“En cine, en Madrid hay más opciones”
“Las películas hechas por mujeres muestran otros valores, se cuentan cosas de las relaciones personales”
Barcelonesa trasplantada en Madrid desde hace cuatro años, Anna Castillo (1993), premio Goya a actriz revelación por su papel en la película El Olivo (dirigida por Iciar Bollaín) desayuna y come cada día desde el domingo pasado en compañía del cabezón que tiene un lugar destacado: en la mesa del salón de su casa. Alegre y jovial, Castillo asegura que no se le ha subido el Goya a la cabeza.
Pregunta: Pero ser reconocida a los 23 años con un premio de ese calibre tiene que impresionar..
Respuesta: Si, claro. Hay veces que todavía no me lo creo y por eso lo miro cada día. Y una de las cosas que no sabía era que a partir de ahora puedo ser miembro de la Academia del Cine y que por serlo puedo ver todas las películas que se hacen en España con un sencillo link. ¡Vaya chollo! De todas formas, tampoco tengo mucho tiempo para parar porque estoy preparando una nueva película que empezaré a rodar en marzo, una ópera prima de Celia Rico, Viaje alrededor del cuarto de una madre y también estoy de bolos con la obra de teatro Drac Pack.
P. Cómo empezó a tener interés por la escena. Cuándo pensó esto es lo mío?
R. Desde bien pequeña me gustaba actuar, me encerraba en mi habitación y jugaba a ser otra gente. Y en el colegio donde estudié, en los Salesianos de Horta, también hacíamos teatro y seguí por el mismo camino en las actividades extraescolares. La verdad es que lo hacía para divertirme. Sin pensar nada más. En la adolescencia ya tomé más conciencia y le pregunté a mi madre si podía ser actriz. Pero no de publicidad, en plan modelo, sino de cine o teatro. En casa me apoyaron —le animaron a presentarse a pruebas y castings— y a los 15 años hizo su primera TV movie, El enigma de Giacomo. Lo siguiente fue un largometraje en cine, Blog (2010).
P. Durante unos años fue un rostro familiar, Anna, en el Club Super3 de TV3.
R. Si, fue a raíz de una prueba que hicieron en el colegio a 10 niños para cantar y bailar. Seguía siendo divertido y yo podía combinarlo bien con los estudios. Después de acabar bachillerato empecé la carrera de Psicología e hice tres años pero no pude seguir porque ya iba de un proyecto a otro y era mucho trabajo. No he tenido una formación artística salvo algunos cursos como el de la escuela de teatro Nancy Tuñón, en Barcelona, pero a los meses me fui porque ya trabajaba en Madrid. Una vez a la semana iba al estudio de la coach Laura Jou y en Madrid hice otro curso de entrenamiento con otra coach, Lorena García Bayona.
P. ¿Se podría decir que es autodidacta?
R. No. Yo creo que he aprendido mucho trabajando.
P. Los papeles que ha hecho en series de televisión como Dorita en Amar es para siempre de Antena 3 o en el teatro en La Llamada son muy distintos al registro de Alma, la protagonista de El Olivo.
R. Si, son distintos pero todos tienen un punto en común. Son de mujeres de carácter, como soy yo. A veces con un registro más alegre y otras no.
P. ¿Cómo llegó El Olivo?
R. Mis amigas habían hecho la prueba para la película pero a mí no me llamaban y el día que me iba de vacaciones, era verano, me llamaron para la prueba. Así que perdí el avión porque tenía mucho interés en hacerla. Fue una prueba muy larga y, en principio, no para el personaje principal, Alma, porque era más ruda y menos atractiva en el guión y yo no cuadraba con esa idea sino con el papel de alguna de sus amigas. Esa fue la primera ronda pero al ver la prueba Iciar —la directora de la cinta Iciar Bollaín— le gusté para el personaje principal y tuve un largo encuentro con ella. La película para mí fue un reto y trabajar con ella ha sido una experiencia maravillosa.
