser más fácil ponerle nombre a todos los personajes de Juego de tronos—. El estreno más rentable de la historia del cine fue El despertar de la Fuerza (el séptimo título de la saga) y el segundo ha sido Los últimos Jedi (el octavo). Da igual que sean calcos de episodios anteriores, que en aquella galaxia muy lejana se pasen la vida desactivando escudos protectores de planetas: llenan los cines.
Por mucho que títulos como ‘Fast and Furious 8’ no dejen en muy buen lugar la originalidad de Hollywood, existe un problema: se trata de una fórmula que funciona
El periodista de The New Yorker Joshua Rothman escribía recientemente en un artículo titulado ‘¿Por qué todas las películas de La guerra de las galaxias son iguales?’: “Si la franquicia quiere volver a capturar la alegría y el dinamismo que un día tuvo, tendrá que romper el bucle en el que se encuentra. La magia de La guerra de las galaxias nunca fue una fórmula. Fue la novedad”.
Es una situación que recuerda a aquella frase mítica que pronuncia Gloria Swanson / Norma Desmond en ‘El crepúsculo de los dioses’: “Yo sigo siendo grande. Son las películas las que se han hecho pequeñas”
El cine lleva más de un siglo ocupando el ocio y los sueños de millones de espectadores en todo el mundo, pero nunca como ahora se ha enfrentado a una competencia tan feroz: vivimos en un mundo lleno de pantallas, Internet nos permite acceder a millones de títulos a la carta sin movernos de casa, la producción de series alcanza niveles estratosféricos y, sobre todo, rompe barreras de originalidad. En EE UU la asistencia a salas desciende de forma sistemática en lo que llevamos de siglo, aunque en la UE aumentó ligeramente en 2016, por primera vez desde 2004. Sin embargo, es evidente que los cines ya no ocupan un lugar de honor en las ciudades. ¿Puede sobrevivir Hollywood a golpe de remakes que se estrenan en multisalas de centros comerciales? Es una situación que recuerda a aquella frase mítica que pronuncia Gloria Swanson / Norma Desmond en El crepúsculo de los dioses: “Yo sigo siendo grande. Son las películas las que se han hecho pequeñas”. El cine sigue siendo grande, sin duda, pero las películas, casi siempre, ya las hemos visto.
Babelia
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