Una fotografía feliz
La cinta ecuatoriana 'Instantánea' pone el foco en el público infantil latinoamericano
Instantánea en su parte más embrionaria era una historia que transcurría en la playa y tenía a una niña como protagonista, así lo cuenta la guionista y productora, Alexandra Mora Vaca. No había ningún conflicto a la vista, excepto la narración de las vacaciones de la intérprete que tiene especial apego a la fotografía. Luego vino la idea de que la niña pasara sus vacaciones estudiando matemáticas, bajo la tutela de sus abuelos, y surgió la película infantil que llegó a la cartelera en Ecuador.
La cinta tiene pequeñas dosis de animación 2D, recurso que sirve para recrear el imaginario de la niña que mira a su abuelo como un pirata que la persigue con lecciones de matemática. Pero poco a poco el pirata gruñón se convierte en un capitán amable que guía a la pequeña por mil aventuras.
El filme debe su nombre a una cámara Polaroid, un regalo que el abuelo hace a su nieta al inicio de la historia. La máquina se convierte en un artilugio para guardar recuerdos y las ocho fotos que tiene el carrete coinciden con los ocho días de vacaciones que tiene la niña, entonces la pequeña fotógrafa decide tomar una instantánea diaria junto con su nueva amiga Isabela y su perra Tanuki.
Es una de las pocas producciones dirigida al público infantil que tiene la cartelera ecuatoriana y la latinoamericana. “Es un público olvidado, las películas infantiles son realmente pocas en la región, no es que cada año salga una. Los niños consumen películas de Estados Unidos (Disney, Pixar, Dreamworks, Marvel), y alguna que otra de Japón o Francia”, reflexiona la productora.
El antecedente de este filme en Ecuador es Chacón Maravilla, que se estrenó en 1982. Aquella película cuenta un día en la vida de un pequeño lustrabotas que busca la amistad de una niña de clase acomodada, y pone en escena la brecha que existe entre dos clases sociales.
Instantánea se pone peliaguda hacía el final cuando hace que la protagonista se enfrente a la muerte de su abuelo. “La muerte es parte de lo habitual, incluso en las películas de Disney, mira Up, Finding Neno, Bambi, el Rey León”, dice Mora. Para dejar un buen sabor de boca, y consolar a la protagonista, se vuelve a la fotografía, a una imagen del abuelo capitán, y viene la moraleja: “Lo único que dejamos en esta vida es el recuerdo de nosotros en los demás”. Final feliz.
Durante su pase por los cines, en febrero, la cinta convocó a más de 6.000 espectadores. La película tuvo el apoyo en 2012 del Consejo Nacional de Cine, con un fondo de 70.000 dólares, pero hubo necesidad de hacer un crowfunding pues el costo total de la producción fue alrededor de 180.000.
La siguiente parada del filme ecuatoriano es Buenos Aires, en el festival de la Cordillera, y esperan ser recibidos también en el Bafici, en la sección infantil llamada Baficito.
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