P. Las cifras de la ocupación en el cine y teatro son lamentables. ¿Usted está en el 8% de la profesión que vive de su trabajo?
R. Si. Y me siento privilegiada por ello aunque el dato me asusta porque en cualquier momento me bajo de ese tanto por ciento. Me parece alucinante. Soy consciente del panorama y la crisis tiene que ver con eso, con la poca gente que está trabajando. Es como un pez que se muerde la cola, si no hay dinero para el cine es muy difícil crear proyectos nuevos y generar empleo. Lo vivo con susto. Ahora dicen que están por bajar el IVA. A mí lo que me da pavor de todo eso es que en España no se apueste por la cultura. Eso es desesperanzador.
P. Los jóvenes dicen que el cine es caro. ¿Qué opina?
R. Lo entiendo, tengo amigos que me dicen que 9 euros por una entrada es cara. Pienso que el cine debería ser más barato pero si el IVA es el 21% ..... si no ponen un precio un poco alto tampoco hay beneficio. Hay países en los que el teatro y el cine tienen precios bajos porque quieren que la cultura sea la base para todo el mundo. Aquí eso no pasa.
P. ¿Cuál es el papel de las televisiones en el panorama del sector?
R. Es muy importante porque cadenas como Tele 5 o Antena 3 hacen una promoción buenísima y al final son las películas más taquilleras. El problema es que normalmente las teles imponen sus reglas, su casting, su forma de vender... Y, al final, se acaba haciendo algo que no es tan tuyo, lo es más de la propia cadena.
P. Todas las galas de cine se han convertido en una reivindicación de la situación del sector y demanda de soluciones. En la reciente fiesta de los Gaudí la queja era la escasa visibilidad del talento catalán....
R. De eso estoy segura porque gran parte de los actores y directores que estamos en Madrid somos catalanes. Hay mucho talento en Cataluña pero es verdad que es difícil sacarlo adelante y nos acabamos yendo todos. Tiene que ver con la oportunidad de trabajar y es en Madrid donde hay curro y más opciones. Yo he rodado alguna cosa en Barcelona o con productoras catalanas pero casi todo el trabajo lo tengo en Madrid. Es una pena, a mi me gustaría trabajar en casa pero es muy difícil.
P. Cómo ve Barcelona y Cataluña desde Madrid. ¿Cambia la cosa?
R. No mucho. Antes iba más a Barcelona y ahora suelo escaparme cada dos meses. No pierdo de vista nada de lo que pasa.
P. Y políticamente hablando?
R. A mi me duele a veces las cosas que se dicen en Madrid de Cataluña pero no me mojo.
P. ¿Cómo ve el papel de la mujer en el cine?
R. Los papeles responden a clichés y cuando dejas de ser guapa a cierta edad te pasan al papel de madre y hay muchos problemas para trabajar. Tiene que haber personajes de todo tipo y hace falta que se escriban historias de mujeres reales con problemas reales. Ya basta de ser la acompañante del chico en la historia, la novia, la hija o la madre. Hace falta algo más de verdad y confío en que en un futuro próximo haya más guionistas y directoras que cambien esa realidad.
P. ¿Más cine hecho por mujeres?
R. Lo cierto es que las películas hechas por mujeres muestran otros valores, con una sensibilidad distinta y se cuentan cosas de la relación personal que no suele reflejarse demasiado en la pantalla grande. Faltan historias que cuenten las cosas que nos pasan a todos, lo más cotidiano. Ahora yo lo estoy haciendo en Viaje alrededor del cuarto de una madre con Celia Rico.
P. ¿Cómo se ve dentro de unos años?
R. Ufff. Ni idea, quiero seguir trabajando en proyectos que me gusten y con directores que me gustan, como Cesc Gay, Alberto Rodríguez, o Paula Ortiz o Leticia Dolera y sobre todo los Javis - Javier Ambrossi y Javier Calvo- que son mis favoritos. También me encantaría hacer cine en Francia. Me gustaría ampliar las fronteras de mi carrera, no ahora porque no estoy preparada. De momento me podré a estudiar en serio francés.
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