Borja Cobeaga: “Hay películas que me gustan y otras que me dan envidia”
El director de 'Pagafantas' y de 'Fe de etarras' habla de sus filmes favoritos, desde el wéstern hasta la comedia
Borja Cobeaga rueda comedias porque le brotan de manera natural. “Una vez intenté hacer un corto de terror y me salió una comedia”, explica como si se excusara. Sin embargo, no necesita justificación alguna. En la última década, este director donostiarra ha conseguido lo que más valora: lograr la carcajada y la complicidad de los espectadores. “Si has vivido la proyección de un trabajo tuyo y hay risas donde tú preveías que pudiera haber risas, es una sensación maravillosa”, dice satisfecho.
Borja Cobeaga, el director de Pagafantas, nominado al Oscar por el cortometraje Éramos pocos y guionista, junto a Diego San José, de Ocho apellidos vascos,es el encargado de seleccionar la programación de TCM durante los domingos del mes de junio. Una colección de títulos en la que hay comedias, como El mundo está loco, loco, loco de Stanley Kramer; clásicos del wéstern como El Dorado,de Howard Hawks, o thrillers como El mensajero del miedo de John Frankenheimer. Para inaugurar esta nueva edición de Programado por, el domingo 4 de junio TCM emitirá una entrevista en la que Cobeaga habla de sus preferencias como aficionado al cine. “Yo distingo las películas que me gustan como espectador de aquéllas que me dan envidia”, afirma. “Me pasó cuando vi A propósito de Schmidt de Alexander Payne. Es un director que tiene mucho que ver con mi estilo, lo veo muy relacionado con mi corto Éramos pocos o con Negociador. También me gusta mucho Seven de Fincher o Un profeta, de Jacques Audiard, pero no me veo haciéndolas”, admite.
Cobeaga, que ahora se encuentra rodando su nueva película, Fe de etarras, siente un especial aprecio por el cine americano de la década de los 70. “En él confluye el cine de entretenimiento de siempre con la influencia de las nuevas olas europeas”, analiza. “Ves una película de William Friedkin o de Coppola y notas esa conjunción estupenda. James Gray o Jeff Nichols son los herederos de esa mezcla de cine con vocación popular, pero con mirada de autor”, añade.
También destaca el trabajo del realizador Paolo Sorrentino. “Es un estilista. Está en las antípodas de lo que supuestamente me tiene que gustar a mí, pero me parece un director muy brillante. Yo voy a ver inmediatamente todo lo que estrena porque, además de epatar a golpe de estética, tiene muchas cosas que contar”.
En cuanto al cine español, destaca que es muy sorprendente la falta de ascendente que tienen los grandes maestros como Berlanga o Buñuel. “Puedes ver algo de Berlanga en el primer Torrente o en el cine de Víctor García León, pero la comedia más irónica, más compleja, más trabajada se ha seguido muy poco. En los años 70, con las películas de Carlos Saura, percibías la influencia de Luis Buñuel, algo que quizá ahora se puede ver en Carlos Vermut”, pero nuestros dos grandes popes no tienen un gran seguimiento en el cine actual”, asegura.
A lo largo de su conversación con TCM, Borja Cobeaga evoca una infancia y adolescencia en San Sebastián marcada por el cine. “Muchos sábados quedaba con mis amigos para rodar cortos de acción. Los hacíamos en el pasillo de mi casa que se convertía en Vietnam”, recuerda. Años después entraba en la Facultad de Comunicación y se encontraba con jóvenes que tenían sus mismos intereses, como Nacho Vigalondo. Luego comenzaría a escribir guiones y a rodar cortos. Uno de ellos, Éramos pocos, le llevó a la alfombra roja de Hollywood. “Fue como si me hubiera abducido un ovni”, cuenta entre risas. “Una mañana hice la maleta y me fui a Los Ángeles. Cuando volví, los platos seguían sucios en el fregadero. Fue una experiencia muy divertida. Siempre digo que fue un viaje de fin de estudios, pero con treinta años”.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.