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Audiolibros: una revolución a la Netflix para recuperar lectores

El aumento de dispositivos móviles y la falta de tiempo abonan la confianza del sector español en el formato Los expertos prevén que cope el 30% del mercado en un lustro

Jesús Ruiz Mantilla
EVA VÁZQUEZ

Existe un objeto analógico que ha soportado mejor que bien el embate de la era digital: el libro. El arañazo de Internet y las ediciones electrónicas no han conseguido comérselo, como ha ocurrido, por ejemplo, con los discos. Pero llega otra manera de leer que las editoriales, los autores y los agentes han recibido con menos reservas: escuchando. ¿Cómo? Con audiolibros. Ya han ganado su cuota desde hace años en los mercados anglosajón, escandinavo y alemán, principalmente. Dos plataformas preparan ahora su lanzamiento a gran escala en español: la sueca Storytel y Audible, esta última perteneciente a Amazon, a las que se unen también Rakuten Kobo y Audioteka, entre otras.

Es el momento adecuado. El contexto y la tecnología, acompañan. Editores, agentes y autores no reciben la propuesta de uñas ni muestran desconfianza. Pasaron los tiempos del primer intento de popularizar el formato en casetes, como aquel experimento de la Alfaguara de los años noventa que puso voz a textos de escritores como Antonio Muñoz Molina o Rafael Alberti con la ayuda de intérpretes de la talla de José Sacristán, Adolfo Marsillach o Charo López.

Hoy, dos avances lo hacen mucho más accesible y fácil de usar. “El primero son las plataformas online. Se trata de hacer el Netflix o el Spotify de los libros. Y el segundo, los teléfonos. Todo el mundo tiene un dispositivo y unos cascos con los que fácilmente puede ir escuchando las historias en EL transporte público, mientras hace tareas en casa o cuando baja al perro”, comenta Javier Celaya, responsable de Storytel en español.

La empresa sueca es un referente en el sector. Cuenta con una biblioteca de 60.000 títulos y opera en 15 países. El mercado hispano supone su próximo frente dentro de un panorama global con Estados Unidos como líder. En ese entorno, la cifra de negocio alcanza los 2.000 millones de dólares (unos 1.700 millones de euros). Para no quedar atrás en otro ámbito, Storytell ha ido forjando alianzas con grandes grupos como Planeta y Penguin Random House, aparte de varias editoriales independientes para abrir brecha en el mundo global en español y también en portugués.

Un oyente/lector joven

Un informe de Bookwire.es publicado por la revista digital Dosdoce.com señala que el principal consumidor de audiolibros a nivel mundial es una persona joven. El análisis del perfil del oyente o lector muestra que un 48% tiene menos de 35 años. Un 43% de los mismos consume una media de 6,7 libros al año, principalmente en sus smartphones.

El producto supone todo un ideal en este reino de la movilidad permanente. Las editoriales se han empeñado en atraparlo por medio de las nuevas plataformas online. El 52% de las escuchas se desarrolla cuando de viaje el transporte público o en el coche particular camino del trabajo o de vuelta a casa (27%). Las nuevas tecnologías permiten un buen uso mientras se hace deporte o al pasear (25%). "Las aplicaciones móviles son cada vez más funcionales y la creación de contenidos se ha convertido en un pilar estratégico para el crecimiento de este nuevo formato de lectura", opina Javier Celaya, responsable de Storytell y también editor de Dosdoce.com.

La idea es lanzar ya 400 títulos con intención de que lleguen a 1.000 en un año y a 10.000 hacia 2022. “Los expertos prevén que de tres a cinco años, tal como están funcionando, los audiolibros copen el 30% del mercado editorial”, opina Celaya.

Al otro lado aguarda Audible, pendiente del lanzamiento de Storytel para aumentar su presencia. Además, están las ofertas de la canadiense Kobo y de Audioteka, con sede en Polonia.

La ofensiva en español de todas estas compañías se centra en títulos de distintos géneros, no solo narrativa. Convertir en audiolibro cualquier obra cuesta alrededor de 3.000 euros para unas 300 páginas condensadas en 10 horas de grabación. “La ventaja en España es que tenemos una gran industria de doblaje”, destaca Celaya.

Los editores confían en el audiolibro por diversas razones. Un informe del gremio precisa que un 36% de los españoles, lectores más o menos habituales, han dejado esa costumbre porque su vida se ha complicado. “Nosotros creemos que podemos recuperar a ese lector, seguros de poder convencerle, cuando lo pruebe, de que escuchar un libro también es leer”, defiende Celaya. La ofensiva, pues, está a las puertas, adelantan las editoriales implicadas. “2018 marcará el pistoletazo definitivo para el audiolibro en español”, afirma tajante Iría Álvarez, responsable de desarrollo digital de Penguin Random House. “La proliferación de smartphones, los altavoces sin cables, la existencia de plataformas de venta como Audible, Audioteka, Kobo y el próximo desembarco de Storytell en los países de habla hispana han sentado las bases de su expansión”, añade.

Su grupo apuesta por el nuevo formato desde hace ya tres años y cuenta con el mayor catálogo de audiolibros en español, que suma más de 200 títulos, detalla Álvarez. Es la prueba de un crecimiento general. La oferta de audiolibros en España ha aumentado un 33% en un año. “Nuestra previsión para 2018 es que represente ya un 10% de nuestra venta digital global, muy por encima de la cuota que le corresponde a nivel de mercado. Nuestra preocupación principal es producir con la más cuidada calidad. Queremos asegurarnos de que quien lo escuche por vez primera, ya nunca pueda desengancharse”, prosigue.

Un 20% mundial más

Los grandes grupos llegan en cierta forma escarmentados tras la poco satisfactoria experiencia de los libros electrónicos, aunque haya sido básica para tantear. Santos Palazzi, del grupo Planeta, señala que, en su caso, “ha servido de aprendizaje para abordar el mundo digital. Hoy sabemos que nuestra obligación es llegar a los lectores con el formato y el soporte que ellos decidan. El audiolibro es una nueva modalidad que se acerca a quienes hoy no leen en papel ni en digital”. Los autores sacan también más partido de sus derechos: “Reciben más ingresos por el mismo contenido, pese a que la producción es más cara”.

Benjamín Figueres, responsable de Narratores, es, dentro de esta nueva vía, productor de audiolibros. Ve claras las ventajas y la oportunidad de expansión: “En el sector se han dado cuenta de que no supone una competencia para el papel. Al contrario, puede enganchar a la literatura a un gran sector de la sociedad que no lee o que lee muy poco, pero que hace un gran uso de teléfonos y tabletas. Además, las cifras de crecimiento y de negocio en otros países son muy importantes”. Figueres recuerda, por ejemplo, el 20% de aumento registrado en los últimos tres años a escala mundial.

El responsable de Narratores considera también que ha llegado el momento adecuado para explorar la alternativa, aunque aterrice tarde en el mercado español: “Los hábitos de consumo han cambiado en el formato audiovisual. Tenemos que aprender de ello y adaptarnos rápidamente”.

Y con la llegada de los asistentes de hogar como Alexa o Google Home, “el consumo de audiolibros no puede sino ir a más”, concluye Iría Álvarez.

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Sobre la firma

Jesús Ruiz Mantilla
Entró en EL PAÍS en 1992. Ha pasado por la Edición Internacional, El Espectador, Cultura y El País Semanal. Publica periódicamente entrevistas, reportajes, perfiles y análisis en las dos últimas secciones y en otras como Babelia, Televisión, Gente y Madrid. En su carrera literaria ha publicado ocho novelas, aparte de ensayos, teatro y poesía.

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