Buenos Aires desafía la crisis con un gran Museo de Arte Latinoamericano

En plena crisis económica, después de tres años de recesión en Argentina y ante un futuro de incertidumbre, se inaugura mañana el Museo de Arte Latinoamericano de Buenos Aires (MALBA), un proyecto en el que pocos creían, empezando por el Gobierno, y muchos calificaban como un delirio. Para descrédito de los escépticos, la capital argentina ya tiene el primer edificio construido en el país con el único propósito de albergar obras de arte, y que exhibirá una de las colecciones más importantes de América Latina. El alma de la aventura es Eduardo Costantini, de 55 años.

Eduardo Costantini ha combinado con igual éxito la actividad empresarial y financiera con la filantropía del coleccionista de arte. 'Precisamente porque estamos viviendo una situación muy difícil a nivel internacional, es el momento de hacer cosas', afirma sin dudar.

El presidente argentino, Fernando de la Rúa, y una destacada representación de la política, el arte y la cultura tienen prevista su asistencia a la inauguración. El día después, el museo abrirá las puertas al público. En el libro editado con motivo de la apertura del museo, Eduardo Costantini escribe en la presentación: 'Estoy embarcado en un proyecto a largo plazo, que comenzó en el otoño de 1970, sin darme cuenta, con la compra de mis dos primeras obras, y que debiera prolongarse a través del tiempo, trascendiendo mi muerte, ya en las manos de la comunidad'.

La colección fue adquiriendo forma y 16 años después, de la mano de la Fundación Costantini, fue exhibida por primera vez en mayo de 1996 en el Museo Nacional de Bellas Artes de Buenos Aires. Posteriormente, pasó por Montevideo, São Paulo, Río de Janeiro y, en 1998, recaló en la Fundación La Caixa de Madrid. Asimismo, diversas obras de la colección han participado en muestras de diferentes museos del mundo.

Cuando surgió la posibilidad de adquirir un terreno estratégicamente situado dentro del 'eje museológico' de Buenos Aires, Costantini dio el paso. 'Tomé la decisión de construir un museo en 1998, cuando Argentina ya estaba en crisis'. Las obras tropezaron con trabas administrativas -'pedimos construir más metros que lo que estaba autorizado por el Código de Construcción'- y con la oposición frontal de algunos vecinos de la zona. 'La Fundación ha puesto la semilla, que es el edificio y la colección', explica Costantini. 'A largo plazo, a muy largo plazo, nuestra expectativa es que el museo se sustente en la comunidad, tanto en los aportes financieros como en la participación de la gente. Siempre recuerdo el caso del MOMA, que fue fundado por tres mujeres en el año 29 y hoy es algo muy grande'.

Un total de 228 obras de 80 artistas latinoamericanos -pin-tura, escultura, dibujos y obje-tos- constituyen la colección donada por Costantini y que se convertirá desde mañana en muestra permanente del MALBA. Hay que añadir otras 55 obras en régimen de préstamo durante un año para la muestra con la que debuta el museo Arte en América Latina en el siglo XX. La colección incluye obras de pintores en vida y fallecidos como José David Alfaro Siqueiros (México), Antonio Berni (Argentina), Fernando Botero (Colombia), Tarsila do Amaral (Brasil), Frida Kahlo (México), Guillermo David Kuitca (Argentina), Wifredo Lam (Cuba), Roberto Matta (Chile), Alejandro Otero (Venezuela), Cándido Portinari (Brasil), Diego Rivera (México), Clorindo Testa (Argentina), Joaquín Torres-García (Uruguay), Xul Solar (Argentina).

La obra estrella de la colección permanente del museo es el Autorretrato con chango y loro (1942), de Frida Kahlo, por el que Costantini pagó 3,2 millones de dólares, en 1994, en una subasta de Nueva York, que constituyó en la época el precio más alto de una obra latinoamericana. Por Abaporu, de Tarsila do Amaral, 'uno de los 10 mejores cuadros que jamás se han pintado en Brasil', pagó 1,7 millones de dólares, después de que las instituciones brasileñas enviaran el cuadro a subasta.

La cifra récord pagada por Costantini fue el Retrato de Ramón Gómez de la Serna, de Diego Rivera, 'un cuadro cubista espectacular', por el que desembolsó 3,5 millones de dólares al empresario y coleccionista español Plácido Arango. La colección está valorada en unos 50 millones de dólares (cerca de 9.000 millones de pesetas), mientras que la obra del museo ha supuesto una inversión de 25 millones de dólares.