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Robados dos azulejos del siglo XVI de un monasterio de Sevilla

La Guardia Civil investiga la sustracción de las piezas y la Junta ha cerrado el monumento

Azulejos del monasterio de San Isidoro del Campo en Santiponce (Sevilla).
Azulejos del monasterio de San Isidoro del Campo en Santiponce (Sevilla). PACO PUENTES

La Guardia Civil investiga el robo de dos azulejos del siglo XVI en el monasterio de San Isidoro del Campo en Santiponce (Sevilla), declarado Bien de Interés Cultural (BIC) y que combina arte gótico con mudéjar y barroco. El robo sucede solo meses después de que otro ladrón sustrajera una yesería del siglo XIV en el Real Alcázar de la capital andaluza.

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Las pesquisas del robo, cometido la madrugada del pasado miércoles, permanecen secretas. Pocas horas después de la sustracción, el vigilante dio la voz de alarma. Los azulejos, de un metro cuadrado cada uno, están ubicados en las paredes del Claustro de los Muertos, junto a la capilla del Cristo de Torrijos de dicho monasterio, que en 2015 recibió 41.692 visitantes. Solo un guarda de la empresa Garda —subcontratada por la Junta de Andalucía— vigila el monumento, de 30.000 metros cuadrados.

“La Administración no cuida estas cosas”, lamenta el experto en azulejos de la Universidad de Sevilla Alfonso Pleguezuelo. Sobre el valor artístico del monasterio, estima que “no hay nada verdaderamente extraordinario, no hay piezas estelares”, pero ensalza “el conjunto de detalles con cerámicas de distintos periodos”. El monasterio, abandonado por los monjes hace décadas, fue fundado en 1301 por Guzmán el Bueno en esta localidad a las afueras de la capital andaluza.

El exalcalde de Santiponce José López ha censurado que la desaparición de las obras está causada por la escasa plantilla destinada al monumento por la Consejería de Cultura andaluza. “De seis personas que había para atender a las personas en cada sala o estancia, ya solo hay una”, ha criticado. “Desde el 1 de enero de 2014 la Junta no aportaba ni un euro a los gastos de funcionamiento del monumento”, ha afirmado López.

Mientras, el delegado de Cultura en Sevilla, José Manuel Girela, rechaza que el monasterio haya sufrido descuidos por parte del Ejecutivo y defiende que una persona es suficiente para garantizar su seguridad: “El monasterio dispone de un sistema de videovigilancia interior y exterior así como de un vigilante que realiza sus tareas en turno de noche a diario y también las tardes de fines de semanas y festivos. La vigilancia del edificio entra dentro de los cánones y la ratio establecida para este tipo de edificios”. Girela ha pedido prudencia y cautela, informa Europa Press, pero ha rechazado dar su versión de los hechos a este diario y se ha limitado a remitir un comunicado.

La Asociación para la Defensa del Patrimonio de Andalucía (Adepa) ha tildado de “inaudita” la desaparición de los azulejos, y ha criticado la “dejadez” por parte de la Consejería de Cultura hacia este monumento. Para esta asociación, la consejera, Rosa Aguilar, que comparecerá en el Parlamento en septiembre para explicar lo sucedido, debe dar un giro a sus políticas o “dimitir”.

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