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Columna
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Diferente

Es un viejo problema este desdén oficial por la promoción del cine español fuera de nuestras fronteras, prácticamente limitada a los festivales de renombre

Selfie, la aguda sátira de Victor García León que llega hoy por fin a nuestras pantallas, ha sido la única película española que no ha contado con presentación personal en París. Lo que ha sido una pena porque la película despertó las risas del público que hubiera agradecido más explicaciones sobre su hiriente mordacidad, especialmente tras ese panorama que ofrece sobre nuestra actualidad en el que finalmente pocos títeres quedan con cabeza. Formaba parte Selfie de la programación de cine español que bajo el título de Different! organiza desde hace 10 años un pequeño grupo de aguerridos voluntarios, con más mujeres que hombres, con el noble afán de dar a conocer lo mejor del cine español de cada temporada no estrenado aún en Francia, y algunas tampoco en España. Kiki, el amor se hace, La madre, Verano 1993, Manda huevos, Cerca de tu casa, Vivir y otras ficciones, El bar, Que Dios nos perdone, Lesa humanitat, Spain in a day, han sido algunas de las películas programadas para un publico entusiasta y fiel a pesar de las dificultades porque ni siquiera este Different! puede celebrarse cada año en el mismo local; los organizadores tienen serios problemas económicos y las ayudas oficiales son prácticamente inexistentes lo que da un poco de vergüenza al comparar esta voluntariosa promoción del cine español con la que hacen en España las cinematografías alemana o francesa, por ejemplo.

Es un viejo problema este desdén oficial por la promoción del cine español fuera de nuestras fronteras, prácticamente limitada a los festivales de renombre. Han quedado muy atrás aquellos años ochenta en que imperaban la imaginación y el riesgo y no la burocracia, y las películas españolas señoreaban las carteleras y muchos premios internacionales. Los entusiastas y generosos artífices del Different! parisiense no tienen medios para reemplazar a los de la cacareada marca España, y por ello merecen reconocimiento y aplausos.

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