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En busca de la esencia de Borges

La Real Academia lanza una antología del autor argentino a los 30 años de su muerte

Jesús Ruiz Mantilla
Jorge Luis Borges, en la Universidad de Barcelona en 1980.
Jorge Luis Borges, en la Universidad de Barcelona en 1980.Colección María Kodama

Uno de los grandes problemas con que la posteridad ha jugado su carta con Jorge Luis Borges es que se trata de un autor más citado que leído. Y para evitarlo, bien vale una edición como la que este jueves presentó la Real Academia Española (RAE) junto con la Asociación de Academias de la Lengua Española y la editorial Alfaguara. Borges esencial, una antología que en su siempre difícil selección, trata de acercar al autor de los laberintos simultáneos, de todas las concretas abstracciones que puede dar de sí el lenguaje, en algo palpable y muy al alcance de ajenos e iniciados.

Borges esencial es una invitación, “una puerta abierta”, dice Pilar Reyes, responsable de Alfaguara, pare penetrar en el autor cuando se cumplen 30 años de su muerte. “Un genio cuya literatura engancha”, según ha comprobado en años de estudio y enseñanza Teodosio Fernández. Este experto en el autor es uno de los 12 que participan en esta edición con un título propuesto, no sin intenciones polisémicas y de sana ambición, Darío Villanueva, director de la RAE.

La selección ha corrido a cargo de José Luis Moure, de la Academia Argentina, consciente de que la tarea conlleva dilemas imposibles de resolver: ¿cómo acotar a un autor que es todo esencia? En sus ficciones, en sus ensayos, en su poesía… Inagotable, proteico, luminoso en cada uno de los reinos plagados de tinieblas. Aun así, han sido seleccionados dos obras completas: El Aleph y Ficciones, junto a una buena muestra de su poesía y sus ensayos. “Cualquier experto echará de menos algo, pero creo que es suficiente para tener una visión general”, asegura Teodosio Fernández.

Varios clásicos millonarios

La colección de clásicos de la Real Academia Española comenzó su andadura en 2004 con una edición de El Quijote que hasta la fecha ha conseguido ventas millonarias. Le siguió la que García Márquez quiso que fuera la versión definitiva, corregida por él, de Cien años de soledad. Se trata de una serie de títulos que a precio de bolsillo -13,90 euros cuesta este Borges esencial-, trata con tapa dura y artículos de expertos de ofrecer una versión asequible con voluntad de superventas. Acercar a los clásicos de la literatura hispanoamericana a todos los ámbitos, recalcan Pilar Reyes, Darío Villanueva y Francisco Javier Pérez. El volumen dedicado a Borges es el último y el primero de un autor argentino dentro de una lista en la que se encuentran también La región más transparente, de Carlos Fuentes, La ciudad y los perros, de Mario Vargas Llosa o antologías de Pablo Neruda, Gabriela Mistral o Rubén Darío.

De todas formas, añadió el experto de la academia chilena de la lengua, “se trata de un autor sobre el que no conviene tener demasiadas certezas, ni decir muchas tonterías”. Complejo y juguetón al tiempo, Borges, para Fernández, es un clásico a quien no le sienta bien la solemnidad de interpretaciones que por pretenciosas se ahogan en la banalidad. “Si un clásico es aquel que en su obra ofrece una infinita y plástica ambigüedad y un mapa del mundo, Borges lo es”.

También un hombre perdido en sus cruces de caminos, pero dotado de brújula para transitarlos, sin rumbo muy marcado. En opinión de José María Merino, académico, en Borges esencial encontramos la siete –por señalar un número que a él le gustaría- obsesiones primordiales en su obra: “La misteriosa relación entre realidad y ficción por una parte, la teoría del doble, el sueño como creador de realidades, el universo como esa serie de procesos mentales que propician la ficción como sustituta de lo real, el tiempo y sus innumerables perspectivas, ese lugar donde se unen todos los lugares del orbe ordenados en distintos ángulos y, finalmente, lo enigmático, lo secreto, lo laberíntico…”.

En toda su sutil complejidad, en todo el menú de sus verdades, Borges se nos presenta como un escritor eterno y presente. “Uno de sus autores favoritos fue Oscar Wilde”, añadía el venezolano Francisco Javier Pérez, secretario de la asociación de las 24 academias hispanoamericanas. “Decía de él que pareciera que los textos los había escrito la misma mañana en que uno los lee, con Borges ocurre exactamente lo mismo”, aseguró Pérez.

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Sobre la firma

Jesús Ruiz Mantilla
Entró en EL PAÍS en 1992. Ha pasado por la Edición Internacional, El Espectador, Cultura y El País Semanal. Publica periódicamente entrevistas, reportajes, perfiles y análisis en las dos últimas secciones y en otras como Babelia, Televisión, Gente y Madrid. En su carrera literaria ha publicado ocho novelas, aparte de ensayos, teatro y poesía.

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