La reinvención del miedo
FilminLatino presenta siete aproximaciones al cine de terror hecho en México
Por muchos años el cine mexicano exploró las posibilidades del miedo, a través de películas con temáticas sobrenaturales que lo mismo hablaban del mundo vampírico, los licántropos o seres infernales. Memorables son los filmes El vampiro, de Fernando Méndez, La mujer lobo, de Rafael Baledón o El Barón del terror, de Chano Urueta.
Mientras en los años 60 y 70, los reyes del cuadrilátero ofrecieron una galería de personajes siniestros. El Santo, Blue Demon, Huracán Ramírez, entre otros luchadores, se enfrentaron a seres perturbados o diabólicas y provocativas mujeres, todo dentro de cine fantástico y horror.
Carlos Enrique Taboada, El duque del terror, marcó significativamente al cine mexicano con cuatro excepcionales propuestas que redimensionaron el género como son Hasta el viento tiene miedo, El libro de piedra, Más negro que la noche y Veneno para las hadas. De las tres primeras se han hecho nuevas versiones con resultados irregulares.
Las diferentes crisis que ha enfrentado el cine mexicano, provocaron que se dejara de hacer de una forma regular y con buenos resultados cintas de este género, hasta que en 1993 el tapatío Guillermo del Toro sorprendió a todos con Cronos, su ópera prima, un drama sobre el ocaso de un vampiro, trabajo que le abrió las puertas al cine internacional.
En los últimos 15 años el cine terror en el país se puede explicar con películas sobres apariciones de seres de ultratumba como Kilómetro 31, Visitantes o Espectro; también por medio de nuevas versiones a algunos clásicos; terror sicológico y de ciencia ficción o bien cintas que ahondan en los terrenos de la antropofagia.
En FilminLatino, la plataforma de cine del mundo te presentamos siete títulos que dan cuenta del transitar del terror y horror en la cinematografía nacional de los últimos tiempos.
Kilómetro 31, de Rigoberto Castañeda (México, 2005)
Ahora que se alista el estreno de la segunda parte de esta historia, bien valdría la pena revisitar esta cinta que se convirtió en un referente del cine mexicano, no sólo por su éxito comercial, sino por recuperar uno de los géneros de mayor audiencia para México como es el cine de terror. El filme cuenta la historia de Catalina y Ágata, dos hermanas gemelas que comparten una conexión telepática. Una noche Ágata sufrirá un accidente que la deja en coma. Su hermana buscará la manera de resolver el misterioso percance para salvarla.
Visitantes, de Acan Coen (México, 2014)
La Dra. Ana Moreno (Kate del Castillo) es una escéptica cirujano que tras una dolorosa infancia en compañía de su madre esquizofrénica, ha logrado dejar el pasado atrás y construir una familia sólida y feliz. Su esposo, Daniel (Raúl Méndez), es un ingeniero exitoso y su pequeño hijo Sebastián (André) es un hermoso niño. La familia, integrada también por la hermana de Daniel, Carla (Aurora Papile) y Rosario (Angelina Peláez) la nana. La oscuridad de tres espíritus atormentados rompe con la tranquilidad de la familia. Ana tendrá que romper con su lógico mundo racional para liberar a su familia de la maldición que ha caído sobre ellos, sin saber que para lograrlo, deberá tomar una trágica y terrible decisión.
Espectro, de Alfonso Pineda Ulloa (México, 2013)
Marta es una reconocida y exitosa psíquica, tras una experiencia traumática pierde su don. Agobiada por sus problemas y por azares del destino, ella se topa con Mario un tipo trastornado que la hará sufrir y al mismo tiempo le provocará un estado traumático que ella deberá confrontar. Remake afortunada de la película colombiana Al final del espectro.
Paciente 27, de Alejandro G. Alegre (México, 2014)
Con un presupuesto de casi 80 mil pesos, Alejandro G. Alegre ha sorprendido por la calidad de su segunda producción. El filme cuenta cómo después de aceptar un trabajo temporal en un laboratorio, César comienza a notar sucesos extraños relacionados con el tratamiento de un paciente con el número 27, esto lo perturba al grado de causarle insomnio y provocarle visiones. Isela y Marcos, sus compañeros de trabajo, lo atribuyen al cansancio de César, sin embargo, la verdadera razón de estas visiones es más real y peligrosa de lo que ellos creen.
Somos lo que hay, de Jorge Michel Grau (México, 2010)
Una familia queda desamparada al morir su padre. A partir de ese momento se enfrentan a la angustia de tener que conseguir alimento por su propia mano. La devastada familia tendrá que sobrevivir, porque son caníbales. Toda su vida se han alimentado de carne humana, en sangrientas ceremonias, y las víctimas han sido siempre provistas por el padre. Ahora que él ya no está, ¿quién cazará?, ¿quién los guiará?, ¿cómo saciarán su hambre?
Más negro que la noche, de Henry Bedwell (México, 2014)
Greta se muda con tres amigas a la mansión de su tía recientemente fallecida y comienza a organizar fiestas salvajes con sus amigos; Sin embargo, lo que parece ser el mejor verano de su vida se convierte en una lucha por su vida después de que Beker, el preciado gato de su tía, se ahoga en la piscina de la casa. Un remake de la cinta creada por Carlos Enrique Taboada, conocido como El duque del terror.
Hasta el viento tiene miedo, de Gustavo Moheno (México, 2007)
Nueva versión de un clásico de 1968, en donde se narra que tras un intento de suicidio, Claudia es internada en un centro de apoyo para adolescentes con problemas emocionales, regido por la inflexible psiquiatra Bernarda Alquicira. Conviviendo con chicas que han pasado por trances similares, Claudia se enfrenta a las súbitas apariciones de Andrea, una interna que se suicidó misteriosamente en la torre del lugar tiempo atrás.
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