El humor ácido de un cuervo irreverente
El cómic de Internet ecuatoriano 'Fumanchú' prepara su salto al cine para 2018
![Uno de los bocetos que forman parte de la película animada 'Fumanchú'.](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/YRQEN4YKSBD6D4RZ73A4POKSXA.jpg?auth=4d837a9ca8d773641f434babc50db262db8e90bde8672c660af94e3438166096&width=414)
Cuando el ecuatoriano se ríe de sí mismo se pone en la piel de un cuervo adicto a las drogas que pasa el día enredando anécdotas con sus amigos el gato Pellejos y el ratón de barrio Rakumín. Fumanchú es el nombre del pájaro y del cómic que nació en 2005 para caricaturizar, desde el humor más ácido e irreverente, los estereotipos de la sociedad de Ecuador. Su creador, el artista gráfico Iván Bernal, quiso dar el salto maestro para el décimo aniversario de la historieta y está ahora en fase de preproducción de la que será la primera película animada para adultos del país. El trailer se lanzó en la feria ComicCon Ecuador en agosto y se espera el estreno en 2018.
Fumanchú nació en la era de Internet y, aprovechando las ventajas de la red, fue ganando audiencia a punta de visualizaciones. Se estrenó en el blog personal de Berni -firma del creador- con la idea de hacer un webcómic semanal que adquirió “una modesta popularidad”, en palabras de su autor, alcanzando las 40.000 reproducciones. “Inicialmente logré producir 19 cortos animados; con cada capítulo se iba expandiendo el universo de estos personajes, introduciendo otros nuevos o tocando temas contemporáneos”, cuenta el guayaquileño. Siempre dirigiéndose a un público mayor de edad.
El artista gráfico menciona como influencias series como South Park, Rick and Morty, Family guy o Bojack horseman y apunta que su película busca darle a Ecuador “un puesto en esa gran lista de comedias animadas para adultos”.
Los tres animalitos y otros nuevos personajes experimentaban anécdotas cada vez más extrañas que retrataban el consumo de drogas o situaciones de violencia. Hasta 2011. Ese año se publicó el último corto animado de cuatro minutos por falta de tiempo de su autor y de recursos. Fue la insistencia de sus seguidores la que motivó que, en 2015, cuando Fumanchú habría cumplido 10 años, el cuervo volviera a cobrar vida. Dos años después cambia de formato y riza el rizo.
Si los personajes son un retrato en forma de burla de la sociedad, la película es una parodia del mismo Fumanchú y sus amigos. El indómito pájaro protagonista se entera de que alguien está llevando al cine su vida y hace todo lo posible para boicotear el proyecto y mantenerse lejos de la fama. “El reto es crear algo que satisfaga a los seguidores de los clásicos animados y, al mismo tiempo, sea entretenido para un nuevo público”, adelanta Bernal a sabiendas de que deberá conjugar el “lenguaje y acidez que lo popularizaron con una estructura más madura y un mejor acabado artístico”.
Ahora está en ese punto. El proyecto está en preproducción, terminando detalles del guion y preparando la adaptación de los personajes y el diseño de storyboards. Lo que le faltan son los actores y actrices que puedan dar voz sin pudor al cuervo y un detalle importante: ayuda para financiar los costos de producción. La meta es estrenar la película a finales del 2018.