Eduardo Costantini: “La culminación del coleccionismo es la donación”
El fundador del Malba inaugura una muestra en Madrid con obras de su propiedad
Gracias a la generosidad de Eduardo Costantini (Buenos Aires, 1946), Buenos Aires disfruta del mejor museo de arte latinoamericano del mundo. El Malba se creó en 2001 gracias a la donación de 200 obras procedentes de su colección. Por eso, no es de extrañar que considere que “la culminación del coleccionismo es la donación”. “No entiendo que el fin de coleccionar sea acumular para guardar en almacenes o pasillos. Soy de los que cree que el público, el máximo posible, tiene que disfrutar de la obra de los artistas. La sociedad tiene derecho a aprender y a disfrutar”.
En la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando se inaugura hoy, coincidiendo con el protagonismo de Argentina en Arco, una exposición con 13 obras de la colección personal de este empresario. Elegidas por la académica y crítica Estrella de Diego, la muestra incluye a algunos de los artistas más representativos de la colección, de Lucio Fontana a León Ferrari, Xul Solar, Víctor Grippo, Lidy Prati, Yente y las fotógrafas alemanas Grete Stern o Annemarie Heinrich.
El reencuentro con Diego Rivera
El empresario argentino Eduardo Constantini es un coleccionista con alma de cazador. Es capaz de esperar años con su elegante silencio hasta que la pieza esté en su punto de mira para lanzarse a por ella. Ayer, en la Academia de Bellas Artes de San Fernando, escenificó un sueño que perseguía desde 1995: encontrarse con el Baile en Tehuantepec (1928), una de las obras más imponentes de Diego Rivera que consiguió adquirir hace un año pero con la que no se había reencontrado hasta ayer. La compra constituyó un récord para el arte Latinoamericano, 15,7 millones de dólares, no demasiado si se compara con la emoción que ayer embargaba al coleccionista. En Buenos Aires, el Rivera formará parte de la colección personal de más de 600 obras de Constantini, pero estará cerca del MALBA de cuyos fondos forma parte el Autorretrato con loro y chango de Frida Kahlo que el financiero sí pudo adquirir por 3 millones de dólares en la subasta de 1995.
En la exposición queda demostrado que Costantini es un coleccionista con alma de cazador. Es capaz de esperar años con su elegante silencio hasta que la pieza esté en su punto de mira para lanzarse a por ella. En la Academia se materializó ayer un sueño que perseguía desde 1995: encontrarse con el Baile en Tehuantepec (1928), una de las obras más imponentes de Diego Rivera que consiguió adquirir hace un año pero que no había disfrutado hasta ayer por el largo proceso de adquisición. La compra constituyó un récord para el arte latinoamericano, 14,8 millones de euros. En Buenos Aires, el rivera formará parte de su colección personal de más de 600 obras que atesora, aparte de las del Malba, museo en el que luce Autorretrato con loro y chango de Frida Kahlo, que el financiero sí pudo adquirir por 2,8 millones de euros en la subasta de 1995.
Sobre el destino de ese conjunto de más de 600 obras (muchas se han mostrado temporalmente en el Malba), explica: “No puedo predecir cual será el destino de estas pues tengo siete hijos. Eso sí, hay una parte que es de mi libre disposición con la que exclusivamente yo puedo decidir”, explica antes de añadir que, como visitante habitual de Arco, advierte que está dispuesto a comprar.
Babelia
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