Roger Bartra, profeta en la FIL
La Feria del Libro del Guadalajara homenajea al autor de 'La jaula de la melancolía', un ensayo clave para entender la identidad mexicana moderna
En la Feria del Libro de Guadalajara se homenajea cada día a un escritor pero pocas veces es posible hacerlo en el mismo lugar y a la misma hora a cinco a la vez: el filósofo, el periodista, el antropólogo y hasta el neurólogo Roger Bartra (Ciudad de México, 1942).
Con motivo de sus 75 años de vida y a 30 de la publicación de La jaula de la melancolía, el Fondo de Cultura Económica homenajeó a una de las mentes más clarividentes del país, profesor en varias universidades de México y Estados Unidos y autor de una decena de obras, entre ellas uno de los libros que mejor ha retratado la identidad local: La Jaula de la melancolía (1987) una reflexión sobre el alma mexicana que disecciona con un bisturí hasta encontrar en el fondo de la misma un extraño anfibio: el ajolote.
“Bartra es una mezcla de teórico marxista con veleidades críticas, politólogo e historiador de las mentalidades”, lo definió durante su homenaje el académico José María Espinosa, quien trabajó con Bartra en los años noventa cuando era jefe del suplemento cultural del periódico La Jornada. “Bartra está muy distanciado del intelectual que mira de forma aséptica”, dijo al recordar que a lo largo de tantas décadas de trabajo “no ha sucumbido a la tentación de convertirse en intelectual a sueldo de un partido”.
Para Espinosa, en sus libros “Bartra deja que los mitos hablen a través de sus síntomas, pero sin abandonar su condición de mito. En el siglo XIX hubo muchos libros sobre la caza de ballenas pero solo un Moby Dick” ejemplificó en referencia a otras de sus dos grandes obras: El salvaje en el espejo y El salvaje artificial. “El salvaje de Bartra es también el arponero malayo cubierto de tatuajes que va tras la ballena. El tatuaje es un símbolo de salvajismo que concentra sofisticación, pero en Bartra el salvaje moderno cae en la melancolía” detalló.
No ha sucumbido a la tentación de convertirse en intelectual a sueldo de un partido
Su traductor, Nick Caistor, recordó el día que descubrió a Bartra gracias a su libro Las redes imaginarias del poder político (1996). “Me impresionó por la nitidez de la prosa, la claridad del pensamiento y la originalidad en la búsqueda de respuestas a un mundo que cambia de manera vertiginosa” recordó.
“Su estilo empieza con una constatación bastante simple, pero después elabora el significado de la idea y va anotando las objeciones para envolverlas en un pensamiento crítico”, resumió el inglés, quien actualmente traduce su ensayo El salvaje artificial (1997) dedicada a Julia Pastrana, una original mujer conocida como la mujer mono.
Según Caistor, “Bartra es capaz de mantener profundas conversaciones con los maestros de Oxford y Cambridge” y lo definió como una combinación de tres elementos: el volcán Popocatépetl, el ajolote y la desdichada Julia Pastrana-. “Así que cuando vean el rostro afable de este hombre sepan que hay dentro de él un mundo de monstruos e ideas peligrosas” ironizó.
Llegado el momento de las conclusiones Bartra tomó la palabra y comenzó con un guiño de modestia tan cercano a su personalidad. “Voy a hablarles y me perdonarán que el tema sea yo mismo”, dijo ante las risas de los asistentes.
“He ejercido la arqueología, la antropología, el periodismo, la economía, la historia y una variante de la neurología” dijo sobre su prolífica carrera. “¿Y cuál es el hilo conductor entre todos estos oficios?, la coexistencia en una sola estructura de fenómenos diferentes y opuestos conformando una única estructura” se respondió. “He trabajado la identidad como un híbrido compuesto de esferas muy diferentes” y ejemplificó su carrera “como una puerta que abre el muro que separa el infierno científico y la belleza o la verdad científica contra el mundo artístico”.
“Nací en México y soy hijo de catalanes que huyeron del fascismo. Tengo una dimensión latina y otra europea y esto es un problema y una bendición que tal vez explique los estigmas que arrastro en mi obra”, se definió.
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